Síguenos
Queridos Reyes Magos Queridos Reyes Magos

Queridos Reyes Magos

banner click 236 banner 236
Fabiola Hernández
No debería haberos pedido nada. Nací en el siglo XX en la Europa Occidental, el mejor lugar del mundo en el mejor momento de la Historia. Sobre todo, si eres mujer, si tienes que trabajar para vivir, si querías estudiar y tu familia no tenía dinero o si has necesitado alguna vez un médico para recuperar la salud.

Me he portado bien: alguna vez he tirado el plástico al contenedor gris, he acelerado cuando el semáforo ya estaba en ámbar y sigo llevando mi viejo coche diésel, ese que tanto contamina. Ahora no puedo pagarme otro, pero igual si no me hubiera ido de vacaciones en los últimos diez años, habría ahorrado lo suficiente. Por todo esto y seguro que mucho más, entiendo lo del carbón, pero no hacía falta que vinierais cargados, que ya tenéis una edad.

Sé que tengo una buena vida y ningún derecho a pedir más, pero deseo de todo corazón que nos traigáis a todos un gran diccionario: un manual que deje bien claro que la posverdad no existe, que no es más que una distorsión deliberada de los hechos para manipular a los demás y que decir una verdad a medias es lo mismo que partir una mentira en dos.

Tiene que explicar muy bien la enorme diferencia entre servir y servirse. Puede parecer que dos letras no tienen importancia, cuando en realidad marcan la diferencia entre un buen gobierno y el peor. Mandar no es sinónimo de exigir ni pisotear, ni ejercer la oposición de insultar y destruir. Ya en la Inglaterra del siglo XII, Guillermo I pidió a los terratenientes de su reino que rindieran cuentas y el concepto sigue vigente hoy en Ciencias Políticas.

Son los líderes quienes están obligados a explicar sus acciones y a someterse a las leyes que ellos mismos aprueban, lo digo porque a veces se confunden sujeto y predicado (quién ejerce y sobre quién recae la acción del verbo). Rectificar es de sabios, sí, pero el refrán se refiere a las opiniones y a los errores cometidos sin mala intención, no a programas electorales ni a la legislación que protege a los vulnerables. Queridos Reyes Magos, igual me he pasado…