Un niño se dirige al vehículo de transporte escolar que va de Burbáguena a Báguena, el pasado martes, día en que se estrenó la ruta
Los niños de Burbáguena estrenan ruta escolar para ir al colegio de Báguena
Era una petición de algunas familias que prefieren este centro escolar, a dos kilómetros de casa
Los niños de Burbáguena ya cuentan, desde el pasado martes, con desplazamiento escolar gratuito hasta el CRA (Colegio Rural Agrupado) Eras del Jiloca, de Báguena. Está situado a dos kilómetros de Burbáguena, frente a los 15 kilómetros de distancia que hay hasta Calamocha, el centro escolar de referencia al estar en la cabecera comarcal, y esa cercanía es el principal motivo que esgrimían algunos padres para solicitar la gratuidad en el transporte hasta Báguena. Otro de los motivos es que se trata de una escuela unitaria, un modelo educativo por el que apuestan cada vez más progenitores debido a la atención personalizada y al aprendizaje internivelar que ofrece.
Un total de cuatro escolares de Burbáguena ya empezaron el curso en el CRA Eras del Jiloca pese a que no contaban con transporte gratuito y eran sus tutores los responsables del desplazamiento. La llegada de nuevos niños a la Casa Burbáguena, el centro de acogida de migrantes, hizo que Accem, que es la ONG que lo gestiona, solicitara transporte para llevar a esos niños a Báguena, un colegio de menor tamaño donde la integración es más sencilla.
Desde Educación indicaron que la puesta en marcha esta misma semana de la ruta responde a la petición de las familias y añadieron que se ha complementado con un incremento del personal docente, al dotar de un maestro de Infantil más al CRA.
La llegada de estos nuevos niños de otros pueblos ha cambiado el panorama del colegio de Báguena, donde comenzaron el curso ocho pequeños, cuatro de ellos de municipios cercanos, y ahora son quince, de los que once proceden de otras localidades del Jiloca.
La puesta en funcionamiento de la nueva ruta ha sido fácil ya que, como apuntan algunos padres, se ha aprovechado el autobús que transporta a los chavales hasta el instituto de Calamocha para que, una vez dejados, recoja a los pequeños para llevarlos hasta Báguena. Entre los niños que se desplazan hay uno de Calamocha y otro de Luco del Jiloca.
Silvia Benedí es una de las madres que lleva a su hija a Báguena desde Burbáguena y asegura que lo hace porque “es lógico que, teniendo un colegio a dos kilómetros, no tenga que desplazarse quince”, asegura. Además, señala que es una distancia que los niños podrían recorrer incluso andando o en bicicleta a través de la vía verde. Otro de los motivos que esgrime Benedí es su preferencia por la formación que ofrecen las escuelas unitarias, que es “más cercana y humana”, además de favorecer el aprendizaje por imitación hacia los niños mayores y el cuidado de los más pequeños.
Silvia Benedí indica que fue la petición formulada por la ONG Accem para los niños del centro de refugiados la que materializó el deseo que ya tenían muchos padres de la gratuidad del transporte hasta Báguena, pero añadió que desde el proyecto Tribu Rural, en el que colaboran los ayuntamientos de Báguena y de Burbáguena, se ha logrado contar con servicio de acompañamiento para comer y actividades extraescolares para el alumnado del CRA Eras del Jiloca. Tribu Rural ha contado también con fondos europeos a través de un proyecto de cooperación entre particulares que se presentó al grupo Leader que gestiona Adri Jiloca Gallocanta. A estos servicios se suman los madrugadores, que es la atención del Gobierno de Aragón para los niños desde primera hora hasta el inicio de las clases.
Báguena no cuenta con comedor escolar, sino que el centro educativo ha cedido un espacio al Ayuntamiento para el acompañamiento a los niños durante la comida, según explicó el director, Sergio Gómez. Catorce de los quince niños hacen uso de este servicio y cada uno lleva su fiambrera de casa, aunque cuentan con una persona que les atiende y supervisa. En el colegio se imparten las clases en jornada continua, pero las familias necesitaban contar con servicio de comedor para mejorar la conciliación.
Esta apuesta por aglutinar a varios pueblos en un CRA cercano y no en la cabecera comarcal es una propuesta que llevan tiempo trabajando en la zona de influencia del CRA Eras del Jiloca. Así, Silvia Benedí, madre de una de las alumnas, aseguró que hay niños que se desplazan desde la Sierra de Oriche hasta Calamocha y para los que la escolarización en Báguena supondría una reducción del tiempo de viaje de en torno a quince minutos.
Esto además ayuda a las pequeñas escuelas a mantenerse abiertas. Nutrirse de alumnado de localidades cercanas supone una garantía de futuro para Báguena, puesto que en la localidad el curso pasado solo hubo cinco alumnos y lleva años en la cuerda floja. El CRA Eras del Jiloca está formado por el aula de Báguena y la de El Poyo del Cid, cuenta en total con siete profesores, cuatro de ellos para atender a Báguena, pero algunos de ellos itinerantes, según especificó el director del CRA, Sergio Gómez, quien detalló que hay alumnos desde los 3 años hasta sexto curso de Educación Primaria.
Un total de cuatro escolares de Burbáguena ya empezaron el curso en el CRA Eras del Jiloca pese a que no contaban con transporte gratuito y eran sus tutores los responsables del desplazamiento. La llegada de nuevos niños a la Casa Burbáguena, el centro de acogida de migrantes, hizo que Accem, que es la ONG que lo gestiona, solicitara transporte para llevar a esos niños a Báguena, un colegio de menor tamaño donde la integración es más sencilla.
Desde Educación indicaron que la puesta en marcha esta misma semana de la ruta responde a la petición de las familias y añadieron que se ha complementado con un incremento del personal docente, al dotar de un maestro de Infantil más al CRA.
La llegada de estos nuevos niños de otros pueblos ha cambiado el panorama del colegio de Báguena, donde comenzaron el curso ocho pequeños, cuatro de ellos de municipios cercanos, y ahora son quince, de los que once proceden de otras localidades del Jiloca.
Cuestión de lógica
La puesta en funcionamiento de la nueva ruta ha sido fácil ya que, como apuntan algunos padres, se ha aprovechado el autobús que transporta a los chavales hasta el instituto de Calamocha para que, una vez dejados, recoja a los pequeños para llevarlos hasta Báguena. Entre los niños que se desplazan hay uno de Calamocha y otro de Luco del Jiloca.
Silvia Benedí es una de las madres que lleva a su hija a Báguena desde Burbáguena y asegura que lo hace porque “es lógico que, teniendo un colegio a dos kilómetros, no tenga que desplazarse quince”, asegura. Además, señala que es una distancia que los niños podrían recorrer incluso andando o en bicicleta a través de la vía verde. Otro de los motivos que esgrime Benedí es su preferencia por la formación que ofrecen las escuelas unitarias, que es “más cercana y humana”, además de favorecer el aprendizaje por imitación hacia los niños mayores y el cuidado de los más pequeños.
Acompañamiento para comer
Silvia Benedí indica que fue la petición formulada por la ONG Accem para los niños del centro de refugiados la que materializó el deseo que ya tenían muchos padres de la gratuidad del transporte hasta Báguena, pero añadió que desde el proyecto Tribu Rural, en el que colaboran los ayuntamientos de Báguena y de Burbáguena, se ha logrado contar con servicio de acompañamiento para comer y actividades extraescolares para el alumnado del CRA Eras del Jiloca. Tribu Rural ha contado también con fondos europeos a través de un proyecto de cooperación entre particulares que se presentó al grupo Leader que gestiona Adri Jiloca Gallocanta. A estos servicios se suman los madrugadores, que es la atención del Gobierno de Aragón para los niños desde primera hora hasta el inicio de las clases.
Báguena no cuenta con comedor escolar, sino que el centro educativo ha cedido un espacio al Ayuntamiento para el acompañamiento a los niños durante la comida, según explicó el director, Sergio Gómez. Catorce de los quince niños hacen uso de este servicio y cada uno lleva su fiambrera de casa, aunque cuentan con una persona que les atiende y supervisa. En el colegio se imparten las clases en jornada continua, pero las familias necesitaban contar con servicio de comedor para mejorar la conciliación.
Mantener vivas las escuelas
Esta apuesta por aglutinar a varios pueblos en un CRA cercano y no en la cabecera comarcal es una propuesta que llevan tiempo trabajando en la zona de influencia del CRA Eras del Jiloca. Así, Silvia Benedí, madre de una de las alumnas, aseguró que hay niños que se desplazan desde la Sierra de Oriche hasta Calamocha y para los que la escolarización en Báguena supondría una reducción del tiempo de viaje de en torno a quince minutos.
Esto además ayuda a las pequeñas escuelas a mantenerse abiertas. Nutrirse de alumnado de localidades cercanas supone una garantía de futuro para Báguena, puesto que en la localidad el curso pasado solo hubo cinco alumnos y lleva años en la cuerda floja. El CRA Eras del Jiloca está formado por el aula de Báguena y la de El Poyo del Cid, cuenta en total con siete profesores, cuatro de ellos para atender a Báguena, pero algunos de ellos itinerantes, según especificó el director del CRA, Sergio Gómez, quien detalló que hay alumnos desde los 3 años hasta sexto curso de Educación Primaria.
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