Libros recurre a un contenedor de barco para almacenar sus fondos bibliográficos

Una vida seguramente no sea tiempo suficiente para leer todo el material literario que ha recibido el municipio de Libros después de haber puesto en marcha la campaña Libros para Libros, que ha desbordado todas las previsiones y que ha obligado al consistorio a recurrir a un contenedor de barco para almacenar los cerca de 100.000 ejemplares (aproximadamente) que se amontonaban en los bajos del edificio del ayuntamiento, “que se nos ha quedado bastante pequeño y, de hecho, hemos tenido que comprar un contenedor de barco de 12 metros de largo por 3 de ancho y 3 de alto y lo tenemos lleno”, reconoció el propio alcalde de Libros, Raúl Arana, de pie, junto al enorme cajón metálico en el apenas caben ya más volúmenes.

De hecho, el Ayuntamiento ha tenido ya que recurrir a la nave de un vecino para seguir almacenando más y más libros, cinco palés hasta ahora, que no paran de llegar a Libros.

Y eso que desde el municipio se ha tratado de frenar el tsunami de volúmenes que, desde que se pusiera en marcha la campaña hace menos de dos años, no deja de llegar a Libros. “La semana pasada me dejaron aquí, en la puerta, 20 cajas”, dijo resignado el alcalde, que añadió que “alguna vez me llaman y digo que no, que ya no recibimos más porque ya no podemos albergar más”, al menos hasta que el proyecto de la biblioteca - hotel se convierta en una realidad. “No podemos ya albergar más hasta que no tengamos la biblioteca hotel no podemos seguir recibiendo porque no tenemos medios ya para guardarlos”, explicó Arana.

“Hace días que dejamos de contar ... a ojo, calculo que tendremos ya 100.000 libros, seguro”, dijo el edil, que confesó que sí que siente curiosidad por saber la cantidad real de ejemplares que han llegado al municipio desde que en junio de 2023 pusiera en marcha la campaña que se hizo viral y que sirvió para poner Libros en el mapa de la Cultura.

El proyecto

Los miles de libros que se amontonan en cajas dentro del contenedor están a la espera de que se pueda llevar a cabo el proyecto planteado por el equipo de gobierno municipal de crear una biblioteca - hotel. El municipio ya tiene el proyecto, redactado por César Vidal, un arquitecto con un estrecho vínculo con le municipio y autor de las placas con los nombres de escritores con las que se otorga una segunda nomenclatura (no oficial) a las calles del casco urbano.

Ahora, Libros se encuentra a la espera de financiación para poder comenzar la construcción del edificio que albergue sus ingentes fondos bibliográficos y que aloje a estudiosos que quieran aprovechar esos fondos. “Estamos a la espera de que salga una subvención del Gobierno de Aragón, de Europa o de donde sea”, dijo Arana.

Desde que se puso en marcha la campaña Libros para Libros, la vida en el municipio ha cambiado a mejor. “Parece una tontería, que gracias a la cultura es que el pueblo todo el fin de semana tiene gente”, confirmó el alcalde, Raúl Arana, que recibe un goteo constante de peticiones de información sobre la localidad, sobre la posibilidad de realizar visitas guiadas. Así, se ha pasado “de no venir nadie a que vengan autobuses”, dijo Arana, que confirmó que “ya han venido varios, y les hacen una visita guiada, les enseñan las minas, les hablan un poco del pueblo, de las calles, de los escritores”.

Este interés por Libros ha tenido un efecto directo en el día a día local. “Somos un pueblo de 100 habitantes, de los que estaremos unos 50 que dormimos aquí, y tenemos dos bares. Eso quiere decir que funcionan. Y eso no significa que los vecinos estemos todo el día en el bar, sino que viene mucha gente”, reflexionó el primer edil, que refirió junto al potencial cultural de que se ha investido el municipio, otras actividades como las vías ferratas “que también tienen su público y que según la época del año trae más o menos gente”.

“Viene mucha gente, hemos pasado de cero a mucho”, resumió.