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Jorcas, el pueblo donde se apareció una virgen de la que nadie quiere hablar Jorcas, el pueblo donde se apareció una virgen de la que nadie quiere hablar
Román Izquierdo, en la boca de la cueva donde narran que se apareció la virgen

Jorcas, el pueblo donde se apareció una virgen de la que nadie quiere hablar

En 1958 un grupo de ocho niños y jóvenes relataron que habían visto a María y al Niño Jesús en una cueva
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Cruz Aguilar

En Jorcas todo el mundo sabe que en el año 1958 se apareció la virgen, aunque muy pocos han escuchado la historia en primera persona de la boca de sus protagonistas. Las seis personas que siguen vivas –de los ocho niños y jóvenes que aseguraron verla en ese momento– y que en esa década de los 50 relataban a lugareños, curiosos y periodistas cómo era la virgen y el niño que veían en la cueva de San José, situada junto a la Fuente del Gamellón, ahora no quieren hablar del tema.

A la cueva donde tuvieron lugar las apariciones actualmente no se puede acceder porque apenas hay una entrada de medio metro. Años y años de tormentas y su situación en un barranco la han llenado de tierra. Sin embargo, muchos jorquinos recuerdan haber estado en su interior, donde hay un recorrido de unos 30 metros y una explanada de gran tamaño. “Entrábamos a jugar de pie, ahora está enrunada”, relata José Izquierdo, un vecino del municipio que matiza cuando accedían eran niños y, debido a su altura, solo tenían que agacharse hasta la zona más profunda.

En el momento de la aparición mariana los niños contaron con el respaldo tanto del maestro como del secretario del Ayuntamiento, quienes ponían la mano en el fuego sobre su sinceridad. Sin embargo, las teorías que han circulado desde las visiones de finales de los 50 son variopintas. En su momento se dijo que los cuadros de la ermita de San José, que representaban a la Sagrada Familia, fueron escondidos en la cueva durante la guerra civil y lo que los niños veían era el reflejo de la virgen en el agua del suelo.

Otros apuntaron hacia el interés de uno de los pequeños por buscar señales divinas para refrendar su interés por ser cura y hay quien habla de una posible sugestión de los pequeños por parte de algunos adultos. La realidad se desconoce porque hace décadas que ninguno de los protagonistas quiere volver a narrar una historia que, sin embargo, sigue presente en el imaginario colectivo del pueblo.

Omisión en la historia local

Pese al revuelo que se montó a finales de los 50 con las apariciones relatadas por los niños en la cueva de Jorcas, en ninguna de las publicaciones que se han escrito sobre la historia de la localidad se menciona el hecho, según recoge el investigador Francisco Javier Sáenz Guallar en el artículo La aparición de la Virgen a unos niños de Jorcas en 1958, publicado en la revista Turolenses número 13.

En los carteles informativos que se han colocado recientemente en la localidad aluden a la aparición, pero no al testimonio de los vecinos, sino que hacen referencia a lo publicado en el periódico: “Cuenta la hemeroteca de la época que en junio de 1958 (…) se aparecieron el Niño Jesús y la Virgen María a un grupo de niños de Jorcas”. Explican que la noticia “se expandió por toda España y hasta diversos lugares del extranjero” y hasta el pueblo “acudieron un gran número de personas y periodistas de Zaragoza y Valencia deseosos de poder comprobar el milagro”. La reseña se queda ahí, sin nombres ni fotos de los niños, ahora ya ancianos, pero muchos todavía vivos.
 

La Fuente del Gamellón era a la que los vecinos acudían a buscar agua de boca y está junto a la ermita de San José


El Obispado de Teruel y Albarracín emitió un comunicado el 27 de junio de ese año 1958 en el que llamaba la atención, según recoge Sáenz, sobre “la reserva con la que se han de recibir siempre estas noticias. Una cosa es el indudable interés periodístico de las mismas y otra muy distinta que de ellas, aun servidas con la mejor voluntad, pueda deducirse la existencia de unas realidades de carácter sobrenatural. Obrarán, pues, muy prudentemente y de conformidad con el sentir de la Iglesia en estos casos, quienes se abstengan no sólo de aceptarlas como buenas, pero ni siquiera de propagarlas, haciéndolas objeto de comentarios”.

Virgen desapercibida

Son numerosos los pueblos de la provincia de Teruel en los que las apariciones de la virgen, normalmente a pastores, han dado lugar a santuarios muy concurridos a lo largo de su historia e incluso en la actualidad. Se trata de vírgenes que han aparecido sobre una peña, una zarza o que tienen una araña o una estrella a sus pies, por poner algunos ejemplos. En todos los casos son las patronas de pueblos donde su aparición se remonta varios siglos atrás. Sin embargo, ese arraigo que despertaban las apariciones en la Edad Media y Moderna no se extendió hasta el siglo XX, cuando hasta el Obispado mostró su cautela por los hechos que narraban los niños.

El propio diario ABC, en una información publicada el pasado mes de marzo se refería a la aparición mariana de Jorcas como una de las que “más desapercibidas ha pasado a la historia”, y eso que en su momento buena parte de la prensa nacional se hizo eco, aunque solo ABC mandó a un periodista para hacer la crónica del suceso hablando con los testigos y protagonistas de la historia. Según recoge este rotativo, la última aparición anterior había tenido lugar en el año 1945, concretamente el 27 de mayo de ese año en La Codosera (Badajoz). En ese caso, y frente a la mujer de luz que se vio en Jorcas, la virgen se pareció envuelta en un manto negro.

Cuenta el diario ABC en este reciente reportaje que la virgen de Jorcas tardó más de una semana en ser noticia, ya que no fue hasta el 19 de junio de 1958 cuando el diario provincial Lucha –actual DIARIO DE TERUEL– envió a un redactor para escribir la crónica del acontecimiento.

La siguiente aparición mariana a nivel nacional llegó diez años después y se produjo en La Puebla del Río, en Sevilla, donde un niño de diez años (según la información recogida por ABC) experimentó entre 1968 y 1975 “una serie de encuentros no solo con la Virgen María, también con el Niño en brazos o, únicamente, con Jesús”.

“Ni se lo cree ni no se lo cree”

En Jorcas actualmente nadie niega ni afirma el hecho, simplemente recuerdan lo que los niños contaron entonces. “Mire usté, una servidora ni se lo cree ni no se lo cree. Una servidora no ha visto nada. Pero lo dicen, ya lo creo”.

La frase es el testimonio recogido por el periodista de Lucha Manuel Guerricabeytia Rueda, que acudió a Jorcas para escribir una crónica de la noticia, pero casi 64 años después sigue de plena vigencia.

Un Premio Nacional de Literatura

El año 1958 fue de celebración del centenario de la aparición de la Virgen de Lourdes y la posibilidad de un milagro similar en un pequeño pueblo de Teruel activó todas las alarmas y los periódicos del ámbito nacional se volcaron con los hechos. Uno de ellos fue el ABC, que no solo cubrió la información en su periódico, sino que envió a Luis de Castresana, colaborador habitual de la revista Blanco y negro, para que hiciera una crónica sobre el terreno que se publicó en la revista en dos extensos reportajes.

El periodista era un hombre muy culto, que hablaba varios idiomas y que se sentía muy atraído por la religiosidad, como luego plasmaría en alguno de sus libros. Lo que no sabían los pequeños de Jorcas es que ese señor que les preguntaba con todo lujo de detalles por lo que habían visto y que transcribía sus diarios en los reportajes que aparecían en las revistas recibiría algunos años después, en 1967, el Premio Nacional de Literatura por su libro El otro árbol de Guernica. También fue galardonado con el Fastenrath que otorga la Real Academia Española por Catalina de Erauso, la monja alférez, y finalista del Premio Planeta en 1970 con Retrato de una bruja.

Su viaje a Jorcas se produjo al poco tiempo de regresar a España tras trabajar como corresponsal en Holanda del periódico Pueblo. Poco después de su retorno a Madrid dejó el periodismo para dedicarse exclusivamente a la literatura.
 

El alcalde de Jorcas, ojeando los periódicos del 58 sobre la aparición de la virgen que se conservan en el consistorio


También el periódico Lucha –actual DIARIO DE TERUEL– envió a un redactor hasta Jorcas, Manuel Guerricabeytia Rueda, y en algunas ediciones se incluyeron imágenes, algo que no proliferaba en el diario provincial en esos años de posguerra. Curiosamente en esas fechas la cabecera provincial se hizo eco también de los viajes organizados por diferentes pueblos de Teruel a Lourdes, donde se cumplían cien años de la aparición de la Virgen.

El periodista de Lucha acude a Jorcas acompañado por Mariano Esteban Pueyo, que había sido maestro en varios pueblos de la Sierra del Pobo y que fue quien comunicó el acontecimiento al rotativo turolense.  La noticia se relata por entregas y en la primera se advierte de que “los vecinos son muy piadosos”. Los primeros párrafos de la noticia se dan en la portada para atraer la atención de los lectores. En el segundo capítulo, publicado el 20 de junio, se entrevista a algunos de los niños y también al maestro y al secretario del Ayuntamiento, que creen a los niños, según confirman al reportero. La tercera entrega incluye dos fotos y relata que la Virgen se vio el día anterior, “era muy delgada”, con “los ojos grandes” y tenía tras ella “ocho estrellas que brillaban mucho”.

Testimonio

En la noticia del lunes 23 de junio en Lucha se recoge no solo el testimonio de los que la han visto, sino que se habla también de la repercusión mediática que está teniendo el hecho. “Más de un centenar de personas estuvieron ayer en. Jorcas, así como periodistas de Zaragoza y Valencia”, reza el titular.

La quinta y última entrega reproduce el diario escrito por uno de los niños y en la crónica   Manuel Guerricabeytia deja claro que él relata “lo visto y oído con total objetividad”. Finaliza su información indicando que, “como es lógico, la jerarquía eclesiástica guarda la más absoluta reserva”.

Días después Lucha incluye un escrito en el que Mariano Esteban Pueyo narra el intento por presionar a los niños para que reconocieran una mentira, pero reconoce que sin éxito.

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