Tres años de AMAS: el feminismo rural continúa vivo en el Bajo Aragón

En noviembre de 2021, un pequeño grupo de mujeres de Alcorisa decidió dar un paso adelante y formar un espacio feminista en el que abordar los retos que enfrentan las mujeres en el medio rural. Así nació la Asociación de Mujeres Autosuficientes Sororas (AMAS), un colectivo que, tres años después, se ha consolidado como un motor de cambio, apoyo y formación con una red de 65 socias activas.

“Somos una asociación feminista con perspectiva rural. Nos centramos en las problemáticas de las mujeres que vivimos en el medio rural, que es nuestra casa, nuestras raíces”, explicó Eva Villarroya, presidenta de AMAS. Este compromiso con el entorno no solo se refleja en su nombre, sino en cada actividad y proyecto que han desarrollado desde su creación.

Este noviembre, AMAS celebra su aniversario coincidiendo con el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. En colaboración con Bajo Aragón Feminista y el Ayuntamiento de Alcorisa, la asociación participará en la lectura de manifiestos y la concentración este lunes. “Estaremos allí con nuestras reivindicaciones, con nuestra rabia, con lo que somos y con todo lo que podamos aportar para que las voces de las mujeres rurales también se escuchen”, aseguró Villarroya.

Para la presidenta de AMAS, la clave está en la unión: “Se demuestra una y otra vez que juntas somos más fuertes. No vamos a parar hasta que estas violencias dejen de ejercerse sobre todas las mujeres”.

Una red que une y empodera

La creación de AMAS respondió a una necesidad clara: conectar a mujeres que, en el medio rural, suelen enfrentar aislamiento y falta de acceso a información y recursos. Villarroya lo describe con claridad. “Aquí vivimos más aisladas que en los entornos urbanos. Hay dispersión poblacional, una media de edad alta y, a menudo, falta de información en muchos temas”. Por eso, uno de los pilares de la asociación es crear sinergias entre mujeres. “Entre todas nos nutrimos, compartimos necesidades y buscamos formas de satisfacerlas. Esto genera cosas muy enriquecedoras, tanto para nosotras como para quienes participan en nuestras actividades”, añadió.

AMAS no ha limitado su impacto a Alcorisa. Desde sus primeros días, el colectivo ha llevado talleres y charlas a otros municipios del Bajo Aragón, con la esperanza de inspirar la creación de iniciativas similares. “Queremos ser un ejemplo de que sí se puede. Desde la humildad, mostramos que este tipo de organizaciones son útiles y necesarias”, señaló Villarroya.

Además, la asociación colabora estrechamente con el Ayuntamiento de Alcorisa en actividades como la Semana Deportiva, la Semana Cultural o la Semana del Comercio Justo, aportando un enfoque feminista que enriquece estas iniciativas locales. “Cada una de estas actividades puede tener un nuevo enfoque desde nuestra mirada feminista, y aquí seguimos, divulgando, visibilizando y formando tanto a nuestras socias como a cualquier persona interesada”, explicó.

Retos y logros

El camino de AMAS no ha sido sencillo. Según Villarroya, los primeros pasos estuvieron marcados por la incomprensión y el escepticismo. “Al principio parecíamos cuatro crías haciendo tonterías. Nos costó mucho, pero hemos trabajado duro, y el esfuerzo ha valido la pena. Ahora somos muchas, muy organizadas, y hemos llegado a un montón de gente”, recordó.

Sin embargo, no todo ha sido fácil. “Vivir en un entorno rural tiene un doble filo: recibes mucho cariño, pero también es un desgaste porque pones tu nombre y apellidos a todo lo que haces. Hay que enfrentarse a críticas y, en ciertos temas, el entorno puede ser hostil”, admitió Villarroya. A pesar de estas dificultades, AMAS ha logrado crecer y ganarse el respeto de la comunidad. “Muchas mujeres se nos acercan, ya sea para pedir apoyo, asociarse o simplemente felicitarnos por lo que hacemos. Eso nos da fuerzas para seguir adelante”, afirmó.

Con tres años de trayectoria, AMAS se ha convertido en un espacio vital para muchas mujeres del Bajo Aragón. Su visión para el futuro es clara: seguir creciendo, fortaleciendo la red de apoyo y promoviendo la igualdad. “Siempre sembramos semillitas y vamos recogiendo poco a poco.”