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Burbáguena quiere consolidar su incremento de población pero necesita más vivienda social Burbáguena quiere consolidar su incremento de población pero necesita más vivienda social
Actividad familiar de los usuarios de Accem en las puertas del centro de Burbáguena

Burbáguena quiere consolidar su incremento de población pero necesita más vivienda social

El censo pasó de 204 habitantes en 2019 a 352 en 2024 gracias al centro de Accem y la residencia
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José Luis Rubio

El Ayuntamiento de Burbáguena lanza una llamada de auxilio a los gobiernos autonómico y de España para que el espectacular crecimiento demográfico que ha experimentado el municipio en el último lustro se afiance. Para ello, el pueblo precisa de una oferta de vivienda para los nuevos vecinos que se están instalando en la localidad al calor del proyecto de Accem y de la Casa Familiar de La Inmaculada de los Hermanos de la Cruz Blanca.

La puesta en marcha del centro de acogida de la ONG y la proyección que está teniendo la llegada de usuarios, que están encontrando en la residencia de mayores una salida laboral, han permitido que el municipio haya pasado de 204 habitantes censado en el año 2019 a los más de 352 que se registraron en 2024.

“Burbáguena tiene en este momento unas posibilidades reales de crecer”, sentenció el alcalde, Joaquín Peribáñez, que lanzó una llamada de SOS al Ejecutivo regional. El edil lanzó una llamada de ayuda para resolver el problema de la vivienda que, si bien no es, ni mucho menos, exclusivo de este municipio de la vega del Jiloca, sí que está condicionando su crecimiento demográfico.

“La residencia de Burbáguena (la Casa Familiar de La Inmaculada de los Hermanos de la Cruz Blanca) necesita mano de obra, y actualmente hay bastante gente que sale del proyecto de Accem y que trabaja allí”, apuntó Peribáñez. Sin embargo, el problema surge a la hora de buscar una residencia para estas personas que apuestan por residir en Burbáguena y que no encuentran una vivienda en que poder hacerlo. El regidor reconoció que la falta de vivienda, sobre todo de vivienda social, “condiciona” el posible crecimiento del municipio. “Condiciona si no podemos ubicar a estas personas dándoles alojamiento”, dijo el edil, que razonó que aunque el ayuntamiento trata de dar soluciones a estas unidades familiares “como se puede”, si ese “como se puede no se amplía en el tiempo”, esas estructuras familiares podrían buscar residencia en otro lugar. “Si les damos vivienda, indudablemente van a estar bien aquí porque quieren vivir aquí, que es lo importante, porque tienen trabajo aquí y porque están muy tranquilos aquí. Les gusta el ambiente de Burbáguena, les gusta la tranquilidad, tienen su puesto de trabajo, no tienen ningún problema y eso les llama la atención porque vienen de situaciones más complicadas”, relató el alcalde, que cifró en una veintena de casos los antiguos usuarios del centro de Accem que se han establecido en el pueblo.

Con estas cuentas, y si se descuentan los vecinos residentes en el centro de acogida de Accem, el incremento poblacional de 20 personas sobre una población de 204 vecinos en 2019 supondría un crecimiento demográfico de casi un 10 por ciento.

Peribáñez definió lo que está pasando en Burbáguena, donde el número de vecinos censados ha experimentado un incremento del 85 por ciento en solo cuatro años, como “un ejemplo piloto” en Aragón “de los que pueden frenar la despoblación”.

En su llamada de socorro, Peribáñez reconoció que aunque la provincia de Teruel se beneficia del Fondo de Inversiones, que se rige por “normas administrativas de concurrencia competitiva”, un caso como el de su municipio debería medirse por otros criterios diferentes “de ayudas a los ayuntamientos para rehabilitación de viviendas”.

“Eso nos condiciona el poder crecer, seguramente como otras localidades, pero es que aquí tenemos la materia prima, tenemos el trabajo y tenemos el personal, y tenemos personas que quieren vivir en Burbáguena. Pero el ayuntamiento carece de dinero, de posibilidades económicas reales para comprar viviendas, para rehabilitarlas y para atender a estas personas que tienen vivir en Burbáguena y que tienen trabajo en Burbáguena. Para eso necesitamos las ayudas de las administraciones y lanzo un SOS objetivo y real”, resumió el alcalde.

Preguntado por el origen de ese llamativo incremento de vecinos, el edil apuntó al proyecto de Accem, y cómo algunos de sus usuarios han apostado por establecerse en la localidad. También reseñó que hay descendientes del pueblo que han abierto las casas familiares para establecerse y teletrabajar. “Por lo menos por lo menos media docena de familias”, valoró el edil entre unos casos y los otros.

Además, en el municipio se están creando servicios como la escuela infantil para resolver las necesidades de los nuevos pobladores. “Todo el tramo de prestación de servicios educativos lo tienen. También el sanitario, que no es baladí. Tenemos médico todos los días, tenemos el centro de salud más cercano en Báguena (apenas a unos pocos kilómetros) y a una hora de camino están Teruel y Zaragoza”, relató.

Para poder afianzar el asentamiento de estas familias y de otras más, el ayuntamiento reclamó la ayuda del Gobierno de Aragón para poder adquirir viviendas y rehabilitarlas para un uso social en un momento en el que, precisamente, la vivienda es uno de los principales problemas en todo el medio rural turolense.

“Aquí hay tres situaciones a tener en cuenta”, explicó el alcalde, refiriéndose a “la gente de Accem que no estaba (en 2019) y que ahora están censados en el pueblo, una parte de los residentes de la (Casa Familiar de la Inmaculada) de la Cruz Blanca. Y luego hay familias jóvenes, matrimonios que han decidido venirse a Burbáguena y personas que se han jubilado y que pasan la mayor parte del año aquí y que también se han empadronado rehabilitando sus casas”.

El alcalde hizo hincapié en que este aumento de residentes habría supuesto más actividad comercial en los negocios locales como la farmacia, la tienda o los negocios de hostelería. “Ahora mismo, este tipo de establecimientos tienen más posibilidades de mantenerse porque tienen más clientes potenciales y reales”, dijo el edil que lamentó, no obstante, que por el momento no se ha encontrado relevo para que se haga cargo del negocio de la panadería, que atiende a Burbáguena y 14 pueblos más, y cuyo cierre ocurrirá en este 2025.

El proyecto Accem

De las más de 1.100 personas que han pasado por las instalaciones del centro de acogida de Accem en Burbáguena desde su apertura hace cuatro años, aproximadamente un 10 por ciento (100 personas) han terminado estableciéndose en propio municipio tras salir del proyecto.

“Encontrar un trabajo y ver que esa puerta es posible ha hecho que un centenar de esas 1.100 de personas apuesten por asentarse en la comarca y, en concreto, una treintena en la localidad de Burbáguena”, explicó la responsable del centro, Elena Orús.

El perfil de personas que residen en el centro son solicitantes de protección internacional que llegan al centro porque solicitan la entrada en el sistema de acogida, en el programa de acogida.

“Hay personas que por hoy llevan ya casi cuatro años viviendo en la comarca. Por tanto, ya es un tiempo suficientemente razonable como para hablar de estabilidad, de futuro”, añadió Orús.

La responsable de Accem en Burbáguena, coincidió en que la necesidad de vivienda es uno de los principales problemas a resolver en la zona para que los nuevos pobladores puedan establecerse allí, asegurando que “hay algunas familias que sí que tienen una oferta real de trabajo, pero ha habido una dificultad importante en la búsqueda de vivienda y eso ha hecho precipitar su huida de la comarca”.

Todo ello a pesar de que la integración de estos usuarios en la localidad ha sido “positiva”. Orús se refirió a la que la apertura del centro “ha dado mucha vida al pueblo” y refirió expresiones como “calidez humana, tanto de vecinos y vecinas, para con las personas que han llegado al centro como las personas que viven en el centro”.

La residencia de mayores

Parte de la magia del crecimiento de los vecinos de Burbáguena se encuentra en la relación simbiótica que mantienen el centro de acogida de Accem y la Casa Familiar de La Inmaculada de los Hermanos de la Cruz Blanca. Este centro residencial ha encontrado entre los usuarios del centro de Accem un filón de empleados, sobre todo después de que la apertura de la residencia de Calamocha hubiera hecho más complicado encontrar trabajadores en este sector asistencial.

Así lo aseguró la directora de la residencia, Alicia Gómez, afirmando que “ha sido súper positivo porque en la zona rural estamos viendo que no hay personas para trabajar en centros residenciales entonces nos hacen da la oportunidad y la posibilidad de que venga gente a trabajar que se quiera quedar aquí en la zona”. En la actualidad, la Casa Familiar de La Inmaculada emplea a 36 personas, de las que 8 proceden de los usuarios de Accem.

En la planta de asistidos trabaja Emilio Morales. Es venezolano y llegó a Burbáguena a casa de un familiar que también había pasado por el proyecto de Accem. Aunque en un primer momento trató de encontrar trabajo en Zaragoza, finalmente se enroló en la residencia de los Hermanos de la Cruz Blanca por los consejos de sus conocidos. De eso hace ya un año “por estar cerca de la familia y porque la oportunidad de trabajo era la más factible”.

Pero el listado de trabajadores de la residencia que han apostado por instalarse en Burbáguena es más amplio y trasciende de las filas del centro de acogida de la ONG. Es el caso de Carina Cauce. Cauce procede de Colombia y llego a Burbáguena hace dos año, dede Zaragoza, donde estuvo viviendo con un familiar. Después, empezó a cuidar a una persona mayor que vivía en el pueblo. “Y de ahí me quedé viviendo en el pueblo. Y todavía estoy, ya voy para dos años de estar en el pueblo”, explicó la trabajadora de la residencia, que valora de Burbáguena que “es muy tranquilo” y a donde se ha traído a sus dos hijas.

Además, muchos de los residentes optan por empadronarse en el pueblo jiloqueño. “No es la obligación, pero normalmente sí que tendemos a empadronarlos”, confirmó la directora del centro.
 

Pintan las plazas de aparcamiento en los alrededores del centro de la ONG

Plazas de aparcamiento

El aumento del movimiento de vehículos en las inmediaciones del centro que mantiene abierto la ONG Accem en el centro urbano de Burbáguena ha obligado al ayuntamiento a marcar las plazas de aparcamiento en las inmediaciones de este lugar. El miércoles se procedió al pintado de las plazas de aparcamiento tanto en la calle nueva como en la vía de servicio de la N-234.

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