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La información de las aves capturadas revela el papel de los Ojos de la Rifa como un oasis de biodiversidad La información de las aves capturadas revela el papel de los Ojos de la Rifa como un oasis de biodiversidad
Voluntarios anillan a un ejemplar capturado en la Estación de Anillamiento

La información de las aves capturadas revela el papel de los Ojos de la Rifa como un oasis de biodiversidad

Los datos recogidos durante los primeros doce meses de observación confirman el valor natural de este humedal
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José Luis Rubio

Los datos recogidos tras el primer año de trabajo en la estación de anillamiento de aves de los Ojos de la Rifa, en Caminreal, confirman el alto valor ecológico de este humedal como punto de parada, más o menos prolongada, de un buen número de especies de pequeñas aves migratorias en su tránsito entre el norte de europa y las zonas de invernada en el continente africano.

Tras la captura de más de 1.200 aves, la información recogida por la Estación de Anillamiento de Aves Ojos de la Rifa (EAOR) recalcan el valor faunístico de este entorno en el que concurren distintos hábitats y en el que, a pesar de su reducida extensión, habitan especies de alto interés ornitológico.

Las redes se controlaban por la mañana y por la tarde en la estación de esfuerzo constante durante todo un año


La EAOR la compone un grupo de naturalistas vinculados al Centro de Estudios del Jiloca y a la Asociación Amigos de Gallocanta que comparten el interés por conocer la avifauna de este espacio natural. Además, tiene carácter voluntario (ciencia ciudadana) por lo que carece de apoyo económico alguno, aunque desde la Estación se recuerda con frecuencia que los datos que recopila se trasladan al Gobierno de Aragón.

Los Ojos de la Rifa son zona de cría regular de especies como la garza imperial, el aguilucho lagunero, el ánade azulón, la gallineta de agua, el rascón europeo y, ocasionalmente, de la polluela chica, siendo uno de las poquísimos humedales aragoneses donde nidifica este escaso rálido. Es utilizado durante los pasos migratorios por numerosas especies de aves acuáticas como ardeidas, limícolas y pequeños pájaros. Durante la invernada, igualmente, ofrece refugio y alimento a rapaces, limícolas, anátidas, grullas y otros paseriformes. Ofrece, además, su hábitat a otros vertebrados de interés, como el pez lobo de río (tal vez ya extinto) o la nutria europea.

Ejemplar de andarríos grande, en mano y en su proceso de anillamiento


En los primeros doce meses de actividad en la estación de esfuerzo constante se ha capturado un total 1.217 aves. De ellas 1.072 fueron anilladas y 145 ejemplares fueron controles, que ya llevaban anilla, no considerándose aquellos ejemplares que fueron capturados a lo largo de ese mismo día. De los 145 controles solo uno fue ajeno. De las 1.072 anillas puestas por la Estación de Anillamiento de Aves Ojos de la Rifa EAOR solo se tiene noticias de una que haya sido recuperada externamente.

Para la toma de estos datos se ha realizado un esfuerzo constante y desde el primer momento y en cada sector se han mantenido la posición, el número de metros de red, la periodicidad y la duración de las jornadas, realizándose dos dobles jornadas cada quincena de todos los meses del año. Así, se seleccionaron días con una meteorología lo más favorable posible en cuanto al viento y la lluvia. Las redes se montaban al inicio de la tarde (en una hora variable en función de la época del año), se recogían al crepúsculo y se volvían a abrir al amanecer de la mañana siguiente hasta completar el horario. No se modificó el comportamiento de las aves utilizando reclamos sonoros o aportando alimento para atraerlas a las redes. Las capturas son pues fruto de los movimientos espontáneos de las mismas dentro del humedal.

Los datos recogidos durante estos primeros doce meses de trabajo han permitido extraer datos en cuanto a la especie, el sexo o la edad, además de la longitud máxima del ala y se han tomado datos de la condición física (peso, grasa, músculo), de la actividad reproductora (placa incubatriz) y de la muda.

Los registros recogidos se cruzan con los de la base de datos de SEO/BirdLife, la entidad que proporciona las anillas y a la que está vinculada el Grupo Aragón de Anillamiento de Aves, al que pertenecemos los anilladores que gestionamos la Estación de Anillamiento de Aves Ojos de la Rifa.

Datos, datos, datos

En su primer año, la Estación de Anillamiento de Aves Ojos de la Rifa capturó un total de 1.217 aves, de las que 1-072 fueron anilladas y se constató que otros 145 ya habían sido anilladas con anterioridad.

En cuanto a las estaciones, el invierno fue en la que se produjo un menor número de capturas (6,6%). Estas se incrementaron en la primavera (17,9%), coincidiendo con la migración prenupcial y el periodo reproductor. En el verano concurren la salida del nido de las crías y el paso migratorio postnupcial, lo que hace que concentre más de la mitad del total de las capturas anuales (57,1%). Por último, el otoño aportó una cifra similar a la primaveral.

La variación horaria de las capturas resultó muy acusada. Casi las dos terceras partes de las mismas (65,9%) correspondieron al crepúsculo y al alba. La concentración de las capturas en la última y primera hora de luz diaria fue máxima durante el invierno (72,5%) y verano (72,7%) y mínima en primavera (49,1%).

También se pudieron constatar diferencias en el número de capturas entre los sectores. El sector 1 (sargal y junquera), que ofrecía el 42,0% de la longitud total de red, tan solo aportó en promedio el 25,4% de las capturas, siendo máximo en primavera (49,7%) y mínimo en invierno (16,4%). El sector 2 (prado abierto), que contaba con el 58,0% de la longitud total de la red, rindió el 74,6% de las aves capturadas siendo máximos los valores en verano (83,0%) y mínimos en primavera (50,3%).

Se han anillado especies que pueden considerarse sedentarias por estar presentes durante todo el año. Es el caso del ruiseñor de acequia, zaiquero o cetia ruiseñor. De los 77 ruiseñores zaiqueros capturados (6,3% del total), 43 corresponden a recuperaciones, lo que la hace la especie más controlada de todas las anilladas (29,7% de los casos) en este año.
 

Tres ruiseñores pechiazules, una especie muy interesante que mantiene una población invernante en los Ojos de la Rifa


Algunas especies, como la tarabilla común o el gurriato de reclija. Tan solo están ausentes (o presentes en poblaciones muy escasas) durante el periodo invernal en el humedal. Precisamente, el gurriato de reclija ha sido, junto con el ruiseñor de acequia, la cuarta especie en cuanto a número de capturas (77) y es una especie sedentaria en el valle del Jiloca que tiende a evitar este humedal durante la invernada.

La población de gorrión moruno de los Ojos de la Rifa ha sido recientemente descubierta y ofrece un efectivo notable, a tenor de las 43 capturas en la EAOR, casi todas ellas en entradas (o salidas) al carrizal para su uso como dormidero. Otros paseriformes de carácter sedentario han sido anillados en la EAOR durante este periodo.

Algunas especies de pájaros estuvieron presentes tan solo durante el periodo reproductor y los pasos migratorios. Este es el caso de la boyerica o lavandera boyera, que ha sido,con mucho, la especie más abundante en cuanto a capturas (442) suponiendo por sí misma más de un tercio (36,3%) del total y la tercera en cuanto a recuperaciones (27 casos, el 18,6% de todas ellas).

El último tipo de patrón es el de aquellas especies que tan solo están presentes exclusivamente durante los pasos migratorios, estando ausentes en el periodo reproductor o durante el invierno, como el alica o papamoscas cerrojillo o el mosquitero musical.

La práctica totalidad de las aves capturadas en la EAOR en su primer año de andadura pertenecen al orden Passeriformes (99,1%) como es lógico por la metodología seguida. Sin embargo, se han capturado algunos ejemplares pertenecientes a especies de otros órdenes como un ejemplar de águila topera, otro de azor común y dos ejemplares de becacina o agachadiza común. También otros como el carpintero, el abejaruco común y la codorniz común.

El paraje está incluido en el Catálogo de Humedales Singulares de Aragón

Los Ojos de la Rifa tienen un gran interés ornitológico. Es zona de cría regular garza imperial, aguilucho lagunero, ánade azulón, gallineta de agua, rascón europeo y, ocasionalmente, de la polluela chica, siendo uno de las poquísimos humedales aragoneses donde nidifica este escaso rálido. Es utilizado durante los pasos migratorios por numerosas especies de aves acuáticas y durante la invernada ofrece refugio y alimento a rapaces, limícolas, anátidas, grullas y otros paseriformes.

Por su interés hidrogeológico, botánico y faunístico fue incluido en el Catálogo de Humedales Singulares de Aragón, decreto 204/2010, de 2 de noviembre, junto con los Ojos de Fuentes Claras y de Monreal dentro del Complejo de descarga de aguas subterráneas del Alto Jiloca. Sin embargo, no forma parte de la Red Natura 2000.

En este humedal se seleccionó una zona de los Ojos Altos de la Rifa en la que concurren hábitats de interés como 0 carrizal, junquera, sargal y prados con aneas y otros helófitos. Es representativo del paisaje vegetal que tendrían los antiguos prados de la Rifa. Estos ambientes palustres se complementan con otros propios del paisaje agrícola del valle del Jiloca: cultivos de regadío, acequias y cultivos de secano.
 

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