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‘Acuática’: cuatro perspectivas artísticas  del líquido elemento distintas pero coherentes ‘Acuática’: cuatro perspectivas artísticas  del líquido elemento distintas pero coherentes
Enrique Mestre, Marta Marcó y Joaquina Sánchez, tres de los cuatro pintores

‘Acuática’: cuatro perspectivas artísticas del líquido elemento distintas pero coherentes

Marta Marco, María Coluccelli, Joaquín Sánchez y Enrique Mestre exponen en ArteSala

Cuatro lecturas del agua desde una perspectiva artística y pictórica, pero también en términos de ecología y conservación. Cuatro visiones diferentes, lo mismo que el bagaje de cada uno de los autores, pero coherentes toda vez que su herencia común es el Mediterráneo.

La segunda exposición de la temporada 2024-25 en ArteSala (Edificio de Bellas Artes de Teruel) abrió este miércoles sus puertas. Acuática es una muestra de pintura con piezas de Marta Marco, Enrique Mestre, Joaquina Sánchez y María Coluccelli. Los vínculos valencianos de Marta Marco la sitúan en la misma órbita que Mestre, barcelonés afincado desde hace años en Menorca; Joaquina Sánchez, de Cieza (Murcia) y María Coluccelli, peruana afincada en Barcelona. El mar y el agua forman parte de su imaginario artístico habitual. No solo por su conexión con las raíces y la parte más sentimental de la memoria, sino también por su importancia medioambiental, su escasez o su fuerza desatada cuando los ríos de desbordan.

Y también, por supuesto, con las enormes posibilidades estéticas que ofrece en la pintura. Marta Marco se concentra en los efectos de reflejo que ofrece con respecto al horizonte, así como los efectos visuales de esos reflejos distorsionados por la onda del agua en movimiento. Su aportación a la exposición ofrecer varios paisajes de humedales de diferentes lugares, Valencia o incluso Galicia, algunos de ellos cercanos como la Laguna de Bezas. Son las piezas más figurativas de toda la muestra y aún así ofrecen muchísimo margen a la interpretación.

Por su parte Joaquina Sánchez se muestra fundamentalmente interesada por los efectos que produce el agua en las ruedas de noria, que protagonizan una serie de pinturas, todavía inacabada, en la que lleva trabajando casi una década. El agua o la ausencia de ella determina la vegetación y la luz en esas norias, o más bien el resto de lo que quedan de los ingenios hidráulicos que ahora están en desuso. Con el entubamiento de las acequias y canales de la vega alta-media del Segura y el uso de motores industriales las norias caen en el olvido, se van degradando y simbiotizando con el paisaje y la vegetación. Ese proyecto se ha podido ver por salas de Plasencia, Segovia, Albacete, Murcia o en la Torre de doña Blanca de Albarracín. Y aunque Sánchez sigue definiéndose como una pintora figurativa, sus piezas se distancian notablemente de lo que habitualmente se entiende por tal. De forma deliberada la pintora entra y sale de la abstracción para manifestar que, incluso al mismo nivel que los motivos pintados, la auténtica protagonista de su obra es la pintura como materia, como medio.
 

Imagen de una de las pinturas de Marta Marco que pueden verse expuestas en ArteSala


Dentro del concepto del paisaje, Enrique Mestre explora lo subacuático, el paisaje interior marino. También es una perspectiva que no se explora desde el naturalismo, sino que incorpora muchos elementos que tienen que ver con la sensibilidad más que con la percepción. Mestre practica habitualmente snorkel y da frecuentes paseos submarinos, pero evidentemente no toma apuntes ni aboceta lo que ve bajo las aguas, sino que después trata de reproducir las sensaciones que obtiene a partir de la composición, el color y las formas.

Mestre suele utilizar técnicas mixtas, con acrílico y óleo sobre lino, combinándolo con collage, acuarela, tinta china, y en muchas ocasiones -las piezas que expone en Teruel son el caso- superponiendo muchas capas de pintura muy fina, de forma que unos fondos se elevan sobre otros con una serie de transparencias que imitan el medio acuoso.

En lo conceptual, Enrique Mestre insiste sobre todo en dos elementos propios del paisaje marino. Por un lado la fauna, formada por diferentes peces y plantas, en especial la posidonia, un endemismo mediterráneo responsable de la transparencia del agua en la islas Baleares, y en un siempre frágil equilibrio. Por otro, los elementos arquitectónicos ligados íntimamente al mar, como los puertos, como el de Menorca junto al que vive, o los faros.

María Coluccelli, por su parte, no pudo estar presente en la inauguración de la exposición en Teruel por estar atravesando un proceso febril. Presenta obras de dos de sus series: Posidonia Roja y Coral Rosa. Con un mensaje centrado en la ecología, Posidonia Roja explora el símbolo de la cornucopia, cuerno de la cabra que alimentó a Zeus y que, una vez fue roto, le dotó del poder de proveer de forma infinita de cualquier cosa con el que fuera llenado. Esta sirve como metáfora de la naturaleza como proveedora de posidonia, de peces, o de cualquier otro elemento, que rebosa vida con la única condición de ser amada y respetada.

La otra serie está formada por obras de pequeño formato que representan corales, una especie cuya desaparición, que se está acelerando debido al calentamiento global, podría provocar en caos en la base de las cadenas tróficas. En ambos casos las superficies pintadas están intervenidas con una serie de capas y tratamientos que asemejan al esmalte.

Los cuatro artistas se conocen bien desde hace varios años aunque esta es la primera ocasión en la exponen juntos. De hecho Acuática es la consecución de un anhelo largamente deseado. La muestra, que se estrenó ayer en Teruel, donde permanecerá hasta el 29 de octubre, itinerará después por diferentes puntos de España, en un calendario todavía por concretar.

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