Estercuel pondrá en valor las grisallas del siglo XVI que escondía el viejo ayuntamiento

El edificio del antiguo ayuntamiento de Estercuel albergaba un secreto descubierto accidentalmente por la asociación Jóvenes Estercuelanos que acaba de adquirir el inmueble como sede social. Durante los trabajos de acondicionamiento, en lo que fue el salón de plenos y las escaleras de acceso aparecieron unas pinturas grisallas con una calidad equiparable a las de la ermita de El Rollo de Bordón o el convento de las Agustinas de Mirambel.

Se conoce como pinturas grisallas la técnica pictórica basada en trazos monocromos que producen una sensación de relieve escultórico. Estaba muy de moda en el siglo XVI, época de la que dataría este edificio palaciego si se confirma la importancia que la Fundación Santa María de Albarracín considera que tiene el hallazgo tras haber realizado varias catas. Éstas tienen que ser confirmadas por un proyecto amplio para el que la asociación ya ha pedido financiación a la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón.

Ocultadas por siglos

Las pinturas objeto de estudio se encuentran localizadas principalmente en la sala de reuniones de lo que en su día fuera la casa consistorial del pueblo, así como en ciertas zonas de la escalera.

Fueron descubiertas de manera aleatoria durante las últimas obras de acondicionamiento al retirar un papel de pared que dejó trazos a la vista. Es ahí cuando saltó la alarma de que, quizá, tuvieran calidad y sí mereciera la pena tanto su recuperación como su conservación, explicó la encargada del Centro de Restauración de la Fundación Santa María, Rosana Herrero.

La experta ya ha visitado Estercuel y presupone que las grisallas tienen una amplia extensión pese a las alteraciones que ha sufrido el edificio a lo largo de su historia. De este modo, espera que bajo las capas de morteros, pinturas y papel decorativo tengan un estado de conservación aceptable y sea recomendable su recuperación.

Según apuntó la restauradora, el edificio se encuentra muy modificado porque durante mucho tiempo ha servido de vivienda a particulares. Tanto es así, que ahora parece dividido en dos viviendas. En cuanto al acceso, se trata de una escalera en espiral muy señorial con una barandilla de madera antigua.

“Compramos la casa en 2021 y, cuando empezamos a tirar tabiques para hacer la sala lo más grande posible para los fines de la asociación, encontramos estas pinturas, que también aparecieron en la escalera al reventar una bomba de yeso que se había levantado por la humedad”, detalló el presidente de Jóvenes Estercuelanos, Ángel Terrén.

La asociación ha concluido las obras, pero esperará a comenzar su actividad sociocultural a que esté finalizado el proyecto de restauración, para el que ha solicitado una ayuda de 26.000 euros a la Dirección General de Patrimonio Cultural. Fuentes de la misma explicaron a este periódico que “está en la lista de actuaciones previstas”, aunque todavía hay que estudiar bien el caso y realizar un proyecto del que se encargaría la propia Fundación Santa María de Albarracín.

La importancia de lo pequeño

“Las pequeñas cosas tienen su importancia, y más en un pueblo pequeño”, dijo Terrén, interesado en “poner en valor” el hallazgo y hacerlo visitable al público.

La asociación, que tiene 350 socios, compró el edificio como centro social en el que realizar reuniones, exposiciones, proyecciones, talleres de informática o clases de cocina, entre otras actividades variadas.

Jóvenes Estercuelanos organiza la Semana Cultural cada agosto y, de forma bienal, los Encuentros con la Historia, una recreación y mercado medieval con los que la localidad conmemora la consecución de su Carta Puebla. También dinamiza marchas senderistas y recientemente ha contribuido a recuperar, junto a Jesús Rubio, el Dance de Estercuel.