Albarracín dedica sus jornadas sobre patrimonio a la música

La Jornada de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Sierra de Albarracín rindió tributo en su undécima edición a Santa Cecilia, patrona de los músicos que oficialmente se celebra este lunes, dedicando las sesiones que tuvieron lugar ayer en el salón de actos del edificio de la Comarca Sierra de Albarracín precisamente a la música.

Las ponencias giraron en torno a la transmisión de la música como patrimonio inmaterial, desde un punto de vista etnológico, documental, histórico y pedagógico. Además el acto, organizado por el Centro de Estudios de la Comunidad de Albarracín y la institución comarcal, sirvió para rendir homenaje a Miguel Sorando, Octavio Collado y José manuel Vilar Pacheco, tres personas vinculadas a la comarca y a la actividad política y cultural del territorio y fallecidos a lo largo de este año. Y como no podía ser de otro modo, se cerró con un concierto que ofrecieron Arturo Lozano Lázaro y Juan García Collazos, que tuvo lugar en el Casino de Albarracín. Lozano y García Collados forman un peculiar dúo, Ecce Homo Followers, en el que a través de la guitarra eléctrica y el piano repasan un repertorio que se encuentra en la frontera difusa de la música escrita y la improvisación libre, entre la vanguardia y los ecos de la música tradicional del sur de la provincia turolense.

A lo largo de las cinco ponencias, que tuvieron lugar a lo largo de todo el sábado, se reflexionó sobre la música como muestra del patrimonio inmaterial desde diferentes puntos de vista. Jaume Ayats Abeyá, etnomusicólogo, abrió el turno hablando de los retos que plantea, en una época en la que numerosas formación musicales dedican sus esfuerzos no solo a interpretar sino también a investigar y recuperar músicas y partituras antiguas, y también sus paradojas. Y es que pese a que la música puede considerarse parte del patrimonio cultural inmaterial, en cuanto a que como tal hace referencia a algo intangible, esta existe sobre todo cuando un soporte material, ya sea una grabación en el caso de la música contemporánea o una partitura escrita en el resto, la preserva de la desaparición. Mención aparte merecen las agrupaciones musicales historicistas, que no solo recuperan partituras antiguas sino que tratan de interpretarlas tal y como fueron concebidas en origen, con las particularidades sonoras de los instrumentos de época incluidas.

Desde el punto de vista de la conservación y recuperación de los archivos de música antigua intervino Francisco Bolea Aguarón, que es técnico de Documentación y Patrimonio Cultural del Instituto de Estudios Altoaragoneses, hablando sobre el Sistema de Información del Patrimonio Cultural Aragonés, accesible al público desde la web sipca.es.

Una perspectiva más local fue la que abordó a continuación Luis Miguel Bajén, profesor de la Escuela municipal de Música y Danza de Zaragoza y director del Archivo de Tradición Oral de Aragón, que reflexionó sobre los orígenes de la tradición musical propia de la Sierra de Albarracín, y los escenarios futuros previsibles. También sobre la relación entre la música y los oficios y tareas del campo tradicionales versó la ponencia que ofrecieron Juan García Collazos y Carmen Martínez Samper, profesores ambos de la Universidad de Zaragoza, con su ponencia titulada La música en el trabajo. Sincronización, acompañamiento e improvisación en las labores, los talleres y las tareas del campo.

Por su parte la profesora de música Mabel Royo abordó el ámbito educativo, y repasó las experiencias pedagógicas relacionadas con la música que ella misma ha puesto en marcha con sus alumnos.

Homenajes

Además hubo palabras de recuerdo para Miguel Sorando, Octavio Collado y José Manuel Vilar Pacheco por parte de los representantes de la Comarca Sierra de Albarracín. Miguel Sorando fue concejal de Orihuela del Tremedal y consejero comarcal.

Octavio Collado fue investigador, arqueólogo, historiador y museólogo, alcalde de Albarracín entre 1989 y 1991 y entre 1995 y 1999, y vicepresidente de la Comarca Sierra de Albarracín entre 2007 y 2011. En 1996 obtuvo la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes del Gobierno de Aragón.

José manuel Vilar Pacheco fue doctor en filología y profesor en la Universidad de Valencia, autor de numerosos ensayos sobre la Sierra de Albarracín y presidente del Centro de Estudios de la Comunidad de Albarracín.