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Un desfile muestra en Calamocha la riqueza y disparidad de los ropajes aragoneses Un desfile muestra en Calamocha la riqueza y disparidad de los ropajes aragoneses
El desfile de modelos baturros arrancó y finalizó con una ronda jotera

Un desfile muestra en Calamocha la riqueza y disparidad de los ropajes aragoneses

La Asociación Amigos de la Virgen organiza una muestra de trajes regionales
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Cruz Aguilar
En Aragón no existe un traje regional típico y único ya que la moda aragonesa se caracteriza por su gran riqueza de variantes y su amplia gama de modalidades en la vestimenta. El clima marca el tipo de prendas que se llevan en cada lugar y la disparidad entre comarcas es muy grande, como este martes pudieron comprobar los asistentes al desfile de trajes regionales que tuvo lugar en la Sala Lapayese de Calamocha.

Un total de ocho modelos mostraron los trajes de Montalbán, la comarca del Jiloca, dos indumentarias oscenses y otras cuatro de diferentes zonas de Zaragoza. Todas las prendas pertenecen al coleccionista zaragozano Luis Bruñén, que también desfiló con uno de los trajes. Bruñén indicó que las prendas antiguas son cada vez más valoradas, aunque apuntó que muchas personas no saben los tesoros que tienen guardados en los arcones y planteó que muestras como la del Jiloca ayudan a ponerlos en valor. Entre las prendas que lucieron los modelos había tanto originales como reproducciones.

La exposición y el desfile fueron organizados por la Asociación Amigos de la Virgen y su presidenta, Belén Benito, la justificó por el interés que tienen tanto por la jota como por la indumentaria aragonesa. Desde luego el evento despertó un gran interés entre los calamochinos y en el salón de actos de la Sala Lapayese no cabía ni una persona más, ni de pie ni sentada. Algunas de las asistentes acudieron vestidas con trajes antiguos, como María Roy, que a sus 87 años se atavió con la saya, la toquilla y el pañuelo negro que tantas veces vio puesto a su madre y a su abuela. Eso sí, advertía que esa ropa no le pegaba nada: “Yo soy muy moderna, me voy a echar el café todos los días con los labios y los ojos pintados”, especificó.

Entre los asistentes también estaba Carmelo Esteban, el fotógrafo autor de la exposición Recorrido, que durante los últimos días se ha podido ver en Calamocha. Explicó que algunos de los retratos se tomaron en la década de los 80 del pasado siglo, cuando todavía había gente vestida con calzón corto, chaleco y boina en los pueblos aragoneses.

Entre sus fotografías favoritas, reconoció, están las que muestran la evolución de las familias. Plasman, explicó, generaciones, vivencias y la propia vida, ya que en muchos casos ha retratado desde abuelas a nietas con el mismo traje regional. Reconoció que sus modelos valoran mucho las imágenes que Esteban toma: “Las abuelas quieren dejarle tanto el traje como esas fotos a sus nietas”, aseguró.

“La indumentaria, la forma de vestir y de pensar cambia a lo largo de los años”, especificó el fotógrafo especializado en indumentaria tradicional, “pero es importante que estas ropas se conserven como parte de nuestro pasado”, añadió.

El desfile de indumentaria, acompañado de una exposición de trajes y de otra de fotografía, fue uno de los actos organizados en Calamocha para conmemorar el Día de Aragón. Además, diversos puestos de flores y libros se establecieron junto a la plaza del Peirón para la venta tanto de obras literarias nuevas como de segunda mano.

Por la tarde, fueron los cabezudos los encargados de hacer correr a niños y no tan niños y la jornada de celebración del patrón de Aragón se completó con juegos infantiles y una chocolatada para todos.

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