El cachopo de Villarroya de los Pinares, entre los diez mejores del mundo
Ángel Fandos y Montse Povedano participaron en un concurso internacional en AsturiasPara comer uno de los mejores cachopos del mundo no es necesario ir a Asturias, es suficiente con acercarse hasta el corazón del Maestrazgo, en el Asador de Villarroya de los Pinares, para degustar uno en el que la ternera, el queso y el siempre sabroso jamón de Teruel lo han colocado entre los diez primeros puestos de la clasificación. Ángel Fandos y Montse Povedano están al frente del negocio que regenta su hijo Óscar y, aunque nunca habían participado en un concurso, se decidieron a participar en el Concurso Internacional de Cachopo organizado por la Guía del Cachopo porque había un restaurante participante de cada provincia española y alguien los nombró a ellos para representar a Teruel.
El certamen se celebró en Oviedo el 29 de marzo y había que preparar un cachopo en directo. Había unos 160 restaurantes no solo de Asturias y del resto de España, sino también de lugares como México, Holanda o la República Dominicana, donde el cachopo ha emigrado de la mano de los asturianos que allí residen.
Ángel Fandos y Montse Povedano se codearon con restaurantes que sirven entre 500 y 700 cachopos a la semana porque se encuentran en grandes ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia. Ellos no venden esa cantidad ni en todo el invierno, puesto que su establecimiento está en un pueblo de apenas un centenar de vecinos. Sin embargo, su empanado crujiente, la tierna carne de ternera, el queso fundido en el momento de consumirlo, el jamón tostado y una picada de almendra y ajo recibieron no solo la aprobación de los miembros del jurado, sino el tercer premio en la categoría Resto de España, en la que están fuera los restaurantes de Asturias y Madrid, que tienen una categoría propia. En esa clasificación el primer puesto fue para el restaurante Mas Torres de Zaragoza, mientras que el segundo puesto lo logró K-Chopo, de El Prat de Llobregat.
En la clasificación general ocuparon el puesto número diez, “por delante de 55 restaurantes de Asturias, 30 de Madrid y casi 60 del resto de España” apunta Fandos, quien detalla que aunque es un plato sencillo de cocinar “no resulta fácil darle el punto a nivel de concurso”. Los propietarios del Asador de Villarroya están muy orgullosos de haber colocado el nombre del pueblo a nivel nacional.
Para el concurso debían llevar sus propios ingredientes y montar y freír el cachopo allí. “Nos advirtieron de que la freidora calentaba unos diez grados más, pero el aceite estaba mucho más caliente y el primero se nos tostó demasiado, así que lo dejamos para exposición y ya el segundo, mejor cocinado, se presentó al jurado”, relató.
La experiencia fue muy buena: “Fuimos allí con toda la ilusión del mundo y sabíamos que nuestro cachopo era bueno, porque alguna clienta de Asturias nos lo había dicho”, explica el hombre, que se ocupa de la sala mientras que su mujer está al frente de la cocina. Asegura que el certamen estaba muy bien organizado y que todo el mundo les trató fenomenal.
El jurado estaba encabezado por Nacho Gancedo de La Guía del Cachopo; la periodista de La Nueva España Ana Paz Paredes; el sumiller de Casa Lobato, Marcos Lobato; el comunicador Carlos Novoa; el cofrade mayor de la cofradía de los quesos de Asturias, Rafael Secades; David Martín, de la revista La Sidra; José Alberto Menéndez, restaurador del Café Madrid, de Cangas del Narcea; Juan Luis Vera González coordinador de jurados; la presidenta de la Federación Somos Tierra y Ganaderas Asturias, Lucia Velasco; y los restauradores Pelayo Estrada, Laura García y Luis Rodríguez.
Han vuelto tan contentos que el próximo cambio en la cara del Asador de Villarroya será hacer un menú degustación con productos de Asturias en el que habrá pastel de cabracho, fabada, cabrales y, por supuesto, cachopo.
La decisión de incluir este producto tan poco habitual en Teruel en su carta fue un tanto casual ya que, relata, estaban viendo noticias en la televisión hace unos años sobre el Rey del Cachopo y decidió buscar en internet en qué consistía el producto. “Empezamos a hacerlo con los clientes habituales y lo hemos ido mejorando con las opiniones de los propios clientes”, relata el restaurador. Era un producto poco conocido que, en su receta básica tiene carne, jamón y queso. En su caso le han añadido una picada de almendra y ajo que habían probado en unos flamenquines, producto típico de la cocina cordobesa también compuesto por carne y queso empanada.
Degustación asturiana
El paso por el concurso de Oviedo ha dado sin duda sus frutos y en esta primera semana el 90% de la carne que se ha servido en el restaurante Asador de Villarroya ha sido cocinada en forma de cachopo. A Ángel Fandos y Montse Povedano les gusta innovar y ya están pensando en ofrecer a sus clientes nuevas variedades de cachopo. Lo que no cambiarán es el jamón de Teruel, que procede del secadero de Villarroya de los Pinares, pero quieren hacer pruebas para que el queso, ahora manchego, también sea de Teruel e incluir otros productos que puede darle un toque exquisito al plato, como la trufa negra.
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