Quince hogueras mantienen viva la llama de la Encamisada de Estercuel

El fuego volvió a purificar este sábado cada rincón de Estercuel por arte y magia de la Santa Encamisada, Fiesta de Interés Turístico de Aragón que atrajo a la localidad a centenares de personas.

El acto más celebrado fue la tradicional cabalgata nocturna que, a las 20:00 horas, partió de la plaza de la Iglesia, a donde los fiesteros trasladaron el fuego desde los Santos Mártires. Allí se cantó la Salve, en esta ocasión en compañía del afamado escritor turolense Javier Sierra, que realizó el encendido de honor.

La Fiesta del Fuego, reconocida también con el Premio Nacional de Tradiciones Populares en 2022, contó de esta forma con el Premio Planeta 2017 (por su novela El fuego invisible) y Premio de las Letras Aragonesas 2021.

“Estamos en medio de un incendio controlado”, bromeó Sierra tras prender junto a los tederos la pira principal en la plaza de la Iglesia. “Para mí es un momento muy emocionante porque el fuego es uno de los elementos que nos construyó como civilización”, añadió el investigador.

Era la primera vez de Sierra en la Encamisada, fiesta que tenía “especial interés” en visitar “porque sus orígenes son muy oscuros”, avanzó.

Posible origen ancestral

“Aunque se asocia a la época de Felipe IV, a los Tercios, al tema de las escaramuzas militares de los encamisados en esa época, en realidad yo tengo la sensación de que este ritual del fuego tan conectado con el solsticio de invierno tiene algo de atávico y probablemente del inicio del Neolítico. Y como en Teruel somos muy de conservar cosas desde antiguo creo que aquí hay un tema antropológico muy interesante para estudiar”, indicó. “He sentido curiosidad y estoy digamos que husmeando en los posibles orígenes que podía tener esto y en los usos del fuego, sobre todo en las zonas celtibéricas”, se propuso como tema de investigación.

Por acción de una veintena de tederos, las hogueras prendieron con facilidad en esta ocasión, pues a diferencia del año anterior apenas hubo precipitaciones los días y semanas previas. Por ello, los montones de leña prendidos brillaron más que nunca como elemento purificador y mágico. Los elaboraron de forma minuciosa los vecinos de cada calle y plaza, pues hay un concurso en juego a la mejor pira y otro a la aliaga más grande recogida en el monte para alimentar las llamas.
 

Tras las antorchas, procesionaron los dulzaineros y las siete parejas organizadoras salientes de la fiesta, montadas en caballerías y ataviadas con sombrero y capa aragonesa; la Corporación municipal e invitados -entre ellos, el consejero de Turismo del Gobierno de Aragón, Manuel Blasco-, y posteriormente los vecinos y visitantes, que acabaron pasando calor en el inicio de una noche fría de invierno.

El fuego se convirtió al cabo de la velada en brasa suficiente para asar carnes y otros manjares degustados en cuadrillas. La fiesta concluyó con un baile multitudinario en la plaza de la Fuente.

Agradecimiento al santo

La tradición oral cuenta que esta celebración tiene su origen en una muestra de agradecimiento a San Antón por haber librado de una epidemia al pueblo de Estercuel. En el festejo se veneran otros dos santos, San Sebastián y San Fabián –Santos Mártires–, que, junto al primero forman la trilogía de protección de la localidad de Andorra-Sierra de Arcos.

Estercuel ha sido un pueblo dedicado antiguamente a la agricultura y la ganadería. Para proteger a los animales domésticos contra todo tipo de enfermedad se les hacía pasar al lado del fuego como agente de purificación y fertilización –enero era buena época para aparear las caballerías– y eran bendecidos.

El término de Encamisada, para definir la procesión como muestra de agradecimiento al santo, fue tomado posiblemente de las celebraciones que se realizaban en la Corte en el siglo XVII, cuando se salía con hachones (antorchas de fuego) y montados en caballerías para conmemorar, en señal de regocijo, un acontecimiento importante.

El origen se pierde en el tiempo. La referencia escrita más antigua encontrada hasta el momento la aporta el fraile mercedario Padre Bravo en su publicación Historia de la Aparición de la Virgen del Olivar (1892), donde describe la celebración de esta fiesta.

La organización del evento está conformada por catorce parejas, siete que entran y siete que salen anualmente. Los principales en 2024 son Víctor Otero y Joanna Szydio (Procuradores), Daniel Muñoz y Lucía Olleta (Reyes), Miguel Ángel Gómez y Cristina Martín (Condes) y los Mayorales Ricardo Martín y María Magallón, Edgar Salmerón y Raquel Elbaz, Andrés Gargallo y María Olleta, y Alejandro Iranzo y Bárbara Santa Ana.

Los actos comenzaron de buena mañana con la salida para recoger aliagas, tras la que hubo un almuerzo con más de 200 participantes. Ángel R. Sancho Abella presentó su nuevo libro, Estercuel, palabras con alma.

“Este año nos hemos pasado con la hoguera en la plaza de La Fuente”, bromeó Miguel Ángel Gómez, quien valoró la afluencia masiva de público porque “está haciendo muy buen tiempo”.

Después de un primer año de prácticas como fiestero entrante, este año le tocó lucirse como Conde a lomos de un caballo. “Vamos con la capa, el sombrero y cada cargo tiene su insignia en el sombrero (los Procuradores llevan unas plumas de gallo, los Reyes tres estrellas laterales y el Conde unas cintas blancas, mientras que los Mayorales no llevan).

Este domingo, después de misa, entrarán siete parejas nuevas, mientras que las entrantes de este año protagonizarán la comisión de 2026. Se bailará El Reinau. “Gracias a Dios, hay relevo y el futuro de la fiesta está garantizado”, dijo el portavoz de la comisión organizadora, que mostró su “orgullo” por participar en este rito ancestral que conlleva “un sentimiento especial porque antes han sido fiesteros tu padre y tu abuelo”. La Encamisada “te llena de responsabilidad y orgullo y, cuando eres de esta comisión, la disfrutas y la gente te felicita por contribuir a preservarla”.

“Hay hogueras en muchísimos municipios pero la Encamisada de Estercuel y la hoguera Monumental de Castelserás destacan por encima de todas. No hay más que ver por qué es Fiesta de Interés Turístico Autonómico. Concita la presencia de muchísima gente y mueve la economía de la zona”, destacó el consejero Manuel Blasco.

El alcalde, Joaquín Lahoz, celebró “la fiesta más importante, la más representativa y la más popular de Estercuel”, en la que “intentamos que no cambie nada porque no ha nada que cambiar”, dijo, y agradeció la colaboración de los organizadores.