Un policía nacional y dos guardias civiles salvan la vida de una bebé en un restaurante

Un agente de la Policía Nacional y dos de la Guardia Civil, que se encontraban fuera de servicio, salvaron la vida el pasado domingo a una bebé de 15 meses que se estaba asfixiando en un restaurante de Teruel. Los agentes estaban comiendo con sus familias en el mismo lugar y auxiliaron a la pequeña aplicándole diferentes maniobras para que pudiera respirar.

La actuación de estos profesionales de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado se conoció este martes al difundir la Guardia Civil un comunicado con la referencia a la actuación de los dos guardias civiles que intervinieron. Posteriormente se supo a través de los amigos de la familia de la bebé, que el primero en actuar fue un policía nacional, que formaba parte del mismo grupo en el que ocurrió el incidente al ser amigos y estar comiendo juntos.

Los intervinientes en el salvamento de la menor fueron el policía nacional Mario Bañolas, el guardia civil Fernando José Gómez, de la UOPJ de Teruel, y el sargento de la Guardia Civil del Puesto de Alfambra, Samuel Carrasco.

Eran en torno a la dos de la tarde del pasado domingo cuando los tres agentes, todos ellos fuera de servicio, se encontraban comiendo en el restaurante Wok Real de la avenida Sagunto con sus respectivas familias. El policía nacional estaba comiendo en el grupo de amigos en el que la bebé se atragantó mientras comía. Fue él el primero en intervenir al producirse la situación. Explicó que al ver que la niña estaba adquiriendo un color azulado decidió actuar aplicándole la maniobra de Heimlich y después otras técnicas de primeros auxilios que les enseñan en su formación como agentes.

Al momento, al percatarse de que algo estaba pasando, acudieron a la mesa a prestar también auxilio el guardia civil Fernando José Gómez y el sargento del instituto armado Samuel Carrasco. Cada uno se encontraba con sus respectivas familias en otras mesas del restaurante.

La intervención de los tres agentes permitió salvar la vida de la pequeña, a la que tumbaron en el suelo y le aplicaron maniobras de respiración hasta que reaccionó y comenzó a llorar. Posteriormente llegó una UVI móvil, a la que había llamado otra amiga del grupo, y se la llevó al Obispo Polanco.

El policía nacional aseguró que este tipo de reanimaciones les ha tocado hacerlas en otras ocasiones cuando se encuentran ante situaciones parecidas, mientras que los guardias civiles destacaron la necesidad de tener esa formación en primeros auxilios. Explicaron que el año pasado recibieron precisamente formación  de este tipo en una instrucción impartida por la capitán médico.