Albarracín quiere ser ejemplo de ordenación de los paisajes a través de su muralla

Albarracín es ejemplo en restauración patrimonial y ahora, con el trabajo de recuperación, iluminación y revegetación, quiere serlo también en ordenación de los paisajes amurallados. Este domingo, coincidiendo con la festividad de Santa María de Oriente, la Fundación Santa María presentó los trabajos realizados en la zona este de la muralla, donde se han intervenido 650 metros a los que se sumarán, a corto plazo si logran la financiación necesaria, otros 200 para concluir el tramo.

La particularidad de los trabajos que se están ejecutando ahora es que constituyen un laboratorio de pruebas para el paisajismo y la iluminación, de forma que, si el resultado es el esperado, se extenderán al resto de la muralla que dibuja el meandro, según explicó Antonio Jiménez, gerente de la Fundación Santa María, durante la presentación de la actuación.

La consejera de Educación, Cultura y Deporte, Tomasa Hernández, destacó este domingo durante su visita a Albarracín que la Fundación Santa María es “un ejemplo de trabajo bien hecho” y que funciona gracias a la colaboración público-privada. Para Hernández, la “planificación y el sosiego” con los que la institución aborda los trabajos de recuperación patrimonial son muy positivos, dijo. Además, destacó la profesionalidad de Antonio Jiménez para lograr que todas esas acciones de mejora patrimonial “sean armónicas y con criterios coherentes”, algo que ha hecho de Albarracín un “referente de restauración en toda España”.

En su intervención, transmitió la “apuesta decidida del presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, por asentar población, para lo que cualquier motivo es bueno y la restauración todavía lo es más”, aseveró.

Para la recuperación de estos 650 metros de la zona este, la Fundación Santa María ha contado con una ayuda de 150.000 euros procedentes de la Dirección General de Patrimonio. El gerente de la institución destacó al respecto que “es la primera vez que se recibe una inyección tan importante para la muralla”, en la que se ha intervenido cada año pero con cuantías que algunas anualidades no han superado los 15.000 euros, una cifra que “apenas da para poner el andamiaje”, lamentó Jiménez.

En cuanto a las necesidades de presupuesto para continuar con la restauración y el paisajismo de la muralla, Tomasa Hernández detalló que el Gobierno de Aragón apoya con 300.000 euros anuales a la institución que se destinan tanto al mantenimiento para sus gastos de infraestructuras como a la actividad que realizan.

Junto a la consejera de Cultura acudieron por parte del Gobierno de Aragón el consejero de Medio Ambiente y Turismo, Manuel Blasco, así como los directores generales de Patrimonio Cultural, Gloria Pérez; Administración Local, Marina Sevilla; y Contratación, Patrimonio y Organización, Asunción Sanmartín. También asistió el presidente de la Diputación de Teruel, Joaquín Juste, así como diversos patronos, entre ellos el Obispo de Albarracín, José Antonio Satué, y varios representantes institucionales de la Sierra de Albarracín.

En el acto intervino también el presidente de la Fundación Santa María, José Ángel Biel, quien puso el acento en el “clima propicio” que se da tanto por la buena sintonía entre los miembros del Patronato como con el Gobierno de Aragón “para hacer cosas nuevas”, dijo. Señaló que ya tienen la mirada puesta en el año 2026, momento en el que se cumplirán 30 años de la creación de la Fundación Santa María, que él ha presidido durante 20, según detalló con orgullo. Biel indicó que tienen “por delante el futuro” y alentó a trabajar para que en ese 30 aniversario “en España se den cuenta de lo que es este territorio”.

El presidente de la Fundación destacó que la institución es “un ejemplo de lo que hay que hacer para evitar la España vacía” y apostó por la recuperación del patrimonio “como herramienta”. Instó a llamarla “España vacía, que no vaciada, porque eso implica buscar culpables desde los años 60, y soluciones hay”, dijo.

El alcalde de Albarracín, Daniel Úbeda, alabó la labor de los patronos y detalló que “algunos arriman el hombro desde los inicios”. Aseguró que es precisamente el buen hacer de la fundación lo que ha “logrado la conservación integral de este Albarracín que nos hace tan especiales”.

Úbeda manifestó que conocen “lo que ha costado llegar hasta aquí” y planteó que “tienen el rumbo bien definido” y “hacia dónde” quieren avanzar. Para ello solicitó apoyo financiero: “Estamos orgullosos de ser un ejemplo y por eso no dudamos de que nos ayudarán” como ya han hecho en otras áreas, según detalló el regidor municipal.

El Ayuntamiento de la capital turolense pasará a formar parte del Patronato de la Fundación Santa María. Una decisión que responde al trabajo conjunto que se ha afianzado en los últimos años, en los que los especialistas de Albarracín se han ocupado de recuperar el patrimonio más emblemático de la ciudad como la Escalinata, o las fuentes del Deán y los Doce Chorros. Esta participación futura en el patronato de la alcaldesa, Emma Buj, es una muestra más de apoyo al trabajo que realiza la Fundación y un compromiso de seguir apostando por ellos a la hora de intervenir en los bienes muebles e inmuebles de la capital.

La presentación de los trabajos desarrollados en la muralla y el avance los que aún faltan por acometer tuvo lugar después de la misa en la iglesia de Santa María y la procesión posterior. La Fundación aprovecha desde hace años el día de la patrona para mostrar las últimas intervenciones desarrolladas en la ciudad.

Vegetación autóctona e iluminación poco invasiva

La iluminación y la vegetación autóctona, que sustituirá a las especies invasivas que se habían adueñado de los derrubios entre los que la muralla estaba prácticamente desaparecida, se convertirán en protagonistas de la restauración de la zona este de la fortificación de Albarracín. El autocontrol de las luminarias permitirá adaptarlas a las necesidades horarias y de afluencia de personas, además de que serán respetuosas con la biodiversidad y el medio ambiente.

El gerente de la Fundación Santa María, Antonio Jiménez, destacó este domingo durante la presentación de la restauración del tramo este el arduo trabajo que ha supuesto debido a que “la muralla apareció totalmente destrozada y con la base muy debilitada” prácticamente en todos los paños conservados. Por eso, ha requerido un trabajo topográfico de ordenación de tierras y refuerzo.

Nuevo mirador

La zona de la muralla donde se ha intervenido está cortada por la carretera y precisamente uno de los objetivos que se han fijado los restauradores es dar continuidad al nuevo mirador creado en la zona restaurada a través del antiguo, que se construyó arriba, junto a la Catedral de Albarracín, en la década de los 70 del siglo XX. Para ello se levantará el asfalto y se mostrará visualmente en el suelo el trayecto que, en su origen, seguían los muros defensivos.

Para concluir toda la zona este todavía les quedan 200 metros, pero ya han intervenido en unos 50 que les han permitido descubrir por dónde va la línea de muralla sobre el meandro.

Para separar la carretera con el resto del espacio amurallado se van a colocar roquedales compuestos por plantas con una mínima exigencia hídrica.

Por otra parte, Antonio Jiménez explicó que la iluminación evitará dañar “el contexto biológico” y se centrará en tres sectores, por un lado en la muralla propiamente dicha, por otro en el paisaje que la circunda y, por último, en la carretera.

El responsable aseguró que si funciona el planteamiento paisajístico en esta zona “se desarrollará en todo el tramo del pie del meandro”, algo que convertirá a Albarracín de nuevo en referente: “Somos ejemplo en muchas cosas y también queremos serlo en paisajes culturales”, indicó Jiménez.