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Comienza la restauración de las balsas históricas de Arens de Lledó con una alta participación Comienza la restauración de las balsas históricas de Arens de Lledó con una alta participación
La balsa Jeroni antes de llevar a cabo labores de desbroce. Huellas de Agua

Comienza la restauración de las balsas históricas de Arens de Lledó con una alta participación

Huellas de Agua amplía su alcance a dos depósitos más y añade códigos QR
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Los siete jóvenes que conforman el proyecto Huellas de Agua en la localidad de Arens de Lledó han puesto en marcha las labores para recuperar su patrimonio hídrico con el inicio de los trabajos de limpieza y restauración de las balsas de agua históricas del municipio, además de la colocación de códigos QR para mejorar las rutas. Este esfuerzo busca devolver el esplendor a estas infraestructuras que durante décadas fueron esenciales para el abastecimiento del ganado y la agricultura local. “La respuesta del pueblo ha sido increíble, la gente está muy volcada en el proyecto”, explicó María Pilar Serres, una de las jóvenes impulsoras. La acogida ha sido tan positiva que el número de depósitos a recuperar ha pasado de ocho a diez, incluyendo dos adicionales que, aunque no están empedrados, forman parte del entorno y han obtenido los permisos necesarios para su limpieza.

Primeros pasos de limpieza

La fase inicial de restauración ya está en marcha con la limpieza de cinco de las diez balsas previstas. Hasta el momento se han recuperado la balsa de Jeroni, la Arturo y la Civil, además de dos depósitos extra, que no estaban incluidos originalmente en el plan pero que se han sumado gracias a la buena acogida del proyecto.

El primer gran encuentro de voluntarios tuvo lugar el pasado fin de semana, con una excursión en la que participaron más de 30 personas, entre ellas familias, niños y vecinos de Arens de Lledó, además de otras localidades cercanas como Valderrobres y Caspe. “Fue un ambiente increíble de cooperación. Algunos fuimos andando hasta las balsas, otros en coche, pero lo más importante es que todos trabajamos juntos”, relató Serres.

Para garantizar la seguridad de los participantes, se llevó a cabo una primera fase de limpieza técnica, con motosierras y desbrozadoras, en la que intervinieron jóvenes y miembros de la Asociación Cultural del Galero. Con esta intervención inicial se despejó la vegetación más densa y se prepararon los accesos.

El día de la excursión, los trabajos continuaron con herramientas más ligeras como palas, asadas y cubos para retirar la tierra acumulada. Esto permitió que los más pequeños también pudieran involucrarse en la actividad sin riesgos. “Queríamos que fuese una experiencia abierta a toda la comunidad, donde todos pudieran participar sin peligro de hacerse daño”, añadió Serres.

Además del esfuerzo de los voluntarios, un profesional asesoró al equipo en las técnicas adecuadas de limpieza. “Nos enseñó cómo debíamos hacerlo y después nosotros guiamos a los participantes”, explicó la joven.

 

La balsa de Jeroni tras la limpieza el pasado domingo. Huellas de Agua

Códigos QR

Además de la restauración física, Huellas de Agua apuesta por la divulgación y el acceso a la información. Para ello, están instalando carteles informativos con códigos QR en cada balsa restaurada.

Estos códigos redirigirán a los visitantes a una página web con detalles sobre la historia de cada depósito, sus dimensiones, vídeos con testimonios de los propietarios y registros fotográficos de las jornadas de limpieza. “Los tres primeros QR ya están casi listos. Primero los hemos hecho en papel plastificado y, cuando tengamos todos los datos, los fijaremos de manera definitiva”, detalló Serres.

Además, el equipo está trabajando en la geolocalización de la ruta en plataformas como Wikiloc. Aunque ya existe un recorrido provisional, los jóvenes prefieren esperar a completar todo el proceso para publicar la versión definitiva y oficial. “Queremos hacerlo bien para que cuando alguien venga a visitar los depósitos, pueda seguir la ruta sin problemas”, explicó.

Financiación y retos

La iniciativa ha recibido un impulso económico fundamental con la aprobación de una subvención de casi 3.000 euros, lo que supone el 80% del presupuesto solicitado dentro de una convocatoria de Made in Rural, una iniciativa de Jóvenes Dinamizadores Rurales (JDR), en colaboración con el LAAAB Aragón Gobierno Abierto. Para completar la financiación, el grupo ha buscado apoyo adicional en Omezyma, el Ayuntamiento y otras entidades locales.

Uno de los aspectos clave del proyecto y, también un gran reto ha sido la gestión de permisos, ya que todas las balsas se encuentran en terrenos privados. Para obtener las autorizaciones necesarias, los jóvenes han trabajado en estrecha colaboración con la comunidad. “Fuimos casa por casa, acompañados por representantes del Ayuntamiento y de la Asociación Cultural del Galero. La mayoría de propietarios aceptó sin problemas porque ven que es un beneficio para todos. Además, muchos están emocionados de que recuperemos algo que forma parte de la historia del pueblo”, comentó Serres. Sin embargo, no todos los propietarios dieron su consentimiento, lo que obligó al equipo a adaptar su plan inicial.

Inspiración a otros jóvenes

El alcance de Huellas de Agua no se limita solo a la restauración de las infraestructuras hídricas. Uno de sus objetivos es también inspirar a otros jóvenes a emprender proyectos en sus pueblos.

Por ello, el equipo ha llevado su experiencia al Instituto de Valderrobres, el IES Matarraña, donde presentaron su iniciativa en el marco de los Premios Villalba, una convocatoria que busca financiar proyectos juveniles en el medio rural. “Nos encantó poder compartir nuestra experiencia con los estudiantes. Al principio siempre cuesta arrancar sobre cómo desarrollar sus ideas, así que creemos que nuestra charla les ayudó a entender mejor cómo organizarse”, comentó Serres.

Próximas labores

El equipo de Huellas de Agua sigue avanzando con su plan y ya ha fijado la próxima gran jornada de limpieza para el 23 de marzo, en la que se restaurarán tres depósitos más. Paralelamente, continuarán con la instalación de los códigos QR y la publicación de la ruta oficial en internet.

A pesar del esfuerzo que requiere el proyecto, el entusiasmo del equipo no ha decaído. “Nos sentimos igual de ilusionados que al principio, o incluso más. Ver a tanta gente involucrada y saber que nuestro esfuerzo está dejando huella es una satisfacción enorme”, concluyó la joven.

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