Teruel acaba el 2022 con 6.000 parados, 1.300 más que hace un año

La provincia de Teruel terminó 2022 con 6.000 personas paradas, 1.300 más que hace un año, lo que eleva la tasa de paro al 9,73%, superior a la de Zaragoza (9,48%) y Huesca (8,91%), aunque todavía se mantiene algo más de tres puntos por debajo de la media del país (12,87%).

Según la Encuesta de Población Activa (EPA) que publicó este jueves el Instituto Nacional de Estadística (INE), el número de personas desempleadas aumentó en 1.800 respecto al trimestre anterior. Esto es debido a que el mercado de trabajo turolense es altamente estacional debido a que el empleo depende, en gran medida, del sector turístico. En este caso, tras el fin de las contrataciones vinculadas al periodo estival, las ligadas a la temporada de esquí se demoraron hasta enero de 2023.

El número de personas ocupadas en la provincia turolense, por tanto, disminuyó considerablemente en el último año hasta situarse en 55.800. Estas son 3.100 personas y 3.800 personas menos que al término de 2021 y del tercer trimestre de 2022, respectivamente. De esta manera, la tasa de actividad se situó en el 54,86%, por debajo de la media aragonesa (58,41%) y del país (58,52%).

Variación anual

En variación anual, el paro ha subido en la Comunidad Autónoma en 2.300 personas, un 3,91%, hasta los 60.700. Mientras que en la provincia de Teruel ha aumentado en 1.300 personas hasta las 9.500 y en la de Huesca en 1.800 hasta las 6.000, en la de Zaragoza ha descendido en 800 hasta las 45.200.

El número de personas ocupadas ha caído en la región en 5.000, un 0,85%, hasta los 584.000. Los descensos corresponden a Teruel (3.100 hasta las 55.800) y Huesca (4.100), mientras que en Zaragoza aumentó en 2.300 hasta los 431.500.

En términos interanuales, la población activa en Aragón ha descendido en 2.800 personas hasta las 584.000 debido también a las caídas de Teruel (1.700 activos menos hasta los 61.900, un 2,6%) y de Huesca (2.400 menos hasta los 106.100), porque la de Zaragoza experimentó un aumento de 1.300 hasta las 476.600.

Las organizaciones empresariales han llamado la atención sobre la pérdida constante de población activa en la provincia turolense porque, además de suponer un freno para la llegada de nuevas inversiones, dificulta el desempeño de las empresas que ya se encuentran instaladas en la provincia, según comentaron desde CEOE-Cepyme Teruel.

Distribución sectorial

Atendiendo a los sectores productivos, en el cuarto trimestre de 2022 el empleo descendió en todos los sectores en la provincia de Teruel, mientras que en la de Huesca aumentó la ocupación en la industria y la agricultura, y en la de Zaragoza también en la industria además de en los servicios.

En concreto, la provincia turolense terminó el año con 35.400 personas ocupadas en el sector servicios, 300 menos que hace un año; 10.600 en la industria, 500 menos; 5.600 en agricultura, 1.600 menos; y 4.300 en la construcción, 600 menos.

Según el género y en variación anual, el cuarto trimestre fue más positivo entre las mujeres, de forma que la población activa femenina se mantuvo en 29.600, mientras que la masculina bajó en 1.700 activos respecto a un año antes, hasta quedar en 32.200.

En materia de empleo, la ocupación descendió en 1.200 mujeres en un año hasta un total de 25.500, y en 2.000 en el caso de los hombres hasta quedarse a 30.400 ocupados en el período. De esta forma, la tasa de empleo masculina se situó en el 53,3% y la femenina más de siete puntos por debajo, en el 45,65%.

Como consecuencia de estas variaciones, el número de paradas se situó en 4.200 en el cuarto trimestre del año, 1.300 más que en el mismo periodo del año anterior, lo que dejó la tasa de paro femenina en el 14,09%, mientras que el de parados se mantuvo en 1.800 en un año, lo que supone una tasa de paro masculina del 5,73%.

La delegada provincial del INE en Teruel, Adela Agudo, explicó que la metodología del muestreo que se utiliza en la Encuesta de Población Activa (EPA) da un error muy pequeño. Así, se encuesta a todos los miembros de las viviendas durante seis trimestres consecutivos. Agudo destacó que el envejecimiento de la población justifica el descenso del número de ocupados y el aumento de jubilados.