Saltillo y tres guerreros: Sánchez Vara, Octavio Chacón y Lamelas
Los toros de la histórica ganadería fueron desencajonados el miércolesLa fiesta bulle por toda la ciudad en el día más importante del año para los vaquilleros turolenses. El Torico luce el rojo pañuelo una vez que la Peña los Marinos dé el arranque a tres días de desenfreno. Pero la plaza de toros no pierde su actividad, y mientras las charangas amenizan la tarde en el Centro Histórico, tres guerreros se van a jugar la vida en el coso de la calle Granada. y lo harán con un hierro mítico, el de Saltillo. Formada en 1854 por Antonio Rueda y Quintanilla, VI Marqués de Saltillo, y en 1918 pasó a manos del terrateniente cordobés Félix Moreno, antepasado del actual propietario, José Joaquín Moreno de Silva. Las reses que pastan en la Finca la Vega, en Peñaflor, Sevilla, tienen su propio encaste, el de Saltillo, un encaste muy reconocible, con toros cárdenos, bien armados y de un tamaño y peso medios y con una mirada muy característica.
Aunque la casa ha dado toros célebres, como Asturdero, lidiado precisamente por Octavio Chacón en Madrid en 2018, y premiado con una vuelta al ruedo, el animal que puso en boca de todo aficionado taurino a esta ganadería fue Cazarratas, lidiado un año antes también en Las Ventas, en esta ocasión por Sánchez Vara. Un toro definido tanto por el ganadero como por el torero como un demonio. Trajo la emoción, el riesgo y la lidia de hace cien años al presente, en un ramalazo genético que nos mostró el pasado aquella tarde en la que el torero de Guadalajara sabía que lo iba a agarrar, y por eso se fue a lidiar a la puerta de la enfermería. Toda una leyenda taurina aquella tarde.
El propio Sánchez Vara será el encargado de abrir plaza esta tarde. El veterano lidiador, experto como sus compañeros en este tipo de corridas, estuvo por última vez en Teruel en 2007, ante un encierro de El Cortijillo, cortándole dos orejas al quinto de la tarde, lo que le abrió la puerta grande para ser sacado a hombros. Cinco tardes ha roto el paseíllo esta temporada el guadalajareño, cortando otros tantos apéndices. Sánchez Vara, la temporada pasada, tuvo un bagaje de dieciocho corridas en las que cortó veinticinco orejas. Sánchez Vara tiene un gran cartel en Francia, donde toreó, en 2023, en varias plazas de primera categoría.
Octavio Chacón conserva un peor recuerdo del coso de la calle Granada, pues en 2019 sufrió una aparatosa voltereta al entrar a matar el primero de la tarde, de Baltasar Ibán. Consiguió cortar una oreja a ese mismo astado, recibiendo una fuerte petición en su segundo, que no fue atendida por el palco. Dos festejos ha toreado esta temporada el gaditano, sin haber conseguido, todavía, tocar pelo. Sí lo hizo la pasada temporada, cuando el de Prado del Rey se vistió de luces un total de diez tardes, consiguiendo pasear hasta nueve orejas y un rabo.
Agridulce seguro que es el recuerdo de Teruel para Alberto Lamelas. El sabor dulce se lo dará al de Cortijos Nuevos los triunfos que ha obtenido. En 2019 también estaba anunciado, junto a Chacón, en la corrida dura, la de Baltasar Ibán, en un cartel que remataba Pepe Moral. No solo salió triunfador de aquel festejo, sino que lo hizo de toda la feria. Sumando tres orejas en una tarde de emoción y entrega, el jienense repetiría en la siguiente feria, covid de por medio, ya en 2021. Se le repitió en la corrida de las figuras, acartelado con Roca Rey y Ginés Marín, que entraba por la vía de la sustitución de Cayetano, con un encierro de Victoriano del Río. Salió de nuevo por la puerta grande el jienense, llevándose al esportón dos orejas, y siendo, de nuevo, el triunfador de la feria. Pero no es mediático, y con un gesto hacia un torero humilde, por cumplir expediente y quedar bien, sobra. Así que la empresa decidió no repetirlo en 2022. Las cosas que tiene la vida...
En la presente temporada, ha lidiado, también, dos corridas de toros en este arranque de la temporada, en las que ha podido pasear un apéndice. En la pasada temporada lidió ocho festejos, cuatro de estos en plazas de primera categoría, sumando un total de nueve orejas. Números que parecen cortos para un torero que conecta con la afición.