La Audiencia Provincial de Teruel condena a un total de 29 años a los cinco implicados en la venta de drogas desde Cella

La Audiencia Provincial de Teruel ha condenado a un total de 29 años de prisión a las cinco personas implicadas en el tráfico de drogas que operaban desde Cella, y que distribuían y vendían tanto cocaína como speed, que ellos mismos fabricaban en esta localidad turolense. La detención de estas personas tuvo lugar en el verano del año pasado cuando la Guardia Civil informó de que se había incautado de 14 kilos de speed en la denominada operación Claustrum, de la que se dijo que era la más importante de este tipo llevada a cabo en la provincia de Teruel.

Durante el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Teruel en el mes de octubre fueron juzgadas seis personas, si bien contra una de ellas se retiró la acusación tras practicarse la vista oral, con lo cual la Fiscalía formuló acusación exclusivamente contra los otros cinco, entre ellos un vecino de Cella, para los que pidió un total de 38 años de prisión además de diferentes multas en función de su grado de implicación en los hechos.

De acuerdo con la sentencia hecha pública  este miércoles por el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA), los cinco condenados se dedicaban al tráfico de sustancias estupefacientes y para tres de ellos se ha establecido que formaban parte de un grupo criminal, que es sobre los que más pena privativa de libertad ha recaído.

El fallo de la Audiencia Provincial considera probado que los dos principales acusados, Fernando S.S. y Francisco Javier R.B., ambos con residencia en Cella, se dedicaban como mínimo desde 2020 y hasta mediados de 2021 a la distribución y venta de cocaína y speed a varios clientes que consumían esas sustancias.

Contactaban con ellos por teléfono para concertar las citas y la cantidad de la sustancia que querían, para lo cual empleaban un lenguaje velado. Los propios acusados eran quienes hacían las entregas a sus clientes en diferentes establecimientos hosteleros, en los domicilios de los adquirientes, en sus propios domicilios y en una carpintería sin actividad de Fernando S.S.

De forma paralela, el tribunal considera probado que ambos, de común acuerdo, y al menos desde el mes de abril de 2020 se estaban dedicando a la fabricación de speed, para lo cual mezclaban una base de anfetamina con metanol, ácido sulfúrico, amoníaco y otras sustancias, tareas que llevaban a cabo en la vivienda de Cella de uno de ellos y en una carpintería sin uso industrial en el polígono La Cañamera de esta localidad, donde también procedían a su envasado y pesaje para su posterior distribución y venta.

Distribución

A otros dos encausados, Francisco M.G. y Francisco B.T., el fallo de la Audiencia considera que se encargaban también de la distribución del speed, y que el primero se encargó de buscar al segundo como posible comprador quedando para ello en la localidad de Barracas (Castellón). A ambos se les han impuesto las menores penas. Para el quinto implicado, David P.C., la sentencia considera que se dedicaba también a la distribución de la droga en Ejea de los Caballeros, hasta donde se la llevaban desde Cella. Este, junto con los dos primeros que residían en Cella, son los principales acusados y sobre los que recaen las mayores penas al considerar el tribunal que conforman un grupo criminal.

A Fernando S. S. y Francisco Javier R. B. la Audiencia les ha condenado a cada uno de ellos a 7 años y seis meses de prisión por un delito contra la salud pública, y a otro año más por pertenencia a grupo criminal, además de imponerles una multa de 75.101,99 euros. A David P.C. le condenan a 6 años por tráfico de drogas, más otro año por pertenencia a grupo criminal, además de una multa de 24.985,62 euros.

A los otros dos implicados, Francisco M. G. y Francisco B. T., se les condena solo por delitos contra la salud público a 2 años y seis meses de prisión cada uno, además del pago de una multa de 207,20 euros.

Durante el juicio los implicados negaron su participación en los hechos y la principal coartada que pusieron los dos residentes en Cella, donde la Guardia Civil encontró 5 kilos de speed en un congelador del domicilio de Fernando S. S., es que esa droga se la habían dejado unos holandeses que habían alquilado la vivienda. El tribunal considera que “no es explicable” que se dejaran esa droga y que el acusado no se hubiera percatado de ello cuando se marcharon.