Cuenta la leyenda, que un rey pidió a los sabios de su corte un anillo especial para ocultar en él un breve mensaje que pudiera ayudarle en momentos de desesperación. Fue un anciano y querido sirviente del monarca el que le escribió una frase en un minúsculo papel para que lo leyera cuando no encontrara salida: ‘Esto también pasará’. La fábula continúa explicando que el valioso mensaje hay que tenerlo en cuenta además en los momentos de mayor éxito en la vida, pero centrémonos en el principio de este cuento, resumo: la Guardia Civil ha sacado a la luz que Koldo García Izaguirre, asesor del exministro Ábalos cobró presuntamente sobornos por los contratos que la empresa Soluciones de Gestión y Apoyo a Empresas SL. consiguió de organismos públicos vinculados al ministerio que Transportes. Hasta ahora, 20 personas están siendo investigadas por haberse embolsado 53 millones de euros en comisiones ilegales. ¿A qué les recuerda esto? Desde el estallido del Caso Roldán en los años 90 hasta hoy, hemos conocido el de los EREs de Andalucía, el 3 per cent, la operación Púnica o el caso Bárcenas entre otros miles. Concretamente, según la Universidad de Barcelona, han sido localizados 3.743 casos de corrupción política en España entre 2000 y 2020. En nuestro país no existe una base de datos que acredite el número de casos (aunque desde 2017 el Consejo General del Poder Judicial proporciona un repositorio sobre procesados) pero organismos como el CIS o Transparencia Internacional analizan la percepción que los ciudadanos tiene de ella. Una de sus conclusiones me llama especialmente la atención: aunque nos sentimos indignados por la corrupción no la castigamos en las urnas. Es más, algún politólogo se atreve a decir que la culpa de que los españoles perciban el suyo como un país corrupto, es de los medios de comunicación, que trasladamos esa idea. Mientras sigamos electoralmente olvidadizos con la corrupción, los dirigentes políticos sin escrúpulos seguirán mirando su preciado anillo y repitiendo: esto también pasará.