Redoble de película: Calanda acoge las XLVIII Jornadas de Convivencia de los nueve pueblos

Calanda se convirtió este sábado en el punto de encuentro de los nueve pueblos que conforman la Ruta del Tambor y el Bombo, con motivo del pregón de las XLVIII Jornadas de Convivencia. La localidad abrió así un fin de semana cargado de actos, reconocimientos y tradición, en los días previos a una Semana Santa que ya se empieza a vivir intensamente en cada rincón del Bajo Aragón. Estas jornadas, nacidas en 1976, tienen como objetivo estrechar los lazos entre las localidades tamborileras y rendir homenaje a quienes han contribuido a mantener viva esta expresión cultural única, declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Cada año, una de las nueve villas acoge la cita de forma rotatoria, sirviendo como escaparate del sentir común de una tierra que redobla con orgullo su historia y su identidad.
 

La jornada comenzó con la firma del Tambor Noble por parte de las autoridades, seguida de la firma del libro de honor del Ayuntamiento de Calanda por parte del pregonero Fernando Méndez-Leite. La apertura del pregón puso de relieve el profundo arraigo de las tradiciones calandinas, con menciones especiales al melocotón de Calanda y a la emblemática Rompida de la Hora del Viernes Santo. El alcalde de Calanda, Alberto Herrero, fue el encargado de dar la bienvenida a los asistentes y a las autoridades presentes, entre ellas el presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón; el presidente de la Ruta del Tambor y el Bombo, Fernando Galve; y el consejero de Medio Ambiente y Turismo, Manuel Blasco. Herrero destacó la hospitalidad de Calanda y la importancia de conservar tradiciones como la Semana Santa, resaltando el papel protagonista que desempeña su localidad dentro de la Ruta. En su intervención, Fernando Galve recordó con orgullo que fue precisamente en Calanda donde, en 1976, se celebraron las primeras Jornadas de Convivencia. Subrayó el valor de mantener vivo el espíritu de unidad entre los nueve pueblos y animó a seguir transmitiendo, con pasión y compromiso, una tradición que forma parte esencial del alma del Bajo Aragón. El momento central del acto llegó con la intervención del presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, quien reivindicó el peso cultural, emocional y económico de la Ruta del Tambor y el Bombo. “La Semana Santa aragonesa no se entiende sin la Ruta”, sentenció, recordando que esta manifestación genera un impacto superior a los diez millones de euros solo en la provincia de Teruel. Azcón elogió el papel de los nueve municipios, a los que definió como “el alma de Aragón”.

Reconocimiento a la tradición

Uno de los instantes más emotivos de la jornada fue la entrega del Premio Tambor Noble 2025, que se otorgó por primera vez a título póstumo a Luis Buñuel, en conmemoración del 125 aniversario de su nacimiento. Este reconocimiento, que celebró la figura del cineasta calandino, se convirtió en un acto cargado de emoción y significado. Javier Espada, en representación de la familia Buñuel, fue el encargado de recibir el galardón. Durante el acto, también se proyectó un mensaje de agradecimiento enviado por Rafael Buñuel, hijo del cineasta, quien no pudo estar presente, pero quiso transmitir su gratitud y emoción por el homenaje póstumo a su padre. A continuación, el Premio Redoble 2025 fue entregado al grupo de Los Despertadores de Calanda, en reconocimiento a su labor de preservar una de las tradiciones más singulares del municipio. Tras interpretar una breve muestra de sus cánticos, Lorenzo Sauras, emocionado, agradeció el galardón en nombre de todo el grupo, destacando la importancia de mantener viva esta tradición que ha sido transmitida de generación en generación.

El pregonero de esta edición, Fernando Méndez-Leite, presidente de la Academia de Cine, cautivó al público con un discurso lleno de emoción, evocaciones personales y profundas referencias culturales. En su intervención, hizo un recorrido por su propia trayectoria, compartiendo su visión sobre el cine y su vinculación con las tradiciones de Calanda. Destacó el legado cinematográfico de Luis Buñuel, no sólo por su revolución en el mundo del cine, sino también por cómo su obra contribuyó a dar a conocer al mundo entero la esencia de la tierra que lo vio nacer. Méndez-Leite estableció un bello paralelismo entre el séptimo arte y la identidad colectiva de Calanda, mostrando cómo la tradición y la cultura local se reflejan también en la poderosa influencia de Buñuel en el cine global.

Fin del acto

El acto concluyó con una vibrante combinación de jotas, tambores y aplausos. Las emociones del pregón dieron paso al desfile de las escuelas de tambor. Más de 500 niños y niñas, llegados desde los nueve municipios de la Ruta, llenaron de color, sonido y futuro las calles de Calanda. Para este domingo está prevista la exaltación de tambores y bombos, acto que pondrá el broche final a unas jornadas de reencuentro y pasión por una tradición que, año tras año, sigue latiendo con fuerza en el corazón del Bajo Aragón.