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Los reptiles voladores irrumpen en  El Castellar al hallar fósiles de huesos de un pterosaurio entre las icnitas Los reptiles voladores irrumpen en  El Castellar al hallar fósiles de huesos de un pterosaurio entre las icnitas
Visita al yacimiento de icnitas de El Pozo en El Castellar dentro de la jornada. Bykofoto/Antonio García

Los reptiles voladores irrumpen en El Castellar al hallar fósiles de huesos de un pterosaurio entre las icnitas

La Fundación Dinópolis descubre 40 elementos de un ejemplar del Jurásico en el yacimiento de El Pozo, que Manuel Blasco se compromete a hacer visitable
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Si en el municipio de El Castellar había de casi todo en paleontología de dinosaurios, un nuevo hallazgo de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis ha vuelto a sorprender con el descubrimiento de 40 huesos fosilizados de un reptil volador del Jurásico. Además de ser muy escasos en el registro español los restos de pterosaurios de este periodo del Mesozoico, los fósiles han aparecido en el mismo nivel del yacimiento de icnitas de El Pozo, asociados a las pisadas que dejaron impresas los dinosaurios hace 145 millones de años. El consejero de Medio Ambiente y Turismo, Manuel Blasco, comprometió este domingo el apoyo del Ejecutivo aragonés a hacer visitable el lugar mediante una actuación en este yacimiento de icnitas en el que ya se han excavado un millar de huellas, lo que lo convierte en el más importante de España de este periodo geológico.

El nuevo hallazgo fue dado a conocer por la Fundación Dinópolis durante el trascurso de la jornada Open Dino Teruel, una actividad al aire libre desarrollada en cuatro yacimientos repartidos por toda la provincia, en la que los paleontólogos de esta institución científica mostraron al público el trabajo que desarrollan y les explicaron los pormenores de cada uno de los afloramientos que se visitaron.

En El Castellar se acudió al yacimiento de icnitas de El Pozo, descubierto en 2002, declarado Bien de Interés Cultural dos años después, y en el que se están desarrollando sucesivas excavaciones para ampliar la zona visible de huellas desde 2021.

El yacimiento alberga icnitas, las pisadas de los dinosaurios que quedaron impresas en una playa de costa, puesto que hace 145 millones de años este municipio de la Sierra de Gúdar estaba al nivel del mar.

Han sido excavadas ya un millar de icnitas dejadas por diferentes tipos de dinosaurios, además de haberse encontrado también pisadas de aves que están pendientes de estudio. La sorpresa para los paleontólogos ha sido encontrar, en el mismo nivel de uno de los afloramientos de las huellas, huesos fosilizados de reptiles voladores, los pterosaurios.
 

Los animales que surcaron los cielos durante el Jurásico. En el Jurásico, mientras las masas continentales estaban dominadas por los dinosaurios y los mares por los reptiles marinos, los cielos los surcaban los pterosaurios, que eran reptiles voladores como los de la ilustración superior (Fundación Dinópolis/Adrián Blázquez). En el yacimiento de icnitas El Pozo de El Castellar han aparecido ahora fósiles de vértebras, falanges y otros elementos de estos pterosaurios (en las dos fotografías de debajo/Bykofoto/Antonio García) entre las huellas de las pisadas dejadas por los dinosaurios en una antigua playa costera.


El director gerente de la Fundación Dinópolis, Alberto Cobos, explicó que han encontrado 40 elementos entre vértebras, falanges y huesos de la cintura pélvica, la cadera del animal. Queda mucho trabajo todavía por delante para determinar a qué tipo de pterosaurio podrían corresponder estos huesos, aunque el registro en España de este tipo de fósiles del Jurásico es escaso. En la provincia de Teruel se han hallado restos de reptiles voladores en sitios como Galve y Obón, donde se describió el nuevo género Iberodactylus, pero pertenecen al Cretácico, un periodo más moderno de la era de los dinosaurios.

Cobos dijo que el hallazgo era “sorprendente” porque no se trataba de huellas de estos reptiles voladores, sino de huesos que “son extremadamente escasos en España y en la Península Ibérica”. Reconoció que habían buscado en los afloramientos de icnitas las huellas de estos reptiles voladores sin éxito, y lo que ha aparecido ahora son sus huesos en el mismo nivel donde se encuentran las pisadas dejadas por dinosaurios, algo que es totalmente inusual.

Durante la visita al yacimiento dentro de la jornada de Open Dino Teruel, los paleontólogos descubrieron el lugar donde se han encontrado, y que está cubierto para evitar que se dañen. Allí explicaron al público los pormenores de este hallazgo.

Se trata de huesos pequeños de un animal que se estima pudo tener una longitud de un metro y medio. Son huesos que eran muy frágiles porque estaban huecos para que estos animales pudieran ser muy ligeros de peso y poder volar, lo que lo convierte en un material muy delicado.

Incrustados en la roca

Parte de los huesos siguen en el yacimiento porque están incrustados en la misma roca que en su día fue la arena de una playa de costa, mientras que otros han sido llevados al laboratorio de la Fundación en Teruel para su preparación, conservación e investigación. Entre ellos hay una falange ungueal de la mano del reptil.

Sacar los fósiles de los huesos de la carcasa de la roca no es fácil, reconoció, porque están incrustados en caliza y la preparacion es lenta mediante la disolución con productos químicos. Están estudiando todavía qué hacer, aunque mediante técnicas fotogramétricas en 3D han registrado todos los fósiles para su preservación digital, lo que facilitará su estudio.

Este descubrimiento se suma al incremento del número de huellas que han aparecido en las últimas excavaciones, que llega ya al millar, pertenecientes a diferentes tipos de dinosaurios, desde saurópodos (cuadrúpedos de gran tamaño de cuello y cola largos), a ornitópodos que dejaron impresos tanto sus pies tridáctilos como sus manos redondeadas, y los terópodos (carnívoros cuyas huellas tridáctilas muestran dedos más alargados).

La parte que ha sido excavada ronda los 500 metros cuadrados, pero la superficie del yacimiento, con diez niveles, apunta a que es de más de 5.000 metros cuadrados, de ahí que los hallazgos que puedan seguir apareciendo aporten nuevos descubrimientos de interés científico, además de constituir un afloramiento privilegiado para poder ser visitado.

El Pozo no se puede visitar actualmente de forma libre y los científicos piden que la gente no se acerque para no dañarlo. En El Castellar hay tres yacimientos de huellas que sí son visitables, además de un cuarto con fósiles de huesos de Dacentrurus, un dinosaurio acorazado del Jurásico Superior.
 

Luis Mampel con el público en el yacimiento Mas de Pérez. FCPTD

La Fundación Dinópolis ya hizo entrega en su momento de un proyecto al Departamento de Medio Ambiente para acondicionar el yacimiento de El Pozo, tanto para protegerlo de posibles daños como para que el público pueda visitarlo al igual que están acondicionados otros en el mismo municipio y en otras localidades de la provincia.

Manuel Blasco asumió este domingo el compromiso de tirar adelante con ese proyecto, que dijo que requeriría, para una primera intervención, de algo menos de 200.000 euros.

El consejero reconoció que el de El Pozo es un yacimiento que por su extensión y variedad de huellas es “más espectacular y más atractivo para enseñarlo”, así como para preservarlo. “Cuanta más protección tenga, mejor”, apuntó.

“Es un yacimiento muy importante, pero conforme se va abriendo van apareciendo más metros cuadrados, más miles de huellas, y es obligación del Gobierno de Aragón seguir apoyando a la Fundación”, manifestó el titular del departamento que también tiene a su cargo el área de Turismo. Añadió que “probablemente tendremos que poner más fondos públicos del propio Fondo de Inversiones de Teruel, que es el que ha financiado toda la paleontología turolense”.

Turismo

Vecinos y vecinas de la localidad dieron fe del éxito que han tenido la intervenciones paleontológicas que se han llevado a cabo en el municipio para hacer visitables los distintos yacimientos, y convertir todo el término municipal en un gran museo al aire libre. Algunos habitantes comentaron que es frecuente ver a muchos turistas recorriendo la localidad.
 

Los paleontólogos explican los trabajos en Riodeva. FCPTD

Precisamente, la celebración de este primer Open Dino Teruel ha coincidido con el décimo aniversario de la inauguración del Dinopaseo, un recorrido musealizado por las calles del pueblo que a través de distintos elementos expositivos muestra la riqueza paleontológica del lugar con réplicas de huellas, fósiles de huesos y reconstrucciones de dinosaurios en vida.

En el municipio hay inventariados 87 yacimientos paleontológicos de la era de los dinosaurios, tanto de huesos como de icnitas, que abarcan un periodo temporal que va desde hace 150 a hace 115 millones de años.

En los distintos afloramientos de huellas se han inventariado alrededor de 2.000 pisadas, tanto del Jurásico como del Cretácico, y se han descrito dos nuevos icnogéneros a nivel mundial, Iberosauripus grandis y Deltapodus ibericus.

Divulgación

Unas 300 personas participaron este domingo en el primer Open Dino Teruel, una jornada de divulgación científica organizada por la Fundación Dinópolis en la que se mostraron al público cuatro yacimientos paleontológicos de la provincia de Teruel en distintas localidades y a la misma hora. La actividad estuvo a cargo de los paleontólogos de la Fundación y fue muy frecuentada, tanto por parte de vecinos de las localidades donde se hizo, como de visitantes que acudieron de propio tras la difusión que se hizo de la actividad.
 

Visita al yacimiento de troncos fósiles El Barranquillo en Castellote. FCPTD

El Castellar fue una de las localidades a las que más público acudió, en muchos casos familias con niños, y que pudieron conocer los trabajos y la importancia del yacimiento de icnitas de El Pozo, que no es visitable salvo en ocasiones como la del Open Dino Teruel.

En Castellote la actividad se desarrolló en el yacimiento de El Barranquillo, con árboles fósiles; en Riodeva en el yacimiento Carretera, donde se están excavando huesos de dinosaurios; y en Mosqueruela en el afloramiento de huellas de Mas de Pérez.

El director gerente de la Fundación Dinópolis, Alberto Cobos, comentó en El Castellar, donde la iniciativa fue seguida por más de un centenar de personas, que la intención es seguir realizando esta actividad en próximas ediciones. Argumentó que el éxito estaba asegurado “desde el momento que hemos querido mostrar la potencia paleontológica de Teruel”.

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