El Museo de Teruel finaliza los trabajos de conservación y restauración en el yacimiento de La Caridad

El Museo de Teruel, entidad dependiente de la Diputación de Teruel (DPT), ha finalizado los trabajos de conservación y restauración en el yacimiento arqueológico de La Caridad, situada en el municipio de Caminreal. El presidente de la DPT, Manuel Rando, y el diputado de Cultura, Diego Piñeiro, han recorrido los restos de la antigua ciudad junto a la consejera de Presidencia del Gobierno de Aragón, Mayte Pérez, y con el director del Museo de Teruel, Jaime Vicente, los directores facultativos del proyecto y de la empresa concesionaria que ha actuado sobre el yacimiento propiedad de la DPT, en el que el Museo ha conseguido sacar a la luz más de 29 casas, 6 calles con sus correspondientes instalaciones, como canales de agua, y un conjunto de objetos que nos aproximan al estilo de vida de los siglos II y I a. C en esta zona del territorio.

El yacimiento “va a dar vida cultural y turística a Caminreal y a toda la Comarca del Jiloca”, ha destacado el presidente Rando y ha señalado que el trabajo realizado ha sido “muy minucioso, es muy complicado pero la verdad es que ha quedado muy bien”. “Merece la pena invertir en fines patrimoniales y gracias al Fondo de Inversiones de Teruel (Fite) hemos podido llevar a cabo” esta actuación en la antigua ciudad de La Caridad, ha subrayado el presidente. “Este año hay presupuesto para seguir con las excavaciones y seguiremos con ellas porque lo que me gustaría es que esto no parase”.

Para apoyar el trabajo realizado por el Museo en esta excavación desde 1984 y evitar el deterioro del yacimiento con el paso del tiempo, la institución provincial aprobó, el pasado mes de abril, un proyecto de conservación y restauración dotado con más de 400.000 euros. Dicho proyecto, financiado por el Fite del Gobierno de España y el Gobierno de Aragón, se licitó y adjudicó a la empresa Ártyco, especializada en restauración y conservación de estructuras, que ha realizado labores de limpieza, tratamiento de hongos y líquenes, así como de consolidación de las estructuras originales, durante los últimos seis meses.

Tras conversar con los técnicos que han trabajado en el proyecto el presidente Rando ha mostrado la voluntad de procurar trabajos periódicos de mantenimiento para que cualquier problema que surja se resuelva rápidamente, evitando que volver a realizar una inversión tan importante como la que se ha hecho ahora en unos años. “Me han dicho que es bueno el mantenimiento anual de lo que han hecho, tomamos nota y así lo haremos”, ha afirmado.

Musealización

Además de la conservación material de los restos arquitectónicos de la ciudad para que perduren en el tiempo, con la intervención realizada se ha buscado contribuir a una mejor comprensión del trazado urbanístico y de la arquitectura doméstica por parte de los visitantes.

Rando ha explicado que, tras esta primera fase de restauración y conservación, “ya se está trabajando en el anteproyecto para la musealización” del yacimiento, “una vez terminado saldrá a licitación pública y a ver si en dos años vemos este proyecto completamente acabado”.

Con esta acción, la institución provincial pretende poner a disposición de los visitantes un yacimiento explicado. De esta forma, este enclave se potenciará como un motor cultural y turístico cuyo atractivo fundamental es la autenticidad y la originalidad de lo que se muestra.

El presidente de la DPT ha resaltado que el objetivo es que “sea visitable y conocido”. Además, como se encuentra ubicado “junto con otros enclaves que tenemos en la zona, la va a convertir en una zona más turística”.

Trabajos realizados

En la intervención se han seguido los criterios admitidos con carácter general dentro del ámbito de la comunidad europea y que se aplican en materia de conservación de bienes culturales. Estas premisas se basan en el respeto a estos bienes, de manera que el resultado no conduzca a interpretaciones confusas o falseadas, la realización de las mínimas intervenciones posibles y que, cuando sea necesario la introducción de añadidos, éstos se distingan perfectamente de las partes originales y los materiales sean compatibles e inocuos tanto para las personas como para el medioambiente.

Principalmente, los tratamientos aplicados en el yacimiento han sido de consolidación, sobre todo, en el caso de las mamposterías. Estas fábricas, que son las más abundantes en el yacimiento, son muy sensibles al entorno y a las precipitaciones puesto que su elemento cementante es la arcilla. Por esta razón, ha sido necesario consolidarlas mediante el rejuntado de los mampuestos.

Otra de las intervenciones más destacadas ha sido la protección de los pavimentos, tanto de cemento como de piedra, frente a las inclemencias climáticas. Para ello, se han aplicado barreras físicas constituidas por distintos materiales en función de las necesidades de cada caso. También se ha llevado a cabo la contención de los taludes de tierra de los márgenes de la excavación para impedir los arrastres y que se erosione la parte no excavada. Con esta acción, también se ha conseguido proteger las estructuras que se encuentran al descubierto de estos arrastres.

Este proyecto se suma a las anteriores 37 campañas de excavación que el Museo de Teruel ha ido realizando desde 1984 y que, paralelamente, se han complementado con otras intervenciones de conservación, tanto de los materiales como de la estructura arqueológica.

Sobre la antigua ciudad

La Caridad es un yacimiento que se funda por iniciativa de la ciudad de Roma aunque, por los datos extraídos de la excavación, se deduce que los habitantes que la ocupaban eran fundamentalmente celtíberos, puesto que todas las inscripciones que han aparecido están escritas en esta lengua.

También se han encontrado objetos en los que se ha encontrado materiales que utilizaban las poblaciones itálicas junto a otros que utilizaban las poblaciones celtibéricas. Por lo tanto, este yacimiento muestra el proceso de hibridación y de integración de dos poblaciones muy diferentes, que se estaba produciendo en Hispania entre el siglo II y I a.C