La Comarca del Bajo Aragón renueva el procedimiento de prevención ante la violencia de género

La Comarca del Bajo Aragón ha actualizado el procedimiento   comarcal de coordinación para la prevención de la violencia de género que se redactó hace nueve años. El pleno de la institución dio su visto bueno esta semana el documento, que incorpora el servicio de urgencias del área de Servicios Sociales, la disponibilidad del equipo Viogén de la Guardia Civil, el programa del menor y la adaptación a la nueva normativa.

La consejera de Servicios Sociales de la Comarca del Bajo Aragón, Olivia Doñate, acompañada de la técnico del área Eva Antolín, y de las dos agentes de la Guardia Civil asignadas al equipo Viogén de la Compañía de Alcañiz, Mª Carmen Planas y Susana Herrera, presentaron ayer el nuevo procedimiento, que incluye la atención a los hijos en los casos en los que se produzca un caso de violencia hacia la mujer.

El primer documento de este tipo para la prevención y erradicación de la violencia contra las mujeres de la Comarca del Bajo Aragón se presentó en el año 2013 “y existía la necesidad de que se produjera una actualización para adaptarnos a la nueva realidad, a las modificaciones legislativas, a los nuevos recursos de que disponemos y a las circunstancias actuales de la sociedad”, explicó la consejera del área.

Doñate detalló que “el nuevo procedimiento de prevención incluye la creación de grupos de trabajo en los que participa el personal del área de Servicios Sociales de la Comarca del Bajo Aragón, el Instituto Aragonés de la Mujer (IAM), la Policía Local y la Guardia Civil, con el equipo Viogén, los centros de salud y hospitales, así como la subdelegación del gobierno en Teruel y los diferentes centros educativos. Este equipo de trabajo tendrá “el objetivo de establecer un trabajo de coordinación con los agentes sociales para realizar una valoración, actuación y seguimiento” de las diferentes situaciones que puedan ponerse de manifiesto.

Técnicas nuevas

La técnico responsable del área detalló que este documento “se ha estado trabajando en sesiones y mesas técnicas para su actualización”, de manera que se ha incorporado el servicio de urgencias, que está operativo desde el año 2018 (en toda el área, no solo para temas relacionados con violencia de género). Asimismo, “hemos añadido la experiencia que hemos adquirido en los últimos nueve años y también modificado los aspectos de organización interna del área, que han cambiado”.

Otra de las cuestiones que se incorporan al protocolo es la colaboración con los equipos Viogén de la Guardia Civil, que en el momento en el que se redactó el primer procedimiento no existían. Según enfatizó Antolín, “son cambios significativos” que redundan a favor de las víctimas.

En relación a los últimos cambios, la técnico del área enfatizó que “la creación de los equipos Viogén de la Guardia Civil ha permitido que existan varias agentes encargándose de la atención a las víctimas de violencia de género, y eso ha sido positivo porque supone que estas agentes son nuestros referentes constantes, y eso ha mejorado notablemente la coordinación con las fuerzas de seguridad del Estado”.

De la misma manera, la puesta en marcha de un servicio de urgencias en el área, que funciona los cinco días de la semana desde las tres de la tarde a las ocho de la mañana y los fines de semana “también facilita que se pueda acompañar a la víctima hasta que llegan los recursos del IAM”, enfatizó la técnico del departamento.

Por otra parte, un convenio con Policía Local permite que aquellos casos que estén considerados de “nivel de riesgo no apreciado” se puedan abordar por parte de los agentes del cuerpo municipal.

Las responsables de la institución comarcal hicieron hincapié en que en este momento los recursos más necesarios son los alojamientos alternativos para las víctimas, de los que se carece en el medio rural. En la provincia se encuentran en Teruel. Tanto Doñate como Antolín recalcaron que trasladar a una mujer que ha sido víctima de violencia a la capital o a Zaragoza cuando no hay disponibilidad de pisos en Teruel es un fuerte desarraigo; disponer de estos recursos en Alcañiz es necesario, aunque es una demanda histórica, reconocieron.