Calaceite combina Navidad y aceite para dar la bienvenida a las fiestas

Cientos de personas inundaron este viernes las calles de Calaceite, para dar comienzo a la Navidad y visitar su tradicional feria del aceite, combinada con productos navideños. El árbol de la plaza, junto con otras decoraciones luminosas se encendieron alrededor de las 18 horas de la tarde, junto con la visita de Papá Noel, un momento de la tarde donde niños y niñas de la localidad y otros pueblos vecinos hacían cola con sus padres para entregar una carta con sus mayores deseos para esta Navidad.

El acto también contó con presencia institucional por parte del alcalde de la localidad, Juan Miguel Monclús, quien dio la bienvenida a la jornada de inicio de la 36ª Feria del Aceite y 5º Mercado Navideño. Durante el acto de la tarde destacó el papel fundamental que juega esta feria en la dinamización del municipio y su capacidad para atraer público de diversas procedencias. “Juntar la Navidad y el aceite ha sido un acierto. Es el ADN de nuestro pueblo, pero también una manera de reinventarnos y llegar a públicos diferentes”, señaló. Por su parte, David Insa, concejal de Ferias del Ayuntamiento de Calaceite, destacó además la dificultad de encontrar productores locales este año debido a la escasez de cosechas, aunque valoró positivamente la implicación de expositores de otras zonas: “A pesar de todo, hemos conseguido reunir una feria rica en calidad y variedad”. La feria cuenta con 67 puestos que combinan los productos típicos de la campaña de aceite con el ambiente navideño. Insa explicó que la reducción de esta producción local ha llevado a buscar expositores en otras regiones como Zaragoza y Cataluña. Aun así, la feria mantiene su esencia, destacando la variedad empeltre y aceites de primera prensada que ofrecen sabores afrutados y matices únicos.

Javier Camo, director general de Comercio, Ferias y Artesanía del Gobierno de Aragón, también participó en el recorrido inaugural, elogiando la capacidad de Calaceite para adaptarse a los tiempos. “Esta feria ha evolucionado de un evento monográfico a un referente sectorial y turístico. Es un claro ejemplo de cómo el esfuerzo colectivo puede revitalizar un municipio”, dijo. Según Camo, eventos como este “fijan el patrimonio, generan empleo y proyectan el producto local a nivel internacional”.
 

Isabel Vallés, embajadora

La inauguración oficial tuvo como protagonista a Isabel Vallés, embajadora de la feria, quien dedicó emotivas palabras al pueblo que ha sido hogar de su familia desde 1972. Vallés anunció la próxima apertura del Espacio Román Vallés, dedicado a preservar el legado artístico de su padre. “Es un honor ser parte de este evento. Calaceite es un núcleo esencial del Matarraña, un lugar donde artistas, escritores y vecinos han construido una comunidad vibrante”, expresó. También resaltó la importancia del aceite como motor económico y cultural. “Nuestros productores son el alma de esta tierra; esta feria es una oportunidad para poner en valor su trabajo y darnos a conocer al mundo”. Además, se mostró agradecida con este nombramiento, pero a su vez, aseguró que ha sido “todo un reto”.
 

Productos creativos

En los distintos rincones de la feria se respira tradición y creatividad. Un puesto dedicado a los aceites del Bajo Aragón, parte de la Denominación de Origen Protegida, ofreció degustaciones de los populares aceites empeltre, mientras explicaba a los visitantes el proceso artesanal que da vida a estos productos. En el casco antiguo, una casa familiar fue transformada en una tienda efímera, donde se ofrecían productos locales como vinos, miel y dulces, en un espacio diseñado para conectar al público con la esencia del Matarraña. Además, las calles se llenaron de propuestas únicas, como piezas de cerámica, textiles y adornos navideños elaborados a mano por artesanos locales. Los sabores de la región también estuvieron presentes con embutidos, quesos y dulces típicos, mientras que un puesto de vermut organizado por asociaciones locales se convirtió en uno de los puntos más animados del día.

Las actividades paralelas completaron la experiencia, con talleres infantiles organizados por la ampa que atrajeron la atención de las familias y una chocolatada que reunió a vecinos y visitantes en un ambiente, (aunque con no muchos grados), cálido y festivo.