Los turolenses se cuestionan si es práctico quitar un carril de la avenida Sagunto

Tras varias semanas de preparación, este miércoles se cortó parcialmente al tráfico el tramo entre las glorietas de la carretera de Castralvo y la de los Lápices para que puedan comenzar las obras de remodelación de la avenida Sagunto. El inicio de los trabajos ha abierto un debate entre la ciudadanía sobre la conveniencia o no de dejar esta vía de comunicación con sólo dos carriles, uno en cada sentido, cuando ahora cuenta con tres. Así lo pusieron de manifiesto algunos vecinos que transitaban por la calle, y los comerciantes del tramo afectado por la obra, mientras en la calzada se colocaban las barreras New Jersey que delimitan las zonas de trabajo y el carril de circulación para los vehículos.

El comienzo de las obras como tal destapó el debate que este tipo de actuaciones siempre suscita en la sociedad, en el que había viandantes que manifestaron desconocer qué se iba a hacer, pero otros eran conocedores del proyecto y discrepaban con que la avenida se quedase con solo un carril en cada sentido cuando la calle tiene suficiente anchura y las aceras son ya muy grandes. Temían que eso provocase desplazamientos más lentos, aunque esa es la finalidad de la intervención, favorecer un modelo de movilidad diferente en las ciudades primando el transporte público y los carriles bici.

También había quienes defendían un tránsito más sosegado por esta avenida y la potenciación de las bicicletas y los monopatines, aunque en general había un desconocimiento bastante grande de los pormenores del proyecto, de cómo va a quedar la avenida y qué se pretende con ello.

Antes del mediodía, como se había anunciado, el carril sentido a la Fuenfresca quedó cortado al tráfico entre las dos glorietas de la carretera de Castralvo y la de los Lápices, y los vehículos empezaron a ser desviados por calles adyacentes. En dirección al Centro se mantuvo la circulación con un solo carril delimitado por barreras, que se dispuso por el lado contrario al habitual, mientras que se mantenían los pasos de cebra con y sin semáforo. En el que se encuentra frente a La Salle, el semáforo que ven los conductores en sentido al Centro quedó al lado contrario al ocupar la circulación el carril izquierdo, y era uno de los puntos en los que los técnicos del Ministerio de Transportes, de quien dependen las obras, y los de la empresa Pavasal, contratista de los trabajos, estaban centrados para mejorar la señalización.

Este tramo, cuyas obras tendrán una duración de cuatro meses, es el primero de una intervención que irá desde el Viaducto Nuevo hasta la salida de Teruel por la Fuenfresca, y que ejecuta el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible con una inversión de 6,4 millones de euros financiados con cargo al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia a través de los fondos comunitarios Next Generation.

El objetivo es “humanizar” la avenida Sagunto de acuerdo con los nuevos criterios de movilidad en las ciudades que establece Europa, y supondrá una remodelación completa de esta vía de comunicación. Se primará el tránsito de peatones y el desplazamiento con vehículos de movilidad personal mediante la construcción de un carril bici, mientras que se apaciguará el tráfico rodado de turismos. La intervención supondrá la remodelación de las intersecciones, algunos cambios de dirección en las calles que dan acceso a la avenida, la mejora de la movilidad para los peatones, la colocación de más arbolado y de mobiliario urbano, así como de fuentes, para ganar espacio para los peatones.

Si en la jornada de este miércoles se señalizó todo y se cortó uno de los sentidos del tráfico rodado, en la de hoy jueves está previsto que entren las máquinas para empezar los trabajos, que comenzarán por las aceras. Se comenzará por la del lado derecho en sentido al Centro, aunque se simultaneará con el izquierdo. Se levantará la acera actual, se acometerán las redes y se hará un carril bici por el lado derecho hacia el Centro.

Regulación del tráfico

De forma progresiva comenzarán los trabajos en el resto de tramos, siempre dejando un carril abierto en dirección al Centro y desviando el tráfico del otro sentido por calles adyacentes.

Se simultanearán los trabajos en los distintos tramos, de acuerdo con un plan que se irá anunciando a la ciudadanía. El compromiso es que las obras tengan la menor afectación posible en los accesos a viviendas y comercios, si bien los comerciantes se quejaban de que nadie les había informado más allá de lo que habían leído en la prensa.

El plazo de ejecución de toda la obra son doce meses, según el pliego de condiciones cuando salieron los trabajos a contratación. Lo último que se abordará será el pavimento de la calzada cuando estén hechas todas las aceras. Si bien entre el Viaducto Nuevo y la glorieta de los Lápices se pasará a disponer de un único carril en cada sentido, en la parte de la Fuenfresca se mantendrán dos carriles en sentido salida para facilitar la distribución del tráfico en este barrio.

Rosa, una vecina que vive junto a la avenida, manifestó que dejar un único carril en cada sentido era una “barbaridad”, y así se lo trasladó personalmente a los técnicos que estaban en la calle en ese momento. “No hacía falta esta obra, se podrían estudiar mejor las cosas y gastar el dinero de otra manera”, dijo.

Manuel, otro vecino, comentó que quitar uno de los carriles igual provocaba el “colapso” del tráfico, aunque le pareció bien que se hiciesen obras no solo en la avenida Sagunto sino en toda la ciudad; “que falta hace”, apuntó. Fernando, que también caminaba por la acera mientras se colocaban las barreras, manifestó desconocer qué se iba a hacer, y al enterarse dijo que igual se echaba en falta después el carril que se eliminaba. Rafael, en cambio, manifestó que “cuantas más bicis, mejor, menos polución y más salud”.

Entre los comerciantes, echaron en falta que alguien se hubiese puesto en contacto con ellos y consideraron que los trabajos de las obras iban a afectar a sus negocios mientras durasen. Diana dijo que en su comercio ahora tenían poca actividad, pero Saúl en el suyo comentó que le iba a afectar porque los clientes se desplazan en coche hasta la puerta para recoger el material. Saúl consideró que eliminar un carril, cuando en el Viaducto Nuevo hay dos, es “ir para atrás”, y opinó que el problema lo tendrá el colegio La Salle. Alfonso indicó que ahora ya hay acera suficiente y que el dinero se podría destinar a otras cosas que están peor. Además, estimó que en la ciudad se mueve muy poca gente en bici.