Aflora la inmensa riqueza del yacimiento de icnitas de dinosaurio de El Pozo en El Castellar
Nuevos hallazgos de la Fundación Dinópolis lo colocan como uno de los más importantes de la Península IbéricaLos nuevos hallazgos de huellas de dinosaurio que está realizando la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis en el yacimiento de El Pozo en el municipio de El Castellar perfilan este afloramiento de icnitas como uno de los más importantes del Jurásico Superior en la Península Ibérica, según indicó ayer el director de la excavación, Alberto Cobos. Los trabajos, de momento, han permitido sacar a la luz 40 metros cuadrados más de lo que se conocía, puesto que este yacimiento se descubrió en 2002 y tan solo dos años después fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) por el Gobierno de Aragón.
El yacimiento de icnitas de El Pozo ha dado más de una alegría a los paleontólogos de la Fundación Dinópolis, ya que en uno de los niveles donde aparecen las pisadas se describieron hace unos años las huellas más pequeñas del mundo de ornitópodos en marcha cuadrúpeda, mientras que en otros han aparecido importantes huellas de saurópodos (dinosaurios de gran tamaño cuadrúpedos y de cuello y cola largos), entre ellas una mano (de la pata delantera) con su característica forma arriñonada.
Ahora están apareciendo más tipos de huellas de las descritas en anteriores trabajos científicos, que deberán ser estudiadas por los paleontólogos de la Fundación, muchas de ellas tridáctilas. Los alumnos del curso de Paleontología y Desarrollo de la Universidad de Verano de Teruel (UVT) han podido disfrutar durante los tres últimos días de esos hallazgos porque han realizado prácticas en El Pozo y han sacado a la luz ellos mismos nuevas pisadas de los gigantes del Jurásico.
Excavación
Durante el miércoles y el jueves los alumnos del curso realizaron prácticas de excavación por la mañana y por la tarde repartidos en dos grupos diferenciados, de forma que los que no acudían al afloramiento realizaban prospecciones en busca de nuevos yacimientos con los paleontólogos de la Fundación.
El viernes por la mañana coincidieron todos en El Pozo en el último día del curso y era visible la emoción con que excavaban debido a la riqueza del afloramiento, ya que a cada nueva capa de tierra que quitaban aparecían nuevas pisadas. La excavación del nuevo nivel en el que se está trabajando la habían iniciado los paleontólogos de la Fundación Dinópolis, que proseguirán con ella.
En total se han descubierto 40 metros cuadrados más de los que ya se conocían, de los cuales los alumnos de la UVT han podido excavar unos 25 metros cuadrados, según explicó el director del yacimiento y secretario del curso, Alberto Cobos.
Si excavar un yacimiento con esa riqueza ya era de por sí un aliciente, durante estos días han podido compartir esa experiencia con los tres paleontólogos más veteranos de la Fundación, tanto con Cobos como con Luis Alcalá, director gerente saliente y director del curso, y Rafael Royo-Torres, que fue el primer paleontólogo que entró a trabajar en esta institución científica y que ahora es profesor de la Universidad de Zaragoza.
En la mañana de ayer era emocionante ver cómo salían nuevas huellas con forma tridáctila, además de las redondas de los saurópodos, que ahora habrá que determinar en los estudios posteriores que se hagan si corresponden a dinosaurios ornitópodos o a terópodos (carnívoros), lo que dependerá de factores como su morfología o la presencia de huellas de manos asociadas.
Cobos aseguró que la excavación del yacimiento va a continuar y que los resultados hasta ahora son “muy prometedores”. Todo dependerá de la continuidad de las capas de caliza, que es la roca donde aparecen fosilizadas las huellas como si estuviesen impresas, y que se encuentran debajo de capas de tierra que es lo que se está retirando.
Su extensión no podrá determinarse hasta que prosigan los trabajos y se vea hasta dónde pueden llegar esas capas de caliza, en la que que junto a las huellas de dinosaurios se aprecian ripples, ondulaciones del terreno provocadas por las mareas en las playas.
Esas marcas sitúan el ecosistema en el que se produjeron esas pisadas que con el tiempo fosilizaron y se han conservado hasta nuestros días en estratos de la Formación Villar del Arzobispo en el Jurásico Superior, hace 145 millones de años, el mismo periodo en el que vivió Turiasaurus riodevensis. Los ripples indican que las pisadas quedaron impresas en playas de zonas deltaicas de ríos, ya que son las marcas que se forman en la arena por el movimiento de la marea.
Huellas tridáctilas
Cobos explicó que junto a las huellas saurópodas redondas, que son las más habituales en el nivel más inferior que lleva excavado hace tiempo, han aparecido varios morfotipos distintos de huellas tridáctilas de diferentes tamaños, desde los 4 centímetros aproximadamente las más pequeñas, hasta los 30 centímetros las más grandes.
El director de la excavación indicó que el número de huellas que han aparecido este año ronda el medio centenar. Valoró además que en esta etapa están surgiendo nuevos tipos de icnitas diferentes de las que se habían definido hasta ahora, por lo que el estudio científico es prometedor.
Cobos apuntó además que la extensión y variedad de huellas que se están encontrando convirten el yacimiento en un sitio idóneo para poder hacerlo visitable más adelante una vez que se haya estudiado.
En El Castellar ya hay dos afloramientos de icnitas que son visitables, el de El Castellar, donde se definieron los nuevos icnogéneros Deltapodus ibericus (correspondiente a ornitópodos), e Iberosauripus grandis (pertenecientes a un gran dinosaurio carnívoro); y el yacimiento Camino del Berzal, con huellas saurópodas de gran tamaño también en ambos afloramientos.
Cobos destacó también la buena preservación de las huellas que están apareciendo bajo la capa de tierra que las cubría, y recalcó que habrá que esperar a realizar su estudio para tomar una determinación, si bien estimó que el sitio es muy apropiado para hacerlo visitable por la variedad de pisadas que hay y porque son fáciles de distinguir para que pueda disfrutarlas el público.
El yacimiento de icnitas de El Pozo se compone de cuatro niveles en sucesivas capas de roca caliza. La Fundación Dinópolis y la Escuela Taller de Restauración Paleontológica de la Dirección General de Patrimonio, que estuvo funcionando durante varios años, intervinieron y preservaron varios niveles, pero el yacimiento no ha sido excavado todavía en profundidad ni se sabe la extensión de puede tener. La campaña de este año se está haciendo con una ayuda del Departamento de Presidencia y Relaciones Institucionales del Gobierno de Aragón y la intención es seguir excavándolo hasta final de año.
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