La Fresneda descubre nuevos detalles sobre la Carta Puebla por su 800 aniversario

La Fresneda clausuró este fin de semana una jornada especial en el marco del 800 aniversario de la concesión de su Carta Puebla, donde el historiador Carlos Laliena destacó la importancia de este documento fundacional y reflexionó sobre los 32 primeros pobladores de la villa. "Es difícil pensar que haya una continuidad biológica con los actuales vecinos, pero lo que perdura es la apropiación del espacio humanizado, el mundo que se contempla desde el castillo", señaló.

Más de 40 asistentes se reunieron en el salón sociocultural de la calle Eras para escuchar a Laliena, a la filóloga Maite Moret y al historiador del arte Manuel Siurana, quienes compartieron los resultados de años de investigación sobre este texto medieval. Todos expertos subrayaron el valor histórico de la Carta Puebla, no solo como testimonio de la fundación de La Fresneda, sino también como una pieza clave para entender el contexto político, social y lingüístico del Bajo Aragón en la Edad Media.

Un análisis detallado

Por su parte, Laliena, catedrático de la Universidad de Zaragoza y referente en la historia medieval aragonesa ofreció un análisis sobre el origen y significado de la Carta Puebla de La Fresneda, situándola dentro del proceso de reconquista y colonización del Bajo Aragón. "La concesión de cartas de población como esta marcaba el momento en que una localidad adquiría suficiente fuerza e importancia para consolidarse demográfica y jurídicamente", explicó Laliena.

El historiador destacó que las primeras cartas de población en la región datan del siglo XII, como las de Alcañiz o Valderrobres, mientras que La Fresneda se inscribe en una segunda fase, ya en el siglo XIII, junto a localidades como Maella, Calaceite o Monroyo. Según Laliena, estas cartas no solo otorgaban derechos a los pobladores, sino que también imponían obligaciones, como el servicio militar que estipulaba la de Fuentespalda. "Era una época complicada, y estas concesiones eran un intento de los señores por atraer población y consolidar sus dominios", añadió.

Laliena recordó que el documento original de la Carta Puebla, emitido en 1224 por los López de Samper, no se conserva, pero sí una copia realizada en 1404, cuyo propósito era reafirmar los derechos de la villa ante el rey. "La carta tenía una validez permanente y seguía en vigor casi 200 años después de su redacción original", señaló. También explicó que la concesión incluía a todos los habitantes de La Fresneda, tanto los recién llegados como los ya establecidos, y marcaba una relación de largo plazo entre los señores feudales y los campesinos.

El historiador también comentó acerca de los primeros pobladores de La Fresneda. Aunque solo se conocen tres nombres de los 32 originales, señaló que probablemente procedían del sur de Huesca y la Cataluña central. "Lo que sí perdura es la apropiación del espacio humanizado, el mundo que se contempla desde el castillo. La historia no es vacía; está llena de humanidad, de las vidas de quienes trabajaron para construir este lugar", afirmó Laliena.

Riqueza lingüística

Por su parte, Maite Moret detalló el trabajo de revisión y traducción de la Carta Puebla, un proyecto que buscó hacer accesible su contenido al público actual. "La parte en latín se trasladó al castellano, y el catalán medieval, más complejo, se adaptó a una lengua moderna para que todos puedan entender lo que se decía. Seguid cuidando lo que tenéis, porque es un tesoro", destacó la filóloga.

Además, Moret señaló la riqueza documental del Matarraña como una fuente invaluable para los investigadores. "Este territorio conserva un patrimonio único que permite abordar la historia desde múltiples perspectivas, y eso es algo que debemos valorar y proteger", añadió.

Ambos expertos coincidieron en que este tipo de eventos no solo sirven para conocer mejor el pasado, sino también para reflexionar sobre la identidad y el patrimonio de la comunidad. "Celebrar 800 años de La Fresneda no es un ejercicio vacío, sino una forma de conectarnos con la humanidad de quienes vivieron aquí antes que nosotros", concluyó Laliena.

Por su parte, Rubén Esteve, concejal del Ayuntamiento, señaló la relevancia de estos actos: “Queremos acercar la historia local a los vecinos. Muchas veces nos centramos en los grandes hechos históricos y dejamos de lado lo que sucede en nuestra propia tierra. Este año nos ha permitido redescubrir nuestra identidad y nuestro papel en el contexto del Bajo Aragón y el Matarraña”.

Estas jornadas se clausuraron este domingo con un concierto de música medieval por parte del Grupo Artesonado en la capilla del Pilar.