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Varios árboles se desploman en las riberas de los ríos Turia y Guadalaviar de Teruel Varios árboles se desploman en las riberas de los ríos Turia y Guadalaviar de Teruel

Varios árboles se desploman en las riberas de los ríos Turia y Guadalaviar de Teruel

El Ayuntamiento ya intervino tiempo atrás quitando los que se encontraban en peor estado, aunque hay más
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Varios árboles se han caído en los últimos días en las riberas de los ríos Turia y Guadalaviar en Teruel capital. La causa apunta a las fuertes rachas de viento que hizo hace una semana y al mal estado en que se encuentran muchos de ellos por los años que tienen.

Los desplomes visibles se han producido en la zona del Turia donde se ha construido una nueva pasarela sobre el río, y en el Guadalaviar junto al camino forestal que hay entre las ramblas de Los Marines y La Guea en el barrio pedáneo de San Blas.

El concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Teruel, José Luis Torán, indicó el viernes tras enterarse que había avisado a los servicios municipales para intervenir de urgencia ante posibles riesgos y ponerlo en conocimiento de la CHJ.

En la zona del Guadalaviar donde han caído varios chopos alguno llegó a invadir el camino, mientras que otros quedaron suspendidos sujetos por las ramas de otros árboles que hay a ambos lados del cauce fluvial.

Varios árboles cruzados caídos sobre el cauce del Guadalaviar en San Blas

La causa podría deberse a las fuertes ráfagas de viento que hizo hace una semana, así como al mal estado en que se encuentran algunos árboles al haberse podrido por dentro. El concejal de Medio Ambiente recordó que en la zona del Turia ya se intervino hace un tiempo y talaron varios árboles por el riesgo que había de que cayesen, tras la caída de varios de ellos afectando a los paseos que hay junto al río.

Torán indicó que cuando se cortaron esos árboles la empresa que lo hizo ya les indicó que habría que tirar otros más, puesto que se habían quitado solo los que estaban en peor estado. El problema es que se trata de chopos canadienses que se utilizan para leña y su vida media es de diez años, cuando los que hay tienen ya 37 años. El concejal añadió que con tanta agua, al estar junto al río, se pudren por dentro y cuando se producen ráfagas de aire acaban por desplomarse.

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