Plantilla de Apadrinaunolivo.org, junto a varios de los estudiantes universitarios que han desarrollado prácticas en Oliete en los últimos meses. Apadrinaunolivo.org
Varios universitarios enriquecen Oliete y sus olivos en el año más internacional
El Programa Campus Rural del Miteco facilita las prácticas en los pueblos
El proyecto de economía social Apadrinaunolivo.org, basado en la recuperación de 100.000 olivos centenarios abandonados, se ha enriquecido en su año más internacional con diferentes estudiantes nacionales e internacionales que han participado como voluntarios y becarios en prácticas.
En concreto, Belén Gimeno, Sif Emilie Lauritsen, Daniel Olmo, Francesca Frangione y Julio Sánchez se han animado a colaborar en un intercambio de experiencias muy positivo tanto para la entidad y el pueblo de Oliete como para los universitarios.
Varios de ellos han recalado en la localidad de Andorra-Sierra de Arcos gracias al Programa Campus Rural, una iniciativa desarrollada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), en colaboración con el Ministerio de Universidades y las Universidades públicas del país. Gracias a él, universitarios de cualquier titulación oficial pueden llevar a cabo prácticas académicas en municipios de menos de 5.000 habitantes en zonas rurales con problemas de despoblación.
Gracias a su adhesión a la iniciativa, Apadrinaunolivo.org ha contado con estudiantes universitarios nacionales e internacionales que se han llevado de vuelta consigo experiencias rurales, una perspectiva desconocida para muchos que les servirá en su futuro profesional. Oliete apenas cuenta con 340 habitantes.
Además, la “inmersión implica un impacto positivo en los pueblos y la organización, por la aportación de nuevas ideas de estudiantes con ganas de contribuir con su experiencia profesional”, señala Apadrinaunolivo.org.
Uno de ellos es Julio Sánchez, estudiante del doble grado de Ciencias y Tecnología de los Alimentos e Ingeniería Agrónoma en la Universidad de Zaragoza y Huesca. Ha participado como asistente de campo. “Los puerros se estaban regando por goteo, provocando que en las líneas saliese mucha hierba. Así que propuse cubrir las malas hierbas con cartón”, comentó. Gracias a la implementación de esta propuesta, Apadrinaunolivo.org consigue varias ventajas: reducir el crecimiento de hierba e invertir el trabajo de quitarlas en otras tareas; aumentar y retener la humedad para ahorrar riego; y evitar el uso de maquinaria que gasta, contamina y erosiona el suelo.
Desde la perspectiva de Daniel Olmo, estudiante de Filosofía y Ciencias Políticas, formar parte del equipo le está permitiendo desarrollar competencias enriquecedoras que luego pueda aportar a su comunidad. “Tener la oportunidad de realizar las prácticas en un entorno como Oliete y Apadrinaunolivo.org me acerca a un proyecto innovador y con una fórmula bastante sorprendente, que desde fuera resulta complicado apreciar su funcionamiento (...). Está dando resultados y hace un servicio al pueblo positivo. Yo vengo de una zona de monocultivo del olivar y venir a Oliete implica ver (…) un policultivo más extenso y también una arquitectura, aunque no muy diferente, pero sí con un marcado carácter local”, destacó.
Belén Gimeno, estudiante de Ingeniería de Diseño Industrial y Desarrollo de Producto, apuntó: “Es una manera de ver que no todo es un proceso industrial, que también se siguen haciendo las cosas manualmente. Con esta experiencia descubres que se puede seguir generando empleo de calidad en actividades manuales sin quitar empleo. Diseñando procesos económicos pero con procesos optimizados y sencillos. No todo son las grandes empresas industrializadas”.
La disposición de voluntarios internacionales participando en distintas actividades del proyecto ofrece la posibilidad de contar con una visión más internacional y entender otras realidades. Para Sif Emilie Lauritsen, la antropóloga danesa de 28 años que llegó por dos meses y ha alargado su estancia hasta el medio año con el fin de hacer una inmersión en el pueblo de Oliete para recoger información para su tesis sobre la despoblación en España, su paso por Teruel ha marcado un antes y un después por su gran profesionalidad y personalidad.
“La despoblación es diferente en Dinamarca porque las ciudades están siempre cerca y es más fácil traer gente que quiere vivir en un pueblo pero necesita un trabajo, porque los que vienen no son agricultores sino profesores, marineros y artistas, que pueden vivir donde quieren”, relató la danesa. A pesar de que su pueblo, Brudager, cuenta con unos 500 habitantes, la mayoría ancianos, cada año se observa rotación de nuevas familias con niños por la cercanía a Svendborg (ciudad de 50.000 habitantes).
Por otro lado, Francesca Frangione, originaria de Italia y estudiante de Comunicación en la Università degli Studi di Torino, comentó que “en Italia existen proyectos similares, en lo que se refiere a la naturaleza y animales”. Su tía, por ejemplo, ha adoptado una vaca. “El funcionamiento es el mismo que Apadrinaunolivo.org. Cada padrino paga una cuota al año para adoptar, recibiendo posteriormente los productos. Creo que estos proyectos, si se diseñan bien, pueden funcionar en toda Europa y podrían marcar la diferencia”, visualizó.
El paso de cada una de estos profesionales por el olivar de Oliete y la conservera de Alacón supone un conjunto de experiencias enriquecedoras para Apadrinaunolivo.org. Los estudiantes conocen de primera mano que sí es posible emprender en el medio rural con un proyecto de éxito. A cambio, la organización obtiene ayuda que renueva la ilusión ante la participación de personas cualificadas.
Todo aquel que quiera formar parte del equipo de Apadrinaunolivo.org como voluntario o estudiante en prácticas puede escribir al correo electrónico hola@apadrinaunolivo.org.
En concreto, Belén Gimeno, Sif Emilie Lauritsen, Daniel Olmo, Francesca Frangione y Julio Sánchez se han animado a colaborar en un intercambio de experiencias muy positivo tanto para la entidad y el pueblo de Oliete como para los universitarios.
Varios de ellos han recalado en la localidad de Andorra-Sierra de Arcos gracias al Programa Campus Rural, una iniciativa desarrollada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), en colaboración con el Ministerio de Universidades y las Universidades públicas del país. Gracias a él, universitarios de cualquier titulación oficial pueden llevar a cabo prácticas académicas en municipios de menos de 5.000 habitantes en zonas rurales con problemas de despoblación.
Gracias a su adhesión a la iniciativa, Apadrinaunolivo.org ha contado con estudiantes universitarios nacionales e internacionales que se han llevado de vuelta consigo experiencias rurales, una perspectiva desconocida para muchos que les servirá en su futuro profesional. Oliete apenas cuenta con 340 habitantes.
Además, la “inmersión implica un impacto positivo en los pueblos y la organización, por la aportación de nuevas ideas de estudiantes con ganas de contribuir con su experiencia profesional”, señala Apadrinaunolivo.org.
Uno de ellos es Julio Sánchez, estudiante del doble grado de Ciencias y Tecnología de los Alimentos e Ingeniería Agrónoma en la Universidad de Zaragoza y Huesca. Ha participado como asistente de campo. “Los puerros se estaban regando por goteo, provocando que en las líneas saliese mucha hierba. Así que propuse cubrir las malas hierbas con cartón”, comentó. Gracias a la implementación de esta propuesta, Apadrinaunolivo.org consigue varias ventajas: reducir el crecimiento de hierba e invertir el trabajo de quitarlas en otras tareas; aumentar y retener la humedad para ahorrar riego; y evitar el uso de maquinaria que gasta, contamina y erosiona el suelo.
Desde la perspectiva de Daniel Olmo, estudiante de Filosofía y Ciencias Políticas, formar parte del equipo le está permitiendo desarrollar competencias enriquecedoras que luego pueda aportar a su comunidad. “Tener la oportunidad de realizar las prácticas en un entorno como Oliete y Apadrinaunolivo.org me acerca a un proyecto innovador y con una fórmula bastante sorprendente, que desde fuera resulta complicado apreciar su funcionamiento (...). Está dando resultados y hace un servicio al pueblo positivo. Yo vengo de una zona de monocultivo del olivar y venir a Oliete implica ver (…) un policultivo más extenso y también una arquitectura, aunque no muy diferente, pero sí con un marcado carácter local”, destacó.
Belén Gimeno, estudiante de Ingeniería de Diseño Industrial y Desarrollo de Producto, apuntó: “Es una manera de ver que no todo es un proceso industrial, que también se siguen haciendo las cosas manualmente. Con esta experiencia descubres que se puede seguir generando empleo de calidad en actividades manuales sin quitar empleo. Diseñando procesos económicos pero con procesos optimizados y sencillos. No todo son las grandes empresas industrializadas”.
Medio año para su tesis
La disposición de voluntarios internacionales participando en distintas actividades del proyecto ofrece la posibilidad de contar con una visión más internacional y entender otras realidades. Para Sif Emilie Lauritsen, la antropóloga danesa de 28 años que llegó por dos meses y ha alargado su estancia hasta el medio año con el fin de hacer una inmersión en el pueblo de Oliete para recoger información para su tesis sobre la despoblación en España, su paso por Teruel ha marcado un antes y un después por su gran profesionalidad y personalidad.
“La despoblación es diferente en Dinamarca porque las ciudades están siempre cerca y es más fácil traer gente que quiere vivir en un pueblo pero necesita un trabajo, porque los que vienen no son agricultores sino profesores, marineros y artistas, que pueden vivir donde quieren”, relató la danesa. A pesar de que su pueblo, Brudager, cuenta con unos 500 habitantes, la mayoría ancianos, cada año se observa rotación de nuevas familias con niños por la cercanía a Svendborg (ciudad de 50.000 habitantes).
Por otro lado, Francesca Frangione, originaria de Italia y estudiante de Comunicación en la Università degli Studi di Torino, comentó que “en Italia existen proyectos similares, en lo que se refiere a la naturaleza y animales”. Su tía, por ejemplo, ha adoptado una vaca. “El funcionamiento es el mismo que Apadrinaunolivo.org. Cada padrino paga una cuota al año para adoptar, recibiendo posteriormente los productos. Creo que estos proyectos, si se diseñan bien, pueden funcionar en toda Europa y podrían marcar la diferencia”, visualizó.
El paso de cada una de estos profesionales por el olivar de Oliete y la conservera de Alacón supone un conjunto de experiencias enriquecedoras para Apadrinaunolivo.org. Los estudiantes conocen de primera mano que sí es posible emprender en el medio rural con un proyecto de éxito. A cambio, la organización obtiene ayuda que renueva la ilusión ante la participación de personas cualificadas.
Todo aquel que quiera formar parte del equipo de Apadrinaunolivo.org como voluntario o estudiante en prácticas puede escribir al correo electrónico hola@apadrinaunolivo.org.
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