Un proyecto lanzado desde Torralba de los Sisones gana el Desafío Ashoka
Re-viviendo logra 10.000 euros por proponer medidas para recuperar casas
El proyecto turolense Re-viviendo, que busca dar respuesta al problema de falta de vivienda en el medio rural ha resultado ganador del Desafío Ashoka Changemakers, un programa nacional de apoyo a iniciativas de emprendimiento social impulsado por Ashoka España en colaboración con Ikea y cuya final se desarrolló este viernes en Zaragoza. Sus promotores, Cecilia Falo y Pablo Furgiule, de Torralba de Los Sisones, han conseguido un premio de 10.000 euros.
Los fundadores de Re-viviendo recogieron el premio y aseguraron que estaban “contentísimos”. “No nos lo esperábamos para nada”, afirmó Falo y destacó lo que supone este reconocimiento desde el punto de vista anímico, porque “emprender es una montaña rusa”, afirmó.
Aparte del premio indicó que lo importante había sido los cinco meses de formación que han desarrollado previamente gracias a este programa y que les permitirá seguir trabajando para que en los pueblos no haya tantas casas vacías. Con Re-viviendo “esa casa que puede ser una ruina, a la que solo van en agosto o son varios propietarios que no se ponen de acuerdo se puede convertir en un hogar”, indicó su impulsora.
El jurado ha tenido en cuenta el innovador punto de vista de estos dos jóvenes. Apostaron por tener en cuenta el aspecto social y emocional que hay tras la puerta de cada casa cerrada. Así, intervienen en municipios con necesidad de vivienda urgente: realizan un taller participado sobre el porqué de las casas vacías y se conciencia sobre el problema. Tras ello, Re-viviendo se enfoca en resolver las barreras de cada casa cerrada con mediación para co-propietarios, asesoría sobre fórmulas jurídicas adaptadas al caso (alquiler por reforma, uso compartido por meses o espacio, usufructo...). También integra a las personas que van a vivir al pueblo para que arraiguen respetando la idiosincrasia rural, ya que comprobaron que de no ser así, los nuevos pobladores se marchaban a los dos o tres años. Además, Cecilia y Pablo miden los resultados de su iniciativa, potenciando el impacto social y medioambiental de reutilizar y re-vivir esas casas.
Con la final de este viernes en Aragón concluye el programa de acompañamiento impulsado por Ashoka España en colaboración con IKEA durante cinco meses, un camino que comenzaron 22 iniciativas, de las que 10 alcanzaron la recta final y que ha ganado la iniciativa turolense.
La directora de Ashoka España, Irene Milleiro, incidió en el inmenso valor de los y las emprendedoras sociales “como agentes de cambio que, además, influyen en todas las personas de su alrededor y las empoderan para actuar dentro de una visión de sostenibilidad”.
Los fundadores de Re-viviendo recogieron el premio y aseguraron que estaban “contentísimos”. “No nos lo esperábamos para nada”, afirmó Falo y destacó lo que supone este reconocimiento desde el punto de vista anímico, porque “emprender es una montaña rusa”, afirmó.
Aparte del premio indicó que lo importante había sido los cinco meses de formación que han desarrollado previamente gracias a este programa y que les permitirá seguir trabajando para que en los pueblos no haya tantas casas vacías. Con Re-viviendo “esa casa que puede ser una ruina, a la que solo van en agosto o son varios propietarios que no se ponen de acuerdo se puede convertir en un hogar”, indicó su impulsora.
El jurado ha tenido en cuenta el innovador punto de vista de estos dos jóvenes. Apostaron por tener en cuenta el aspecto social y emocional que hay tras la puerta de cada casa cerrada. Así, intervienen en municipios con necesidad de vivienda urgente: realizan un taller participado sobre el porqué de las casas vacías y se conciencia sobre el problema. Tras ello, Re-viviendo se enfoca en resolver las barreras de cada casa cerrada con mediación para co-propietarios, asesoría sobre fórmulas jurídicas adaptadas al caso (alquiler por reforma, uso compartido por meses o espacio, usufructo...). También integra a las personas que van a vivir al pueblo para que arraiguen respetando la idiosincrasia rural, ya que comprobaron que de no ser así, los nuevos pobladores se marchaban a los dos o tres años. Además, Cecilia y Pablo miden los resultados de su iniciativa, potenciando el impacto social y medioambiental de reutilizar y re-vivir esas casas.
Con la final de este viernes en Aragón concluye el programa de acompañamiento impulsado por Ashoka España en colaboración con IKEA durante cinco meses, un camino que comenzaron 22 iniciativas, de las que 10 alcanzaron la recta final y que ha ganado la iniciativa turolense.
La directora de Ashoka España, Irene Milleiro, incidió en el inmenso valor de los y las emprendedoras sociales “como agentes de cambio que, además, influyen en todas las personas de su alrededor y las empoderan para actuar dentro de una visión de sostenibilidad”.
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