El Centro de Estudios del Bajo Martín celebra 25 años de reflexión sobre el patrimonio industrial

El Centro de Estudios del Bajo Martín (CEBM) conmemora este fin de semana sus 25 años de existencia con dos jornadas en la Sala de Arte Contemporáneo de Híjar, centradas en la historia de la institución y en la relevancia del patrimonio industrial de la comarca. Además, la institución presentará la nueva edición de su revista Rujiar. Según su presidente, Ángel Guimerá, el evento busca hacer balance del recorrido del centro y su impacto en la preservación cultural de la zona. “La idea es hacer un repaso de nuestras actividades principales. Echaremos la vista atrás para reflexionar sobre el trabajo llevado a cabo”, señaló, destacando que el aniversario es también una oportunidad para suplir la ausencia de las tradicionales jornadas de patrimonio, suspendidas este año por un recorte presupuestario.

Uno de los puntos fuertes de la conmemoración será la charla de la Teruel Film Commission sobre el uso del patrimonio industrial como escenario de rodajes. Guimerá recordó que localizaciones de la comarca, como una antigua vía ferroviaria en Samper de Calanda e Híjar, fueron utilizadas recientemente en la producción de la serie The Walking Dead. “Una buena manera de explicarle a la gente algunas de las virtudes que tiene este patrimonio industrial es que puede ser usado como escenario de rodajes”, afirmó. Además, la conferencia abordará otros ejemplos de cómo las infraestructuras históricas de la provincia han sido aprovechadas en producciones audiovisuales, mostrando un enfoque innovador para la puesta en valor del patrimonio.

El próximo domingo, el protagonismo recaerá en la presentación de la nueva edición de la revista Rujiar. En esta ocasión, Rujiar XXI se centra en el patrimonio industrial del Bajo Martín, explorando el impacto de la industrialización en los pueblos de la comarca y la importancia de preservar este legado. Los artículos, fruto de las Jornadas de Patrimonio celebradas en 2022, analizan elementos como la red ferroviaria, las fábricas y las infraestructuras energéticas que transformaron el paisaje y la vida en la región. Además, el número incluye reflexiones sobre el potencial del turismo como herramienta para revitalizar estos bienes y convertirlos en un motor de desarrollo sostenible. “Es un resumen de lo que fueron nuestras últimas jornadas de patrimonio industrial, pero también una llamada a la acción para garantizar que estos vestigios sean valorados por las generaciones futuras”, apuntó Guimerá.

El programa finalizará con una charla a cargo de la asociación Gents del Matarranya, que se centrará en el impacto de los parques eólicos y las placas solares como nuevo tipo de patrimonio industrial. La ponencia analizará tanto las acciones contra la instalación de estos elementos en el paisaje del Matarraña como los retos futuros que supondrá su desmantelamiento. Guimerá destacó que el Bajo Martín, situado entre dos grandes centrales eléctricas como Andorra y Escatrón, se encuentra ahora en una nueva etapa de producción energética a través de renovables. Sin embargo, planteó preguntas sobre el futuro de estas instalaciones: “Lo mismo que nos ha pasado viendo cómo se derrumbó las chimeneas de la central térmica, ¿qué pasará con estos molinos de viento y placas solares con el tiempo?”.

El presidente del CEBM también aprovechó para agradecer el apoyo del Instituto de Estudios Turolenses, que ha financiado parte de esta conmemoración. Aunque reconoció que las actividades son más modestas que en años anteriores debido a los recortes, Guimerá destacó el esfuerzo del centro para adaptarse a las circunstancias y mantener su compromiso con el patrimonio cultural de la comarca. “Con estas jornadas queremos dignamente celebrar los 25 años, poner en valor el trabajo que se ha hecho y volver a hablar de patrimonio industrial, que es algo que nos parece clave para nuestra comarca”, dijo.