La jota llena de emoción y silencia la plaza de San Francisco en la procesión del Vía Crucis de Alcañiz

“Con la Cruz sobre sus hombros/ y la cara ensangrentada/ Jesús se encuentra a su madre/ y sus miradas se hablaban”. Esta jota cantada por Isabel Rocatín, con acompañamiento de Jorge López, hizo el silencio en la procesión del Vía Crucis de Alcañiz cuando las imágenes de Jesús Nazareno y de la Virgen Dolorosa se encontraron ante la iglesia de San Francisco.

Los tambores acompañaron la jota y ésta se adaptó a los tambores para llenar todavía de mayor emoción la tonadilla, cuya letra es obra (como también lo era la  del año pasado) de la cantadora alcañizana, que de nuevo embelesó anoche con su voz.

“Hemos adaptado la jota, que lleva un compás de 3x4, a los tambores, que es de 4x4, de manera que ha durado un tiempo más de lo que es habitual”, explicó la cantadora, que se mostró “emocionada” por poder volver a entonar una jota en la procesión del Vía Crucis cuando ésta pasa por la parte alta de la ciudad, algo que no ocurría desde 2019, último año de normalidad antes de la pandemia de covid-19. El año pasado, con el regreso de la actividad habitual postpandemia, Rocatín también cantó en el momento del Encuentro de la Virgen y su Hijo, pero la procesión discurrió por la parte baja del pueblo.

Con orden y mucha solemnidad fueron desfilando todos los pasos procesionales, que sacaron a la calle los cofrades de la Hermandad del Santo Entierro. Uno detrás de otro, los protagonistas de esta procesión: el estandarte del Santo Entierro, las 14 estaciones, las figuras bíblicas, la Virgen de los Dolores, la Oración en el Huerto, la Burrica, la Entrada en Jerusalén, las Sibilas, la Banda de Tambores del Santo Entierro (precedida por niños vestidos con túnica azul), el Nazareno y los soldados romanos. Para rematar el desfile procesional, los seis mayordomos y el prior. Y en todo momento no faltó el sonido de los tambores de la Banda del Santo Entierro, que fueron repicando la piel marcando en todo momento la marcha de esta primera gran procesión de Alcañiz.

El Encuentro volvió a realizarse frente a la iglesia de San Francisco y tras este momento, la Virgen de los Dolores completó el recorrido procesional siguiendo al Nazareno, con sus portadores vestidos de negro.

Asimismo, la peana de la Burrica lució este Martes Santo diferente a las ediciones anteriores, después de la mano de pintura y de la restauración que se ha llevado a cabo. Según explicó el presidente de la Hermandad, Alfredo Barberán, ha sido sustituido el suelo, la pintura y prácticamente toda la carpintería. Además, se ha añadido nueva iluminación.