Rubielos de Mora estrecha lazos con Peñíscola a través de su historia compartida

La cultura y la historia tiende puentes entre provincias próximas como se pudo comprobar ayer en el Fin de Semana Medieval de Rubielos de Mora, donde fue nombrada Templaria de Honor la castellonense Ester Forner Caballero, directora del Castillo de Peñíscola, en el marco de la representación de Capítulo Templario que se realizó en la ex colegiata de Santa María.

Ester Forner es doctora en Historia del Arte y desde 2015 dirige el equipo interdisciplinar del Castillo de Peñíscola.

El alcalde de Rubielos, Ángel Gracia, recordó que el municipio turolense y el castellonense forman parte de red de los Pueblos Más Bonitos de España y que los templarios en el castillo de Peñíscola tuvieron un especial protagonismo.

Durante el acto se recordó el pasado común de ambas poblaciones como parte de la Corona de Aragón y se destacó la apuesta de Forner por “la cultura, la educación y la paz” por lo que se aseguró que encarna “las siete virtudes de los caballeros templarios: fe, esperanza, caridad, justicia, prudencia, fortaleza y templanza”.

Ester Forner recibió la cruz de honor templaria de Rubielos y el pergamino con el nombramiento. La homenajeada se mostró muy agradecida con este reconocimiento que hizo extensivo a todo su equipo y apostó por mantener la colaboración entre Rubielos y Peñíscola.

Recreación histórica

En esta recreación histórica también participó una representación de la Fundación Bodas de Isabel, con Pilar Hernando, miembro del equipo de trabajo, y Belén Izquierdo, la actriz que encarnará a Isabel de Segura en la próxima edición y también recibieron un reconocimiento.

Con el nombramiento de la Templaria de Honor y la distinción para la fundación turolense culminó la recreación histórica que comenzó con un desfile desde la casa consistorial en el que participaron el concejo municipal, los caballeros, órdenes militares y damas de Rubielos y que llegó hasta la excolegiata de Santa María, acompañados por la música del grupo Esfuriatronadas folk.

Ya en el templo, se representó el Capítulo Templario para mostrar con un gran rigor histórico cómo era la ceremonia en la que se incorporaba un nuevo miembro a esta orden militar. La representación comenzó con una conversación entre el maestre de la orden templaria, el senescal y el comendador que comentaron la necesidad de incorporar nuevos novicios y que había un aspirante aunque estaba casado por lo que tendría que cumplir alguna penitencia.

Tras ello se llamó a Capítulo a los templarios para que decidieran si podía incorporarse el postulante.

Después de contestar a las preguntas que se le formularon y comprometerse a seguir los votos de las órdenes monacales de pobreza, obediencia y castidad empezó la ceremonia para su incorporación a la orden.

Arrodillado ante el resto de los templarios, el aspirante escucha al maestre que le recordó la dureza de la vida de la orden. Seguidamente el aspirante hizo sus votos ante el capellán. El gonfalniel mostró el estandarte de la orden y el postulante lo besó.

Al novicio le entregaron su equipo: el mariscal le colocó el cinturón y la espada; el comendador le dio la bolsa limosnera y el maestre, la capa templaria. Siguiendo los pasos de la ceremonia como en la Edad Media.