Una fuerte tormenta obliga a cortar la carretera nacional 234 en Burbáguena y Luco de Jiloca

El episodio de tormentas del que había alertado la Agencia Estatal de Meteorología se ha cebado este jueves con la comarca del Jiloca, donde una tromba de agua ha provocado una colada de piedras y barro que ha obligado a cortar la circulación en la N-234 a su paso por la localidad de Burbáguena y también se ha interrumpido la circulación en Luco de Jiloca. Además, otras localidades han sufrido también los embates del agua, que ha causado riadas dentro de los cascos urbanos, ha derribado muros y ha anegado campos de labor arruinando los cultivos.

En Burbáguena, poco después de cinco de la tarde se ha desatado un temporal de lluvia que provocó una colada de tierra y piedras sobre la carretera nacional, obligando a interrumpir la circulación desde las 17:31. Hasta el lugar se ha desplazado maquinaria para tratar de eliminar esos materiales y tratar de devolver la normalidad a la circulación. La carretera también ha quedado cortada en el municipio calamochino de Luco del Jiloca, en el kilómetro 198,2 de la N-234 en sentido Zaragoza a consecuencia de la tormenta.

El alcalde de Burbáguena, Joaquín Peribáñez, aseguró que había llovido “una barbaridad”, afirmando que nunca “había visto tanta”. Según el pluviómetro municipal por la tarde han caído más de 40 litros de agua, según ha confimado el edil, quien ha explicado que “las ramblas se han salido” y que “se ha caído un árbol sobre la carretera”. Peribáñez no ha querido hacer una valoración de los daños “por los daños en el campo son realmente serios, particularmente en el maíz”.

En otras localidades, como la pedanía calamochina de Valverde, el agua ha arrastrado distintos elementos que estaban en la calle, como neveras y barriles de cerveza, empleados durante las fiestas el pasado fin de semana.
 

En Odón el agua derribó muros de fincas agrícolas y provocó, según su alcalde, importantes daños en los cultivos causando, además, problemas en las carreteras de acceso al municipio. Allí, “la fuerza del agua ha destrozado todo lo que ha pillado”, ha afirmado el alcalde, Javier Hernández, sobre los cultivos.

En otras zonas, como el Altiplano turolense, también ha llovido con abundancia durante la tarde aunque sin tanta violencia.