La doctora Ana Ferrer en la jornada sobre inmunoterapia oncológica que se celebró el miércoles por la tarde en el Hospital Obispo Polanco de Teruel
Un tercio de los pacientes metastásicos que reciben inmunoterapia se pueden curar
Teruel administra los fármacos novedosos al mismo ritmo que el resto de España
“La inmunoterapia ha revolucionado el tratamiento del cáncer”, aseguró este miércoles la jefa de la Sección de Oncología del Hospital Obispo Polanco de Teruel, Ana Ferrer, en la apertura de la Jornada multidisciplinar de actualización en inmunoterapia del cáncer que comenzó el miércoles en este centro sanitario y continuará este jueves, en la que participan 40 profesionales de diferentes especialidades médicas de todo el Sector Sanitario de Teruel. La doctora Ferrer destacó que estos tratamientos novedosos llegan a los turolenses al mismo ritmo que lo hacen en el resto de España y que supone un cambio sustancial para pacientes con metástasis donde el cáncer se puede quedar como una enfermedad crónica y en un tercio de los casos “se pueden esperar curaciones”.
Desde que se empezó a aplicar este tratamiento en el hospital turolense, en 2016, se han tratado 150 pacientes y esperan que se aumente mucho porque “cada vez hay más indicaciones para más tipos de tumores y son unos fármacos que se toleran muchísimo mejor que la
quimioterapia y que están dando mejores resultados: es el futuro de la Oncología”, resaltó la doctora Ferrer.
La inmunoterapia no sirve para todos los tumores, ni para todos los pacientes pero poco a poco se van ampliando sus indicaciones. La oncóloga turolense explicó que en el melanoma hoy en día prácticamente todos los pacientes reciben este tratamiento y que en el cáncer de pulmón llega al 80% y se van incorporando otros como el cáncer renal -en el que ha aumentado la supervivencia en estos pacientes de forma espectacular-, los tumores digestivos, el hepatocarcinoma, algunos tumores de endometrio, algunos cánceres de recto y se está empezando para el cáncer de mama.
Aunque Teruel sigue pendiente de la radioterapia y es necesario desplazarse a otras provincias para recibir este tratamiento, en el caso de la inmunoterapia se administra en el Hospital de Día Oncológico y llegan los mismos fármacos que en el resto de España.
“En cuanto el Ministerio de Sanidad aprueba un fármaco, nosotros estamos al tanto y en cuanto esta indicado se poner. Nuestra obligación es estar al tanto de los avances científicos y poder disponer de todos los fármacos que sea posible para nuestros pacientes. Podemos estar tranquilos de que los fármacos novedosos llegan aquí igual que al resto de España”, indicó la oncóloga.
Ana Ferrer explicó que tanto los ponentes como los asistentes a este curso procedían de diferentes especialidades médicas y de Atención Primaria porque es fundamental saber manejar a estos pacientes que cada vez son más y con mayor tiempo de supervivencia. “Los oncólogos somos los que prescribimos y los más formados, pero tenemos que expandir este conocimiento científico para que el resto de las especialidades lo puedan manejar y no tengan miedo a tratar, por ejemplo, una diabetes en un paciente en tratamiento con inmunoterapia”, detalló.
Precisamente la especialista quiso destacar esa participación multidisciplinar que se había logrado en esta jornada presencial en el hospital, pero también transmitida vía streaming para llegar a los médicos de Primaria de todas las áreas de salud del sector. “Hay un montón de especialistas diferentes que están interesados en diagnosticar y tratar mejor a los pacientes y eso es una ventaja en el hospital de Teruel porque somos todos una piña y trabajamos en la misma dirección”, resaltó.
Uno de los ejes de esta jornada es abordar las complicaciones que pueden surgir para detectarlas pronto y abordarlas.
“La verdad es que da gusto ver a los pacientes en tratamiento de inmunoterapia porque la mayoría no nota ningún efecto secundario, aunque los hay los puede haber y por eso estamos aquí, para aprender a identificarlos y a diagnosticarlos”, explicó la doctora Ferrer que incidió en que si aparecen, cuanto antes se detectan y se pone un tratamiento correcto, más leves son y se evita que progresen a mayor gravedad.
La especialista del Obispo Polanco explicó que puede haber muy diferentes efectos secundarios a todos los niveles y que todos ellos se producen por el mismo mecanismo.
Lo que hace la inmunoterapia es activar y estimular a los linfocitos del cuerpo para que detecten y ataquen a las células tumorales, sin embargo, en ese aprender y estimularse pueden “equivocarse” y atacar células buenas. “Pueden producir inflamaciones en cualquier parte del cuerpo”, detalló la doctora Ferrer.
Las más frecuentes son la inflamación en el colon y dar diarreas; la inflamación en el hígado y dar una hepatitis o en el pulmón y dar una neumonitis, que no suelen ser graves, “pero hay que estar alerta porque si no se detectan, sí que pueden conducir a una toxicidad grave”, insistió la experta.
La jornada que continuará este jueves y está organizada por la Asociación Teruel Oncology Research Group, el Colegio de Médicos de Teruel y el Hospital Obispo Polanco.
Aumentan las indicaciones
Desde que se empezó a aplicar este tratamiento en el hospital turolense, en 2016, se han tratado 150 pacientes y esperan que se aumente mucho porque “cada vez hay más indicaciones para más tipos de tumores y son unos fármacos que se toleran muchísimo mejor que la
quimioterapia y que están dando mejores resultados: es el futuro de la Oncología”, resaltó la doctora Ferrer.
La inmunoterapia no sirve para todos los tumores, ni para todos los pacientes pero poco a poco se van ampliando sus indicaciones. La oncóloga turolense explicó que en el melanoma hoy en día prácticamente todos los pacientes reciben este tratamiento y que en el cáncer de pulmón llega al 80% y se van incorporando otros como el cáncer renal -en el que ha aumentado la supervivencia en estos pacientes de forma espectacular-, los tumores digestivos, el hepatocarcinoma, algunos tumores de endometrio, algunos cánceres de recto y se está empezando para el cáncer de mama.
Aunque Teruel sigue pendiente de la radioterapia y es necesario desplazarse a otras provincias para recibir este tratamiento, en el caso de la inmunoterapia se administra en el Hospital de Día Oncológico y llegan los mismos fármacos que en el resto de España.
“En cuanto el Ministerio de Sanidad aprueba un fármaco, nosotros estamos al tanto y en cuanto esta indicado se poner. Nuestra obligación es estar al tanto de los avances científicos y poder disponer de todos los fármacos que sea posible para nuestros pacientes. Podemos estar tranquilos de que los fármacos novedosos llegan aquí igual que al resto de España”, indicó la oncóloga.
Ana Ferrer explicó que tanto los ponentes como los asistentes a este curso procedían de diferentes especialidades médicas y de Atención Primaria porque es fundamental saber manejar a estos pacientes que cada vez son más y con mayor tiempo de supervivencia. “Los oncólogos somos los que prescribimos y los más formados, pero tenemos que expandir este conocimiento científico para que el resto de las especialidades lo puedan manejar y no tengan miedo a tratar, por ejemplo, una diabetes en un paciente en tratamiento con inmunoterapia”, detalló.
Precisamente la especialista quiso destacar esa participación multidisciplinar que se había logrado en esta jornada presencial en el hospital, pero también transmitida vía streaming para llegar a los médicos de Primaria de todas las áreas de salud del sector. “Hay un montón de especialistas diferentes que están interesados en diagnosticar y tratar mejor a los pacientes y eso es una ventaja en el hospital de Teruel porque somos todos una piña y trabajamos en la misma dirección”, resaltó.
Efectos secundarios
Uno de los ejes de esta jornada es abordar las complicaciones que pueden surgir para detectarlas pronto y abordarlas.
“La verdad es que da gusto ver a los pacientes en tratamiento de inmunoterapia porque la mayoría no nota ningún efecto secundario, aunque los hay los puede haber y por eso estamos aquí, para aprender a identificarlos y a diagnosticarlos”, explicó la doctora Ferrer que incidió en que si aparecen, cuanto antes se detectan y se pone un tratamiento correcto, más leves son y se evita que progresen a mayor gravedad.
La especialista del Obispo Polanco explicó que puede haber muy diferentes efectos secundarios a todos los niveles y que todos ellos se producen por el mismo mecanismo.
Lo que hace la inmunoterapia es activar y estimular a los linfocitos del cuerpo para que detecten y ataquen a las células tumorales, sin embargo, en ese aprender y estimularse pueden “equivocarse” y atacar células buenas. “Pueden producir inflamaciones en cualquier parte del cuerpo”, detalló la doctora Ferrer.
Las más frecuentes son la inflamación en el colon y dar diarreas; la inflamación en el hígado y dar una hepatitis o en el pulmón y dar una neumonitis, que no suelen ser graves, “pero hay que estar alerta porque si no se detectan, sí que pueden conducir a una toxicidad grave”, insistió la experta.
La jornada que continuará este jueves y está organizada por la Asociación Teruel Oncology Research Group, el Colegio de Médicos de Teruel y el Hospital Obispo Polanco.
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