Eucaristía en la iglesia de Nuestra Señora del Olivar, con autoridades y otros integrantes de la asociación. M. N.
La Hermandad de Amigos del Monasterio del Olivar ya camina para promover los valores de la Merced
Las aportaciones irán en favor del patrimonio y la cultura, las tradiciones y el respeto a todos los derechos humanos
La Hermandad de Amigos del Monasterio del Olivar echó a andar este domingo en una ceremonia en la que 70 socios fundadores recogieron el diploma y la cruz que les acredita como benefactores de esta asociación laica sin ánimo de lucro. Las aportaciones anuales irán en favor del mantenimiento patrimonial del convento mercedario, la divulgación de los valores culturales del enclave, la recuperación de tradiciones y romerías, y la promoción de los derechos humanos.
Casi ocho siglos contemplan el culto a la Virgen de Nuestra Señora del Olivar desde que, por iniciativa de Gil de Atrosillo y la comarca se fundara en 1260 el santuario en un remoto valle del río de Estercuel, a 4 kilómetros de esta localidad. Desde entonces, y tras una serie de ampliaciones y restauraciones, una comunidad de frailes mercedarios sigue habitando hoy las paredes del convento para alentar “la solidaridad entre los pueblos, el compromiso con los cautivos y las víctimas de infortunios, y la promoción de los valores sociales”. Así lo indica el proemio de los estatutos firmados uno por uno, ante notario, por los socios fundadores, que concurrieron a título particular aunque muchos de ellos están ligados a instituciones públicas, sector financiero aragonés, empresas, medios de comunicación, ámbito de la cultura, autoridades de la orden mercedaria, militares, guardias civiles, voluntarios del convento y sociedad civil en general afincada en Aragón, Madrid, Barcelona y Valencia.
Entre otras figuras públicas, estuvieron representados el Gobierno de Aragón por parte del vicepresidente primero, Alejandro Nolasco; la consejera de Presidencia, Interior y Cultura, Tomasa Hernández –que representaba en su caso al presidente, Jorge Azcón, que no pudo asistir por motivos de agenda–; el consejero de Medio Ambiente y Turismo, Manuel Blasco; el expresidente de Endesa e Ibercaja Manuel Pizarro; la afamada pintora retratista Nati Cañada, el exvicepresidente del Tribunal Constitucional Eugenio Gay; el actual presidente de Ibercaja, Francisco Serrano Gill de Albornoz; y representantes de la familia Luengo, propietaria del Grupo Samca que opera una mina en Estercuel, Gargallo y Crivillén.
Todos ellos comparten “positivamente los valores de la obra humana y espiritual que emanan desde el monasterio” y promoverán “acciones que contribuyan a dar a conocer y difundir los valores monumentales, artísticos, históricos y espirituales” del convento, “acompañándolo en su desarrollo como foco y centro de cultura, social y empresarial y económico”, continúan los estatutos de la fundación.
El presidente de la hermandad es José María Lombá, vecino de Muniesa y antiguo estudiante del Seminario Mercedario de Reus (Tarragona), donde conoció a buena parte de los socios fundadores que, a su vez, forman parte de una asociación de alumnos veteranos.
Unos de los objetivos del nuevo ente será “apoyar en todos los sentidos lo que es el monasterio y lo que representa para nuestra tierra y para el resto, pues ha venido gente de Aragón, Barcelona, Madrid y Valencia que han querido estar como socios fundadores”, indicó Lombá.
El aspecto patrimonial será uno de los “aspectos a tratar”, dado que “tenemos un patrimonio que hay que cuidar y mantener”. En los últimos años “se vienen realizando actividades culturales pero es un programa que tenemos que desarrollar en combinación con otros agentes de la comarca para tener una oferta más atractiva”. Ello llevaría, en palabras del presidente, al “tercer objetivo, que sería “potenciar la actividad empresarial a través de la hospedería”.
En definitiva, todo ello “ayuda a que el monasterio luzca esplendoroso”. Cabe recordar que el único convento masculino habitado en Aragón funciona como hospedería, alquila apartamentos y tiene restaurante. En los últimos años se ha abierto aún más al público con actividades de observación del cielo. Cursos, encuentros y campamentos llenan la agenda.
Uno de los epígrafes de los fines de la asociación es “promover el interés general, y muy especialmente los de la promoción de los derechos humanos, de asistencia social, de cooperación para el desarrollo, de fomento de la igualdad de oportunidades y de la tolerancia”. También el “voluntariado social”, la “atención a las personas en riesgo de exclusión por razones físicas, sociales, económicas o culturales”.
“El carisma mercedario que tiene más de 800 años siempre se ha enfocado a tratar al débil, al vulnerable, y ese es un programa que también hemos de potenciar”, apostilló Lombá, quien recordó que la razón de ser de la Orden de la Merced es la redención de los presos. De ahí que “el superior del monasterio, Fernando Ruiz, sea el capellán de la cárcel de Teruel”. Por otra vía, la Fundación Obra Mercedaria atiende la acogida de niños o comedores sociales.
Los socios aportarán una cantidad económica anual recomendada a la asociación, que es laica y “está abierta a todo el mundo”.
Entre las actividades de la fundación, se hace hincapié en “propiciar el crecimiento de las tradiciones litúrgicas y religiosas propias del santuario de la Virgen del Olivar que se han realizado y difundido desde este lugar”, además de potenciar las “tradiciones y romerías”. que fomentan la convivencia entre pueblos.
Tras la firma de los estatutos y una visita guiada a las instalaciones del monasterio, a mediodía tuvo lugar la eucaristía dominical, presidida por el arzobispo de Pamplona, el mercedario alcorisano Florencio Roselló, que también forma parte de la entidad.
Acto seguido tuvo lugar la ceremonia solemne de constitución de la Hermandad Amigos del Monasterio del Olivar, con bienvenida a cargo del provincial de la Orden de la Merced, José Juan Galve, acompañado del historiador mercedario Joaquín Millán. Hubo imposición de medallas y entrega de títulos a los fundadores de manos de Roselló y Pizarro, y se presentó la junta rectora. El canto de la Salve a la Virgen del Olivar cerró el acto, al que siguió una comida de hermandad en el refectorio monacal.
La consejera Tomasa Hernández recalcó que la fundación “va a tener como objetivo promover la actividad cultural dentro de este recinto maravilloso que ya viene realizando, porque los seis monjes que hay ya hacen alguna actividad, pero es para potenciarlo”. Tras la restauración del edificio años atrás, el convento “está en perfecto uso, tiene una hospedería preciosa y se trata de darle actividad cultural”, una labor en la que colaborará el Gobierno de Aragón “en lo que podamos”, se comprometió.
El arzobispo mercedario de Pamplona y obispo de Tudela, el alcorisano Florencio Roselló, felicitó a la sociedad laica por la “sorpresa agradable” que supone la creación de la Hermandad de Amigos del Monasterio del Olivar, que en su opinión es “signo de sinodalidad, de respeto y tolerancia” porque está abierta a la pluralidad eclesiástica y de la sociedad en general, sea o no creyente.
“Con vosotros, la Merced crece, llega más lejos, se hace más redentora. Hoy comienza una historia bonita que queremos ver y vivir, y, sobre todo contar a los que vengan detrás. El monasterio, nuestra madre la Virgen del Olivar, gana hijos con esta asociación, gana redentores y gana redimidos. ¡Que Dios bendiga a esta Hermandad de Amigos del Monasterio del Olivar!”, expresó Roselló durante la homilía.
El arzobispo de Pamplona invitó a sentir “el palpitar de la Virgen” del Olivar “en nuestro interior”, sin distinción de “sexo, credo y raza”, unidos en “una sola hermandad formada por personas distintas pero que vivan el carisma de la Merced”.
“Trabajemos por un mismo objetivo. El primero, cuidar, divulgar, extender y trabajar por este monasterio y por nuestra madre la Virgen del Olivar, y también por la comunidad que habita en él, la Orden de la Merced, que por carisma nos toca tratar con gente muy diferente. Hoy esta hermandad hace realidad la pluralidad que habita” en la familia mercedaria. “Todos estamos llamados y lo hacemos en un tiempo en el que el Papa Francisco nos habla de sinodalidad –una nueva corriente que lleva a la escucha de las pluralidades en el seno de la Iglesia para enriquecerla–. Religiosos, laicos, gente de aquí, de fuera, hombres, mujeres, jóvenes... Todos tienen su espacio, su palabra, su tiempo”.
Roselló celebró que los laicos, tal como conceden las constituciones mercedarias, colaboren “en el ejercicio de la misión redentora, constituyendo asociaciones y cofradías”.
“Este monasterio, esta virgen, esta madre es para unos devoción, para otros tradición, para otros romerías, para otros oraciones, para otros devociones heredadas, para otros favores de la virgen, para otros problemas y dificultades”, enumeró Roselló, quien destacó que si la Merced ha perdurado durante 800 años es que “es cosa de Dios y el Espíritu Santo ha acompañado”.
Ofreció el monasterio que le inculcó la pasión por la Merced para “proyectar” luz “a los que andan en la oscuridad”. La nueva hermandad “no se crea para sí misma” sino “para los demás; para que otros conozcan este monasterio, nuestra madre, y descubran el carisma de la Merced y se comprometan con los pobres, con las personas vulnerables de la sociedad”.
De este modo, el convento seguirá con “las puertas abiertas a todos, creyentes y no creyentes”, de la misma forma que “los responsables políticos son responsables de todos: votantes de ellos y no votantes”, indicó.
“En la actualidad hay muchas personas que están en actitud de búsqueda. En nuestro monasterio hay respuestas para aquel que busca”, cerró.
Casi ocho siglos contemplan el culto a la Virgen de Nuestra Señora del Olivar desde que, por iniciativa de Gil de Atrosillo y la comarca se fundara en 1260 el santuario en un remoto valle del río de Estercuel, a 4 kilómetros de esta localidad. Desde entonces, y tras una serie de ampliaciones y restauraciones, una comunidad de frailes mercedarios sigue habitando hoy las paredes del convento para alentar “la solidaridad entre los pueblos, el compromiso con los cautivos y las víctimas de infortunios, y la promoción de los valores sociales”. Así lo indica el proemio de los estatutos firmados uno por uno, ante notario, por los socios fundadores, que concurrieron a título particular aunque muchos de ellos están ligados a instituciones públicas, sector financiero aragonés, empresas, medios de comunicación, ámbito de la cultura, autoridades de la orden mercedaria, militares, guardias civiles, voluntarios del convento y sociedad civil en general afincada en Aragón, Madrid, Barcelona y Valencia.
Entre otras figuras públicas, estuvieron representados el Gobierno de Aragón por parte del vicepresidente primero, Alejandro Nolasco; la consejera de Presidencia, Interior y Cultura, Tomasa Hernández –que representaba en su caso al presidente, Jorge Azcón, que no pudo asistir por motivos de agenda–; el consejero de Medio Ambiente y Turismo, Manuel Blasco; el expresidente de Endesa e Ibercaja Manuel Pizarro; la afamada pintora retratista Nati Cañada, el exvicepresidente del Tribunal Constitucional Eugenio Gay; el actual presidente de Ibercaja, Francisco Serrano Gill de Albornoz; y representantes de la familia Luengo, propietaria del Grupo Samca que opera una mina en Estercuel, Gargallo y Crivillén.
Dan esplendor al monasterio
Todos ellos comparten “positivamente los valores de la obra humana y espiritual que emanan desde el monasterio” y promoverán “acciones que contribuyan a dar a conocer y difundir los valores monumentales, artísticos, históricos y espirituales” del convento, “acompañándolo en su desarrollo como foco y centro de cultura, social y empresarial y económico”, continúan los estatutos de la fundación.
El presidente de la hermandad es José María Lombá, vecino de Muniesa y antiguo estudiante del Seminario Mercedario de Reus (Tarragona), donde conoció a buena parte de los socios fundadores que, a su vez, forman parte de una asociación de alumnos veteranos.
Unos de los objetivos del nuevo ente será “apoyar en todos los sentidos lo que es el monasterio y lo que representa para nuestra tierra y para el resto, pues ha venido gente de Aragón, Barcelona, Madrid y Valencia que han querido estar como socios fundadores”, indicó Lombá.
El aspecto patrimonial será uno de los “aspectos a tratar”, dado que “tenemos un patrimonio que hay que cuidar y mantener”. En los últimos años “se vienen realizando actividades culturales pero es un programa que tenemos que desarrollar en combinación con otros agentes de la comarca para tener una oferta más atractiva”. Ello llevaría, en palabras del presidente, al “tercer objetivo, que sería “potenciar la actividad empresarial a través de la hospedería”.
En definitiva, todo ello “ayuda a que el monasterio luzca esplendoroso”. Cabe recordar que el único convento masculino habitado en Aragón funciona como hospedería, alquila apartamentos y tiene restaurante. En los últimos años se ha abierto aún más al público con actividades de observación del cielo. Cursos, encuentros y campamentos llenan la agenda.
Compromiso social
Uno de los epígrafes de los fines de la asociación es “promover el interés general, y muy especialmente los de la promoción de los derechos humanos, de asistencia social, de cooperación para el desarrollo, de fomento de la igualdad de oportunidades y de la tolerancia”. También el “voluntariado social”, la “atención a las personas en riesgo de exclusión por razones físicas, sociales, económicas o culturales”.
“El carisma mercedario que tiene más de 800 años siempre se ha enfocado a tratar al débil, al vulnerable, y ese es un programa que también hemos de potenciar”, apostilló Lombá, quien recordó que la razón de ser de la Orden de la Merced es la redención de los presos. De ahí que “el superior del monasterio, Fernando Ruiz, sea el capellán de la cárcel de Teruel”. Por otra vía, la Fundación Obra Mercedaria atiende la acogida de niños o comedores sociales.
Los socios aportarán una cantidad económica anual recomendada a la asociación, que es laica y “está abierta a todo el mundo”.
Entre las actividades de la fundación, se hace hincapié en “propiciar el crecimiento de las tradiciones litúrgicas y religiosas propias del santuario de la Virgen del Olivar que se han realizado y difundido desde este lugar”, además de potenciar las “tradiciones y romerías”. que fomentan la convivencia entre pueblos.
Eucaristía con Roselló
Tras la firma de los estatutos y una visita guiada a las instalaciones del monasterio, a mediodía tuvo lugar la eucaristía dominical, presidida por el arzobispo de Pamplona, el mercedario alcorisano Florencio Roselló, que también forma parte de la entidad.
Acto seguido tuvo lugar la ceremonia solemne de constitución de la Hermandad Amigos del Monasterio del Olivar, con bienvenida a cargo del provincial de la Orden de la Merced, José Juan Galve, acompañado del historiador mercedario Joaquín Millán. Hubo imposición de medallas y entrega de títulos a los fundadores de manos de Roselló y Pizarro, y se presentó la junta rectora. El canto de la Salve a la Virgen del Olivar cerró el acto, al que siguió una comida de hermandad en el refectorio monacal.
La consejera Tomasa Hernández recalcó que la fundación “va a tener como objetivo promover la actividad cultural dentro de este recinto maravilloso que ya viene realizando, porque los seis monjes que hay ya hacen alguna actividad, pero es para potenciarlo”. Tras la restauración del edificio años atrás, el convento “está en perfecto uso, tiene una hospedería preciosa y se trata de darle actividad cultural”, una labor en la que colaborará el Gobierno de Aragón “en lo que podamos”, se comprometió.
"Sorpresa agradable"
El arzobispo mercedario de Pamplona y obispo de Tudela, el alcorisano Florencio Roselló, felicitó a la sociedad laica por la “sorpresa agradable” que supone la creación de la Hermandad de Amigos del Monasterio del Olivar, que en su opinión es “signo de sinodalidad, de respeto y tolerancia” porque está abierta a la pluralidad eclesiástica y de la sociedad en general, sea o no creyente.
“Con vosotros, la Merced crece, llega más lejos, se hace más redentora. Hoy comienza una historia bonita que queremos ver y vivir, y, sobre todo contar a los que vengan detrás. El monasterio, nuestra madre la Virgen del Olivar, gana hijos con esta asociación, gana redentores y gana redimidos. ¡Que Dios bendiga a esta Hermandad de Amigos del Monasterio del Olivar!”, expresó Roselló durante la homilía.
El arzobispo de Pamplona invitó a sentir “el palpitar de la Virgen” del Olivar “en nuestro interior”, sin distinción de “sexo, credo y raza”, unidos en “una sola hermandad formada por personas distintas pero que vivan el carisma de la Merced”.
“Trabajemos por un mismo objetivo. El primero, cuidar, divulgar, extender y trabajar por este monasterio y por nuestra madre la Virgen del Olivar, y también por la comunidad que habita en él, la Orden de la Merced, que por carisma nos toca tratar con gente muy diferente. Hoy esta hermandad hace realidad la pluralidad que habita” en la familia mercedaria. “Todos estamos llamados y lo hacemos en un tiempo en el que el Papa Francisco nos habla de sinodalidad –una nueva corriente que lleva a la escucha de las pluralidades en el seno de la Iglesia para enriquecerla–. Religiosos, laicos, gente de aquí, de fuera, hombres, mujeres, jóvenes... Todos tienen su espacio, su palabra, su tiempo”.
Roselló celebró que los laicos, tal como conceden las constituciones mercedarias, colaboren “en el ejercicio de la misión redentora, constituyendo asociaciones y cofradías”.
“Este monasterio, esta virgen, esta madre es para unos devoción, para otros tradición, para otros romerías, para otros oraciones, para otros devociones heredadas, para otros favores de la virgen, para otros problemas y dificultades”, enumeró Roselló, quien destacó que si la Merced ha perdurado durante 800 años es que “es cosa de Dios y el Espíritu Santo ha acompañado”.
Ofreció el monasterio que le inculcó la pasión por la Merced para “proyectar” luz “a los que andan en la oscuridad”. La nueva hermandad “no se crea para sí misma” sino “para los demás; para que otros conozcan este monasterio, nuestra madre, y descubran el carisma de la Merced y se comprometan con los pobres, con las personas vulnerables de la sociedad”.
De este modo, el convento seguirá con “las puertas abiertas a todos, creyentes y no creyentes”, de la misma forma que “los responsables políticos son responsables de todos: votantes de ellos y no votantes”, indicó.
“En la actualidad hay muchas personas que están en actitud de búsqueda. En nuestro monasterio hay respuestas para aquel que busca”, cerró.
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