Cerca de 230 personas participan en la marcha entre Bronchales y Albarracín

La marcha senderista desde Bronchales a Albarracín que organiza el grupo Amigos del Senderismo de Bronchales y patrocina el Ayuntamiento de este municipio, celebró este jueves su vigésima séptima edición con una altísima participación. Cerca de 230 personas, procedentes de diferentes localidades, mayoritariamente aragonesas y valencianas, acudieron a las seis de la mañana a la plaza de la Fuente en Bronchales, donde se les ofreció un chocolate caliente y, tras unas palabras del presidente del grupo senderista organizador del evento, que recordó las normas básicas de comportamiento durante el trayecto, iniciaron la marcha hacia la localidad de Albarracín.

Esta marcha que comenzó su andadura en el año 1997 es un referente de la localidad en la época veraniega, y la fecha del 22 de agosto permanece todavía vigente en todas las ediciones. La duración es aproximadamente de unas seis horas, con un descanso en una zona conocida como los Hoyones de Bronchales, donde se reponen fuerzas con el almuerzo. Finalizada la parada, se reparten las camisetas conmemorativas de la marcha y la serpiente multicolor avanza hacia el final del trayecto.

También se realizan varias paradas tanto para el reagrupamiento de los marchadores como para refrescarse debido a las altas temperaturas, aunque la climatología fue benévola este año, según destacaron desde la organización.

Camino del Cid

La marcha transcurre por el antiguo camino entre Bronchales y Albarracín, con una distancia de unos 21 kilómetros. Esta vía toma en parte el denominado actualmente Camino del Cid, y atraviesa parajes incomparables de robles, pinos y sabinas.

Las referencias históricas relacionadas con esta marcha son notables, prueba de ello son las citas en el Cantar del Mío Cid, posiblemente escrito a finales del siglo XII, Bronchales es una importante localidad de paso hacia Medinaceli. Según el poema, tras la conquista de Valencia, Álvar Fáñez fue a buscar a Jimena y a las hijas del Cid. El Cid desde Valencia envió a Muño Gustioz, Pedro Bermúdez, Martín Antolínez, al obispo don Jerónimo y a 100 caballeros a Medinaceli, donde les esperaban Jimena y Álvar. En su camino pasaron por Albarracín, cruzando por su territorio, pero durmiendo en Bronchales.

La entrada a Albarracín se hace por la ermita del Carmen, desde donde se puede divisar la población y el río Guadalaviar serpenteando en su recorrido en busca del Alfambra para dar nombre al Turia. Alrededor de las 12.30 horas los participantes en la marcha entraron en Albarracín y entonaron el himno de Bronchales por las callejuelas que les dirigían hacia la plaza Mayor.