Los geógrafos alertan del impacto visual de los molinos en muchos pueblos del Jiloca

El impacto visual que generará el clúster eólico de Forestalia PEol-765AC que proyecta la instalación de 149 aerogeneradores en las comarcas del Jiloca, Comunidad de Teruel y Sierra de Albarracín será en algunos pueblos del Valle del Jiloca muy grande, al visualizar más de un centenar de aparatos. Desde el casco urbano de Caminreal se verán un total de 117 y en el de Fuentes Claras, 101. Se da la circunstancia de que en ninguno de estos dos términos municipales hay proyectados parques, por lo que no percibirán cuantía económica.

Un cálculo de visibilidad realizado por el profesor asociado del departamento de Geografía de la Universidad de Valencia y especialista en cartografía de impacto, Ghaleb Fansa Saleh, junto al catedrático de Geografía Física de la Universidad de Valencia y miembro del Colectivo Sollavientos, Alejandro Pérez Cueva, desvela que el impacto visual será “extremadamente fuerte” en un amplio territorio provincial que se extiende desde los llanos de Caudé hasta la localidad de Calamocha. “El efecto de que las cumbres de las montañas están llenas de molinos sería máximo”, advierte el geógrafo del Colectivo Sollavientos. El estudio se llevó a cabo para adjuntarlo con las alegaciones que la Plataforma en Defensa del Paisaje ha presentado al clúster PEol-765AC .

Visibles a muchos kilómetros

Los especialistas matizan que los molinos no solo se verán a una distancia de 10 kilómetros, que son los cálculos que incluye Forestalia en el proyecto presentado para el proceso de información pública, sino que se apreciarán perfectamente a una distancia mucho mayor y modificarán “totalmente” el paisaje de todo el corredor que atraviesa la A-23. Los molinos se observarán incluso desde varios puntos de la provincia de Zaragoza y desde Molina de Aragón, en Guadalajara.

Pérez Cueva relata que realizaron un cálculo del número de molinos que se verían desde las coordenadas del mapa topográfico de cada pueblo y en algunos, como Caminreal –donde además no hay proyectado ningún parque– se apreciarán hasta 117 aerogeneradores.

En la capital turolense también serán visibles y, según los cálculos de Pérez Cueva y Fansa Saleh en el punto oficial de las coordenadas -que es el que han tomado como referencia para las distintas localidades– se apreciarán un total de 16, aunque habrá zonas altas en las que se verá un número mayor y en zonas bajas serán menos los molinos que estarán en el campo visual de los ciudadanos.

El cálculo se ha realizado tomando como referencia la altura de buje, que es de 115 metros, aunque si se tienen en cuenta las palas los molinos alcanzan los 200 metros. Otro parámetro que se ha incluido en la ecuación es la altura del observador, que no es a ras de suelo, sino a 1,70 metros, según explican los investigadores.

Precisamente es la altura del observador lo que posiblemente provoca las diferencias -de entre un 10% y un 20% en el número de molinos visibles– entre los estudios realizados por el Colectivo Sollavientos y los ejecutados por Forestalia, aunque son conclusiones a las que han llegado los geógrafos puesto que en el documento presentado no se ha incluido la metodología empleada.

Los profesores de la Universidad de Valencia señalan que ambos métodos utilizados son validables, pero comentan que la falta de descripción metodología sería suficiente para rechazar el informe presentado: “Un estudio científico debe de poder ser comprobado por parte de un investigador externo”, plantean.

Resultados irreales

En este sentido, Alejandro Pérez Cuevas señala que “básicamente daban resultados bastante parecidos para las distancias que ellos planteaban, pero en ese informe no atienden determinadas cuestiones, como la cuenca visual máxima”, que es la cantidad de molinos que se ven. En los documentos solo tienen en cuenta la visibilidad a 2, 5 o 10 kilómetros. “Si solo se estudia la visibilidad a un máximo de diez kilómetros los niveles son muy moderados”, dicen los expertos, que añaden que también resultan irreales puesto que los aparatos de 200 metros son visibles a una distancia mucho mayor.

Además, en el informe de la empresa promotora, alertan los geógrafos, solo se incluye el impacto visual para aquellos municipios situados a menos de  10 kilómetros de los aparatos energéticos, lo que reduce sustancialmente el número de localidades desde las que el paisaje se verá modificado con la implantación de las renovables.

Precisamente es la valoración de únicamente a esas distancias lo que hace que el impacto visual sea tan diferente en el mapa de Forestalia y en el del Colectivo Sollavientos. “Es curioso porque en la zona de máximo impacto no hay en su mapa ningún impacto”, comenta Alejandro Pérez Cueva. En el territorio situado entre los llanos de Caudé y Calamocha hay “visibilidades continuas de entre 80 y el máximo de aerogeneradores, solo se salvan los barrancos hondos que bajan desde el Este de la Sierra Palomera”, comenta el especialista en geografía física.

Según el estudio elaborado por los investigadores de la Universidad de Valencia, en Pozuel del Campo se verán 85 molinos, aunque solo uno de ellos se localiza en el propio término. En Villafranca del Campo hay proyectados siete aparatos y desde el casco urbano verán un total de 67. Además, los parques se visualizarán desde numerosas poblaciones que no están incluidas en el proyecto y, por tanto, no obtendrán ventajas económicas directas, como Calamocha, donde se verán 63; Cella (55), Monreal del Campo (61), Torrelacárcel (77); Torremocha (69) o Villarquemado, desde donde se observarán hasta 66 molinos. Todos estos datos corresponden a los cascos urbanos puesto que se han elaborado desde las coordenadas de los municipios.

Uno de los lugares desde donde no serán visibles los aerogeneradores es la ciudad de Albarracín, puesto que está situada en una hondonada. Sí serán claramente visibles en el altiplano entre Pozondón y la zona de Rodenas, situados en el epicentro de los parques y desde donde, sin embargo, no se observan los de la zona de Pozuel y Blancas.

La localización geográfica del casco urbano hace que en Bueña no se vea ninguno desde la población, aunque la media para el término municipal es de 57. También han analizado la media de molinos que se verán en el conjunto del término, que en el caso de Fuentes Claras es de 83.

En Alba se atisbarán desde el término 29 y desde Pozondón, 23, una cifra que se eleva hasta los 38 en el casco urbano debido a la falta de barreras topográficas. Alejandro Pérez Cuevas puntualiza que en Pozondón está uno de los puntos con mayor impacto visual, concretamente la zona de la ermita de Los Santos de la Piedra, desde donde se avistarán 135. Ninguno de los molinos que se ven está situado en el propio término municipal ya que en los terrenos de esta localidad Forestalia no ha proyectado ninguna actuación eólica.

El uso de los colores

El especialista indica que los colores utilizados en el informe de la empresa promotora están en la gama de los azules verdosos y los amarillos crema. “Utilizan el verde para las zonas donde se ven hasta 40 molinos, otro tono de verde hasta 60 y los cremas y ocres suaves hasta 80”, relata, para añadir que solo utilizan el rojo –y no intenso– para localizar los territorios donde se verán más de 80 molinos a una distancia de hasta 10 kilómetros, que es la que, según dicen los docentes de la Universidad de Valencia, se ha tenido en cuenta en todo momento.

Este mapa poco tiene que ver, visualmente hablando, con el realizado por la Plataforma en Defensa de los Paisajes de Teruel, que utiliza el amarillo para el impacto moderado, de menos de diez aparatos energéticos; naranja para las zonas donde se verán hasta 40 (impacto fuerte); naranja intenso para los territorios con entre 40 y 80 molinos a la vista (impacto muy fuerte) y un rojo fuerte para las zonas en las que la visibilidad de aerogeneradores supera los 80 (impacto extremadamente fuerte).