Alumnos de trece centros trabajaron la inclusión en el Criet de Albarracín en el último trimestre

Los alumnos de los trece centros que han pasado por el Centro Rural de Innovación Educativa de Teruel (Criet) de Albarracín han podido trabajar sobre la inclusión desde diferentes enfoques.

Un total de trece colegios han pasado en este trimestre por las instalaciones del Criet de Albarracín para participar en las distintas actividades que el centro había organizado alrededor de la inclusión, que fue su leitmotive durante esas semanas.

El Centro de Innovación Educativa tomó como modelo la experiencia desarrollada por el Criet de Alcorisa durante el curso 2018-2019, ya que “ellos fueron los pioneros en el diseño de este centro de interés” que el centro de Albarracín ha rediseñado para adaptarlo a sus necesidades, estilo y características, explicó en una nota difundida esta semana.

Durante la semana que los alumnos han pasado en el Criet de Albarracín han podido trabajar en distintas actividades dirigidas a enfocar la inclusión desde diferentes prismas como la diversidad, la discapacidad, la igualdad de género, el deporte adaptado o la inmigración, entre otros.
 

En los cinco días que dura la convivencia en el Criet, los alumnos han tenido la ocasión de ponerse en la piel de una persona con discapacidad (utilización de sillas de ruedas, antifaces y cascos de protección para simular discapacidades motoras, visuales y auditivas), han practicado diferentes deportes adaptados para personas con discapacidad, han adquirido conocimientos relacionados con SAAC (Sistemas Aumentativos y Alternativos de Comunicación) y se han convertido, a través de una de las actividades que más han gustado, en familias inmigrantes tratando de salir a flote en un nuevo país.

A estas actividades y dinámicas, directamente relacionadas con el centro de interés, se le sumaron otras que suelen ser habituales en las semanas de convivencia, como las actividades nocturnas con la proyección de película, juegos de tinieblas o veladas; los rincones de tiempo libre en el que se los chicos autogestionan y deciden en qué actividades participan o a qué competiciones se apuntan; las charlas de expertos con una visita diferente cada semana que acude al Criet a contar su relación personal con el centro de interés; y la salida y visita a Albarracín.

Broche de oro

El colofón con el que concluían las estancias de una semana era la posibilidad de participar en una jornada de convivencia con los usuarios de la asociación Atadi, que cada viernes permitía a los alumnos del Criet experimentar en primera persona el contacto con personas con discapacidad durante unas horas en las que pudieron disfrutar de momentos en los que confluían todos los valores que hemos tratado de transmitir, reforzar y asentar a lo largo de cada semana de convivencia.