Calamocha retira las últimas uralitas para quedar a salvo de la amenaza del amianto

Calamocha es ya una ciudad libre de amianto, al menos en sus edificaciones públicas, después de que el Consistorio haya retirado las planchas de uralita que todavía estaban instaladas en las edificaciones del Icona y en las que estaban anexas a la ermita del Santo Cristo.

El alcalde de Calamocha, Manuel Rando, recordó que las planchas de uralita tienen que ser retiradas después de 20 o 25  años de uso empieza a degradarse y a desprender una serie de filamentos que son cancerígenos.  Rando recordó que está en vigor una normativa europea por la que se estableció un plazo para identificar zonas en las que haya amianto y retirarlo. “En el municipio de Calamocha ya se ha hecho con dos zonas”, recordó el alcalde.

La primera de las zonas es la zona conocida como del Icona, en la que recientemente se han celebrado pruebas deportivas. Durante la reparación de las construcciones que existen en ese espacio se retiró  la cubierta de uralita  eliminando así el amianto, recordó el alcalde.

La segunda intervención se desarrolló hace pocos días para terminar de retirar todas las planchas en la zona del Icona y  en el entorno de la ermita del Santo Cristo. En esta última intervención se retiró la cubierta de una construcción levantada anexa al templo.

Tras la retirada de estos materiales se derruirá esta construcción anexa para abrir el espacio a una nueva zona verde en la ciudad. “Allí vamos a hacer un pasaje y un  parque”, confirmó Rando.

Con la actuación llevada a abo en el entorno de este templo  el Ayuntamiento de Calamocha habría acabado con todo este material de construcción que estuviera instalado en edificios de titularidad municipal. Manuel Rando aseguró no tener “conocimiento de ninguna otra” ubicación de placas de uralita, dando por cerrado este capítulo, después de haber retirado “aquellas de los lugares en los que se iban a hacer obra”, añadió.

Empresa cualificada

Para la retirada de las planchas de uralita sospechosas de contener amianto es necesario recurrir a una empresa especializada, recordó Rando. Los operarios de  la empresa realizan el trabajo cubiertos con equipos de protección individual para preservarse de los efectos dañinos de este material.

“Son empresas que tienen que tener la licencia de gestoras” de este tipo de materiales, recalcó el alcalde. El tener que contratar los servicios de una empresa especializada en este tipo de actuaciones ha hecho que la factura por la retirada de la uralita haya subido por encima de los 7.000 euros.

La legislación señala la obligatoriedad de retirar la uralita cuando aparezcan filtraciones de agua, que suele ocurrir al cabo de 20 o 25 años desde su instalación, o cuando se aprecie algún tipo de desperfecto, estando prohibida cualquier clase de reparación sobre este material. En 2013 se aprobó la directiva europea que sienta las bases para hacer que sea obligatorio la elaboración de un censo con la uralita instalada en edificaciones, así como, la obligación de retirar el fibrocemento con amianto instalado.