La blanca nieve de Javalambre desdibuja el lodo marrón en la retina de los niños de Sedaví

Hay cosas que nunca olvidarán, como ver su casa con más de metro y medio de agua en el interior, sus pertenencias destrozadas, sus coches arrastrados por la corriente o haber estado horas agarrada a un árbol, pero sustituir ese día a día en su pueblo, todavía esperpéntico para muchos, por la naturaleza nevada de Javalambre es un respiro en medio de la situación difícil que viven los afectados por las inundaciones de la Comunidad Valenciana. Un total de cien niños de la localidad de Sedaví participan durante este miércoles y jueves en las jornadas de esquí invitados por Aramón, que ha costeado los forfait y alquiler de equipos, y el Ayuntamiento de Camarena de la Sierra, que ofrece el alojamiento a los niños y sus profesores en el albergue municipal.

Para muchos de los pequeños que este miércoles se tiraban por las pistas de la estación de Javalambre, la sesión de esquí pasará a formar parte de su almacén de los buenos recuerdos para siempre. Sustituir la visión marrón del lodo, que todavía queda en algunas zonas de su municipio, por la blanca nieve de Teruel es una bocanada de aire fresco para todos ellos.

Los niños esperaban la nieve más blanda de lo que la encontraron y algunos preguntaban si se trataba de nieve o de granizo, pero todos la disfrutaron al máximo. Para muchos porque era la primera vez que se calzaban unos esquís y para los demás porque en todo el invierno no habían pisado una estación invernal y, la inmensa mayoría, no han salido de su lugar de residencia. Emilio Martínez, que es profesor en el Colegio Sedaví, situado en esta localidad, explicaba que gran parte de las familias no han vuelto todavía a la normalidad y muchos no tienen coches, se quedaron sepultados en el lodo, y no pueden salir, además de que la situación económica tampoco acompaña.
 

Los chavales llegaron desde Sedaví poco después de las 11 y los montones de nieve acumulados en los límites de la estación les sirvieron para lanzar sus primeras bolas de nieve. “Cuando empezaron a ver la nieve en la carretera se pusieron a gritar de la emoción” relató Emilio Martínez.

De la zona cero

Todos los pequeños que participan en estas jornadas de esquí, impulsadas gracias a la colaboración del Ayuntamiento de Camarena de la Sierra y Aramón, proceden de la zona cero de la dana. Su propio colegio resultó totalmente dañado en la planta baja y las clases tuvieron que ser reubicadas en los pisos superiores. La normalidad escolar la recuperaron en poco más de mes y medio, pero “allí no hay mucho que hacer” tras las clases. Los parques están cerrados porque las estructuras resultaron dañadas y, los que están abiertos, no tienen nada que ver con lo que eran antes del paso de la tormenta, relató el docente, quien añadió que muy pocos tienen coche, por lo que tampoco pueden huir en los momentos de ocio a otros lugares.

El maestro reconoce que la excursión de dos días a la nieve les va a ir fenomenal a los niños para tomar contacto con la realidad de antes de la dana. Emilio Martínez agradeció la ayuda recibida porque “si no hubiera sido por este impulso, no hubiéramos venido porque la gente allí no está en este momento para gastar”, aseguró el maestro.

Crudos testimonios

Detrás de cada uno de los pequeños hay una historia dramática, la que vivieron la tarde-noche del 29 de octubre de 2024, una noche tan larga de la que muchas familias todavía no han amanecido. Blanca Olmos sigue alojada con su familia en la segunda planta de su casa, porque la primera quedó destrozada y todavía no la han reconstruido. También en la de Josep Almarche se inundó y en la de Xavi Zamora el agua llegó a una altura 1,60 metros. Imágenes que siguen grabadas en la retina de todos ellos, como en la de Ana Villanueva, que asegura que jamás olvidará las seis horas que pasó, primero sobre un banco y luego agarrada a un árbol junto a su padre, después de que tuvieran que salir del coche por la ventanilla porque les arrastraba el agua. “Íbamos a sacar el coche para ponerlo en un sitio más alto y vino el agua”, relató este miércoles en Javalambre.

“Lo que queremos es que desconecten”, explicó Laura Fandos, que es la teniente de alcalde en el Ayuntamiento de Camarena de la Sierra. “Es gente que lo ha vivido en directo, muchos han perdido el trabajo, los coches y todos están en una situación difícil ahora”, especificó la edil, quien señaló que, tras barajar varias opciones para ayudar a los vecinos de la Comunidad Valenciana decidieron ofrecerles una desconexión en la nieve.
 

El consistorio ha destinado 4.000 euros a financiar el alojamiento, la cena y el desayuno a los cien niños participantes. El objetivo era ayudar a los escolares a olvidarse durante unas horas de la pesadilla vivida y por eso se pusieron de acuerdo con Aramón. Camarena es una localidad de veraneo para muchos valencianos, entre ellos residentes de los pueblos más afectados por la dana.

Desde Nieve de Teruel también colaboran con esta iniciativa financiando el forfait, el alquiler de los esquís y la comida en las pistas. “Cuando ocurrió en otoño la tragedia nos planteamos cómo podíamos ayudar y al final decidimos hacerlo de la forma que mejor sabemos, que es enseñando a los niños a esquiar”, comentó el director de las estaciones alpinas turolenses, Mario Gómez.

Campaña para los afectados por la dana

Un total de 1.200 niños de colegios ubicados en los municipios afectados por las inundaciones de finales del mes de octubre han disfrutado ya de la campaña de esquí solidario La nieve nos une, lanzada por Aramón. El objetivo es que ninguno de los centros educativos que cada año acuden a las estaciones alpinas de la provincia de Teruel a aprender a esquiar se quedara este año sin hacerlo y, para eso, Aramón ha costeado tanto el forfait como el alquiler de los esquís y la comida, mientras que las familias han sufragado el transporte. “La gran mayoría de estos niños aprenden a esquiar en Teruel y no queríamos que este año se quedaran sin hacerlo por la dana”, dijo el director de Nieve de Teruel, Mario Gómez.

El responsable de las estaciones alpinas turolenses destacó que quedan unos 200 niños por participar en esta campaña solidaria y la previsión es que acudan a lo largo de esta semana y la próxima tanto a Javalambre como a Valdelinares.