Una investigación del Campus de Teruel analiza los cambios en la asignatura de Educación Física por la covid

Los profesores turolenses de Educación Física contarán con una guía con recomendaciones para el desarrollo de esta asignatura teniendo en cuenta los condicionantes surgidos por la covid-19. El documento, que podría estar lista a finales de septiembre o principios de octubre, se está elaborando gracias a un proyecto de investigación del Campus de Teruel que ha tenido el apoyo de la Fundación Universitaria Antonio Gargallo, en el que se está analizando cómo ha influido la pandemia en la metodología y el desarrollo de las clases.

Bajo el título Impacto de la covid-19 en el estilo docente de los maestros de Educación Física de Teruel: diseño, implementación y evaluación de estrategias didácticas para optimizar la intervención docente, este estudio liderado por el profesor del Campus de Teruel Ángel Abós Catalán ha utilizado el análisis cuantitativo y cualitativo para conocer mejor qué ha pasado en esas clases de Educación Física y cómo se puede mejorar para este próximo curso donde todavía se mantendrán buena parte de las restricciones para prevenir la transmisión del coronavirus.

La primera fase del proyecto se desarrolló en el mes de abril con la realización de un cuestionario on line a sesenta maestros de Educación Física, la mayoría de la provincia de Teruel y algunos también de la de Zaragoza, tanto de centros del ámbito urbano como rural. El objetivo era comparar la actividad del curso 2020-2021, marcado por la crisis sanitaria, con el anterior. En esta toma de datos participaron dos alumnas del grado de Magisterio que están realizando su trabajo fin de grado (TFG) a partir de este proyecto.

El investigador Ángel Abós explicó que la información recopilada mostró que el profesorado percibía que no se había modificado ni su motivación, ni su satisfacción laboral, ni tampoco su estilo docente. Sin embargo, el hecho de haber realizado la encuesta en abril, con el curso ya muy avanzado y cuando ya fluía la actividad, pudo suponer un pequeño sesgo. Por este motivo, se amplió el trabajo con la realización de entrevistas en profundidad con diez docentes, para contar también con información cualitativa que ayudará a conocer mejor cómo transcurrió el curso.

“Este análisis más retrospectivo nos permitido conocer que, debido a todas las modificaciones que se tuvieron que aplicar en los centros educativos para la Educación Física, los profesores sentían que habían tenido que cambiar a un estilo docente más controlador por el hecho de que tenían que estar pendientes del cumplimiento de todas las normas: que se desinfectaran las manos, que llevaran la mascarilla y que no se podía compartir material”, detalló Abós.

Propuestas de mejora

En estas entrevistas también pidieron a los docentes que aportaran ideas para mejorar. Para el investigador del Campus de Teruel algunas de las cosas más interesantes que se plantearon fue que estos profesionales consideraban que sería importante que los equipos directivos dieran responsabilidad al Departamento de Educación Física para ayudar a la planificación de las instalaciones que condicionan su programación didáctica ya que fue necesario reorganizar horarios y los espacios a utilizar.

Asimismo, los docentes turolenses demandaban que hubiera más comunicación con las familias para lograr así una mayor responsabilidad de los niños para tener, por ejemplo, su propio kit-covid, con toalla, gel hidroalcohólico y mascarilla o para la desinfección de materiales.

En cuanto a la programación, los maestros “destacaban que había sido poco equilibrada, con mucha actividad en el medio natural, muchos deportes individuales y sin materiales compartidos”, explicó Ángel Abós. Por ello, incidían en que durante el próximo curso que está a punto de comenzar hay que buscar un equilibrio para que los alumnos no tengan déficit en cuando a los contenidos que no hayan visto en Primaria.

El investigador confió en que este curso se acerque más a la normalidad. “Hemos visto que el deporte en espacios abiertos es seguro y, siendo responsables, hemos perdido el miedo a los contagios”, indicó.

En septiembre habrá una beca para un titulado de Magisterio que durante dos meses se centrará en las labores de difusión de las conclusiones de la investigación.

Uno de los principales objetivos de esta fase final del proyecto es elaborar informes para los centros educativos que han participado en el estudio, con propuestas de mejora y una guía con recomendaciones para mejorar la actividad de la asignatura de Educación Física.

Un impulso a la elaboración de materiales autoconstruidos 

Ni balones, ni raquetas, ni ningún otro elemento compartido. Esa fue la realidad con la que se tuvieron que enfrentar los maestros de Educación Física al inicio del curso escolar. Pero había que trabajar los diferentes contenidos de la programación y para ello tuvieron que apostar por otro tipo de materiales.

En algunos momentos la asignatura pasó a tener mucho que ver con plástica y el alumnado tuvo que elaborar sus propios materiales.

“Los docentes han potenciado los materiales autoconstruidos muchas veces trabajando temas transversales como el reciclaje, se hacían raquetas por ejemplo raquetas con perchas y medias”, comentó el investigador del Campus turolense Ángel Abós.

Este curso ya se va a poder utilizar material compartido, siempre con la correspondientes desinfección pero sin duda continuarán los proyectos donde se pueda dar una nueva vida muy activa a un envase vacío o a objetos cotidianos del hogar.