El simposio de restauración sostenible en Monroyo se despide con gran sabor de boca

La búsqueda de una restauración sostenible continúa su avance a pasos agigantados. En esta ocasión lo hizo en el hotel Torre del Marqués, ubicado en Monroyo, con un simposio en el que la gastronomía caminó de la mano de otras cuestiones de relevancia local como la importancia del territorio, el paisaje o la población. Con un gran éxito de participación tanto de empresas como de particulares tanto del Matarraña como del Bajo Aragón, las jornadas dejaron “un gran sabor de boca”, según explicó Sergio Gil, presidente de la Fundación de Restaurantes Sostenibles, entidad organizadora del evento.

Además, la cita sirvió para sentar las bases del primer grupo de acción vinculado a la fundación, que servirá para marcar los parámetros de actuación en la zona. Bajo el nombre de el Consejo de Aragón, productores sostenibles y restauradores locales trabajarán de la mano para trabajar en favor de la sostenibilidad.

Tras una primera jornada en la que los productores sostenibles de la zona y los mejores chefs del país unieron sus caminos para poner en valor los productos de la zona y conocer la calidad del territorio, todo apuntaba a que el segundo día no iba a dejar indiferente a nadie. “Hubo conversaciones muy fluidas entre productores y chefs. Realmente se sorprendieron de la calidad de los productos”, comentó Óscar García, propietario del hotel la Torre del Marqués.

“Un éxito total”. Así definía la segunda jornada del simposio sobre restauración sostenible Sergio Gil: “Ha surgido un diálogo sensato y muy interesante. Nos vamos con un gran sabor de boca”.

Mesas de trabajo

Tres mesas de trabajo sobre territorio, paisaje y población aunaron los criterios de 18 ponentes y más de 60 asistentes, que participaron activamente en cada una de las mesas redondas.

La charla sobre producto y territorio se enfocó en la importancia del producto local, la agricultura regenerativa y la transición hacia lo ecológico. Además, la primera de las mesas de trabajo sirvió para presentar uno de los proyectos más interesantes de la Fundación Restaurantes Sostenibles.

La despensa del restaurante, nombre que recibe la propuesta, pretende dotar de tierras a los agricultores para que estos trabajen con una vinculación directa con los restaurantes. Con esas bases también surgió el primer grupo de trabajo, en el que seis restaurantes del Matarraña pusieron la primera piedra para arrancar el proyecto. Junto a ellos también trabajarán un grupo de productores sostenibles del territorio vinculados a la fundación con el objetivo de marcar los parámetros de trabajo del primer grupo de acción, llamado Consejo de Aragón, para el impulso de la restauración sostenible tanto en el Bajo Aragón como en el Matarraña.

En la segunda mesa redonda, el paisaje fue el gran protagonista. “La grandeza del paisaje también es su vulnerabilidad y esos es fundamental para la sostenibilidad”, aseguró Gil. María José Meda, chef del restaurante El Batán, fue la encargada de aportar su punto de vista al respecto, pero lo hizo teniendo muy en cuenta las cuestiones planteadas por la gente local, una de las bases del proyecto. “La gente de fuera estaba a la expectativa de lo que dice la gente de aquí. El trabajo y el compromiso debe surgir de las zonas locales. Queremos un proyecto que no genere intrusismo y que tenga en cuenta las voces locales”, comentó el presidente de la Fundación.

Despoblación

La despoblación y sus posibles soluciones cerraron el ciclo de charlas con una idea clara: la repoblación es fundamental, pero debe realizarse de forma equilibrada.

El simposio de restauración sostenible celebrado en Monroyo sirvió para que la gastronomía y la restauración se convirtieran en elementos transversales y se pusieran encima de la mesa asuntos de relevancia local.

Además, productores y chefs quedaron enamorados de un entorno que pretende convertirse en “un destino turístico referente en el Matarraña”, según explicó Óscar García tras el cierre del evento.