Valderrobres Patrimonial adquiere la fábrica Roda para preservar su historia
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La Fundación Valderrobres Patrimonial Asunción Tomás Foz ha dado un paso importante en su misión de proteger el patrimonio histórico de Valderrobres al adquirir la fábrica Roda, un edificio construido en 1793 y considerado uno de los testimonios más relevantes de la actividad industrial de la comarca durante el siglo XVIII. La fábrica, que en su día formó parte de un núcleo destacado de producción de papel en la cuenca alta del río Matarraña, había permanecido abandonada y en un estado crítico durante décadas, lo que amenazaba su supervivencia.
El director de la fundación, Manuel Siurana, explicó que la decisión de comprarla fue impulsada al conocer que el edificio iba a ser desmantelado para reutilizar sus piedras en otras construcciones. “Hace aproximadamente un año nos enteramos de que planeaban derribarla. Entonces, contactamos con la propietaria para adquirirla al mismo precio, con el objetivo de preservarla. Es un pedazo de la historia de Valderrobres, un edificio grande que, aunque está en ruinas por dentro, conserva sus muros perimetrales”, afirmó.
La fábrica Roda fue una de las 16 instalaciones que, entre finales del siglo XVIII y principios del XIX, transformaron la cuenca alta del Matarraña en un importante centro productor de papel, con 4 fábricas en Valderrobres y 12 más en Beceite. Según Siurana, la actividad de estas fábricas fue clave para el desarrollo económico de la zona. “De hecho, parte del papel utilizado por Francisco de Goya en sus cuadernos fue producido en otra fábrica de Valderrobres, lo que da una idea de la relevancia que tuvo esta industria”, subrayó.
Primeros pasos
El deterioro acumulado tras décadas de abandono es evidente. “El edificio está completamente invadido por vegetación. No se puede entrar debido a la cantidad de zarzas, árboles y maleza que han crecido en su interior y en los alrededores, incluido el antiguo acueducto que la abastecía de agua”, detalló Siurana.
El plan inicial de la fundación consiste en la limpieza y desescombro del edificio y sus alrededores, así como la consolidación de los muros perimetrales para evitar que se desplomen. “Lo primero será eliminar la vegetación y desescombrar completamente, tanto el interior como el exterior. También se instalarán medidas para evitar que vuelva a crecer la maleza y se reforzarán los muros que aún se mantienen en pie”, explicó.
Planes futuros
A pesar del estado actual de la fábrica, la fundación no descarta llevar a cabo un proyecto de restauración más ambicioso en el futuro. “Es temprano para determinar el alcance de la restauración, pero nuestra idea es que el edificio pueda servir como testimonio de un pasado industrial importante para Valderrobres. Si es viable, nos gustaría recrear cómo era una fábrica de papel de aquella época”, apuntó Siurana.
Entre los elementos destacados que podrían ser recuperados se encuentra una zona abovedada que ha resistido el paso del tiempo y alberga picas utilizadas para macerar trapos, la materia prima del papel. También se conserva el espacio donde estaba situada la noria que, mediante energía hidráulica, movía la maquinaria de la fábrica.