El cineasta Rodrigo Cortés abre en Alcañiz una “Semana Santa que nos une a todos”
Recopila las caras de la festividad y honra a su padre con recuerdos de su infancia“Hay una Semana Santa que los une a todos, que nos une a todos (...) Es la que apaga toda razón y se expresa en un lenguaje milenario que vibra en el plexo solar y se expande por el diafragma, y que le devuelve al hombre su misterio”, así es como definió el cineasta Rodrigo Cortés la Semana Santa alcañizana en un pregón emotivo cargado de referencias cinematográficas y de recuerdos de infancia por las calles de Alcañiz. El cineasta repasó con orgullo y riqueza las diferentes caras que tiene la festividad en la que ya está inmersa la capital del Bajo Aragón y aprovechó la ocasión para honrar la memoria de su padre, de origen alcañizano: “Mi padre, sin embargo, era de aquí, de la avenida Bartolomé Esteban, que aquí conocéis todos como la carretera de la estación; Fernando Cortés Pla, hijo de Fernando y Angelita, de los Cortés del lugar”.
Ignacio Urquizu, primero, y Pablo Roda, párroco de Alcañiz, después, dieron la bienvenida a los Días Santos antes de que Rodrigo Cortés se encargara de rememorar sus vínculos con la capital bajoaragonesa y pusiese la piel de gallina a los asistentes con su especial discurso.
El encargado de realizar el pregón de la Semana Santa de 2022 arrancó con agradecimientos breves pero sinceros su discurso: “Nadie dudará, deseo, de la honradez de mi gratitud por verme en este teatro hoy, abriendo esta semana tan corta y a la vez tan ancha. Diré simplemente «gracias», o «gracias a todos», o «gracias, Alcañiz», pero a cambio lo diré de corazón”.
Recuerdos de su infancia
Cortés optó por recordar “fogonazos inconexos” de su infancia para explicar su vínculo con la capital del Bajo Aragón. “Entre los que me unen a Alcañiz elijo empezar por el del niño arrodillado junto a su hermana ante un arcón que su padre abre con cuidado para extraer de él un tambor”, comentó un emocionado Rodrigo Cortés, que dio rienda suelta a las referencias cinematográficas comenzando por John Wayne y continuando por un idolatrado Buñuel, del que recuerda un figura casi mitificada por su estimado padre. “Recuerdo que me dijo: «Dicen que Buñuel lleva un tambor cuando viaja, para romper la hora cuando toca, esté donde esté, aunque sea en Nueva York. Yo no sabía quién era Buñuel, así que no supe inventarle cara, pero me lo imaginaba en Nueva York, en el Palace o en algún otro lugar que saliera en las películas de Fred Astaire, con un baúl como el de mi abuela para llevar el tambor de aquí para allá».
Los dos toques que le enseñó su padre no han caído en el olvido, por lo que el cineasta también aprovechó el pregón para citar a los vecinos de la localidad bajoaragonesa el viernes para “rescatar esos toque de su sueño”.
El destacado director, ganador del Premio Feroz 2022 a Mejor Dirección por su película El amor en su lugar, aprovechó los días previos al pregón para rescatar algunos de sus mejores momentos colgado de un tambor y ponerlos a disposición pública a través de sus redes sociales: “Conservo imágenes en un cajón, sin haber cumplido aún los cuatro, en que se me ve con túnica, tercerol, palillos en la mano y tambor diminuto, imágenes de los dos tipos: en movimiento y de las quietas, que algunos llaman fotos”.
Sus recuerdos y anécdotas fueron dando forma a una primera parte del pregón que concluyó con una perfecta definición de lo que supone la Semana Santa para Alcañiz, y viceversa. “La única escala en la llamada Ruta del Tambor que sabe llegar a la Pascua haciendo ruido sobrado sin necesidad de bombo, y que exprime cada hora que recibe agitándolas bien todas, pero sin romper ninguna”, recitó un emocionado Rodrigo Cortés, que no dejó indiferente a ninguno de los ocupantes de un Teatro Municipal a rebosar.
“Son infinitas las caras”
En la segunda parte del pregón, el cineasta dejó a un lado sus recuerdos para poner encima de la mesa los sentimientos que recorren la piel de alcañizanos y visitantes al escuchar el primero de los redobles de tambor que marcan el inicio de una fecha tan esperada como adorada en la Tierra Baja.
Repasó la parte religiosa de la festividad y todos y cada una de las citas que tanto “el que cree”, como “el que intuye”, sin olvidarse de “el que niega”, tienen en el calendario semanasantero alcañizano. Una vez más, los sentimientos que recorrieron sus adentros hace unos cuantos años, y que esta semana espera volver a experimentar, fueron el hilo conductor del discurso: “Cuando tuve algo que tocar, lo hice siempre en Viernes y Sábado Santo, como casi todo el mundo, cuando regresa el azul y el ruido reduce las calles a tremolar de vidrios y adoquines”.
Después de repasar las otras formas de vivir la festividad y tras no dejarse en el olvido ninguna de las posibilidades, Rodrigo Cortés unificó el sentir alcañizano. “Es la semana, santa y guerrera, apasionada, de la que cada alcañizano es custodio, que no sabe de metáforas, retruécanos o intelecto, la más primaria y pura”, analizó el cineasta, que con un discurso elegante a la par que distendido logró transmitir un fuerte sentimiento de arraigo a la tierra que le vio pegado al tambor de bien pequeño y que en la edición del regreso a las calles lo volverá a encontrar unido a su estimado tambor con sus palillos en las manos.
Sin olvidarse de sus cineastas
A pesar de que la figura de Buñuel estuvo presente a lo largo de todo el discurso, Cortés quiso comenzar la recta final de su discurso volviéndose a acordar del gran cineasta calandino: “Entiende así uno a Buñuel (...) enfrentando con todo rigor la liturgia primitiva que se repartían y reparten nueve pueblos, y haciéndola por fin universal a través de su obra irrepetible, tesoro de la irracionalidad en su sentido más elocuente”.
Sin embargo, Buñuel no fue el único del que se acordó Cortés. También hubo hueco en su discurso para un Saura de quien recordó su relación con “la heredera de Chaplin”, a la que llevó “a tocar también a la tierra de su maestro, tan cercana a la suya, y que llenó del ruido de la comarca varias de sus películas”.
Tras acordarse de dos grandes “maquinistas de sombras”, como él mismo definió a los cineastas, Cortés se tomó el privilegio de unirse a la lista de directores que “se dejaron conmover por el misterio telúrico de la piel apaleada, y la sangre, y el fuego, misterio que apaga por un instante el cerebro para que la razón pueda después abrirse paso, y, ya al fresco de la mañana, con los primeros trinos, pensar de nuevo” antes de terminar agradeciendo, como al inicio de su manifiesto realizó, la oportunidad de regresar a la tierra de su padre y hacerlo de una manera tan especial.
Las túnicas azules de los tambores de Alcañiz aparecieron en escena tras una sonora ovación. Fue entonces cuando se hixo el silencio en el Teatro Municipal, antes de que los tambores indicaran la conclusión del acto del pregón y sonaran por primera vez para inaugurar la Semana Santa de 2022. Una Semana Santa “que nos une a todos” y que vuelve a Alcañiz tras dos años complejos con toda la pasión acumulada y con las ganas inmaculadas de seguir celebrando una tradición con muchos siglos de historia.
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