Momento de la votación durante la sesión celebrada el miércoles en el Parlamento autonómico. Cortes de Aragón
Las Cortes rechazan la instalación de plantas fotovoltaicas en los embalses de Aragón
La propuesta del PP se aprobó por unanimidad pero con reticencias
La proposición no de ley para evitar la implantación de plantas fotovoltaicas en los embalses de Aragón salió adelante este miércoles con la unanimidad de las Cortes de Aragón. El Partido Popular presentó una iniciativa “sobre un asunto que preocupa a muchos aragoneses”, según explicó Juan Carlos Gracia Suso al inicio de su discurso. La votación final, tras dos enmiendas y un receso, supuso la consecución de una medida que todos los grupos políticos consideraron necesaria para proteger el territorio. Sin embargo, no todo fue coser y cantar para Gracia Suso, ya que el resto de formaciones recriminaron ciertas cuestiones de la iniciativa presentada por el grupo popular.
El portavoz de Industria del PP, Juan Carlos Gracia Suso, presentó la iniciativa ante las Cortes de Aragón después de que el Gobierno Central aprobase un Real Decreto mediante el cual autoriza la instalación de plantas en los embalses y, en el caso de Aragón, afecta inicialmente a 14 embalses. La decisión no sentó nada bien en muchas localidades, como Oliete y Alcaine, que se movilizaron para detener lo que entendían como un movimiento muy perjudicial para los intereses de esas propias localidades debido al impacto medioambiental que podían tener dichos proyectos en los entornos naturales de la zona.
En su primera intervención, el representante popular definió la decisión del Gobierno nacional como “una ocurrencia muy desafortunada, poco elaborada y nada consensuada”. Algo en lo que estuvieron de acuerdo todas las formaciones políticas, que mostraron su rechazo a las propuestas nacidas en Madrid al considerar que se han tomado “de espaldas al territorio”, según comentó Joaquín Palacín, portavoz del grupo parlamentario Chunta Aragonesista en las Cortes.
La primera petición del Partido Popular se situó en torno a esa cuestión. Gracia Suso demandó al Gobierno de Aragón que rechazase la instalación de placas en embalses hasta que no se demostrase que no podían ser colocados en otros puntos del territorio.
Para el portavoz popular “es una gran irresponsabilidad empezar a implantar energías renovables sobre láminas de agua en los embalses, entendemos que hay muchas zonas en las que se pueden instalar este tipo de energías sin tener que afectar a embalses de riego”.
Además recordó que esta posibilidad cuenta con un amplio rechazo entre municipios afectados e instituciones de distinto color político, así como entre los regantes.
En ese aspecto, Gracia Suso recibió una contundente respuesta por parte de Marta De Santos, del grupo parlamentario Podemos: “Ustedes ven que viene una ola de gente quejándose y ahí que se suben. Nos parece una iniciativa bastante populista”. La representante de la formación morada mostró su rechazo ante el Real Decreto que permite la instalación de plantas fotovoltaicas en embalses, pero aprovechó su turno de palabra para recriminar al portavoz del grupo popular la actitud de su partido en otras cuestiones similares. “Es curioso que les preocupe el paisaje de un pantano y no el del Maestrazgo o el del Moncayo”, aseguró De Santos en uno de los momentos más tensos de un debate bastante calmado.
Gracia Suso también aprovechó su turno de palabra para exigir al vicepresidente aragonés, Arturo Aliaga, que se posicionase en contra del Real Decreto al igual que lo había hecho en los medios de comunicación. Las acusaciones del portavoz popular no sentaron nada bien en el seno del Partido Aragonés. Jesús Guerrero defendió la postura de Aliaga y reconoció que desde su formación se está a favor de los proyectos de energías renovables “pero siempre que no cuenten con una contestación del territorio”. Con la intención de hacer comprender al representante popular la postura de su grupo, Guerrero explicó que las autorizaciones para la implantación de proyectos fotovoltaicos no dependen directamente de la decisión del Gobierno de Aragón. “Antes de intentar poner un proyecto de placas fotovoltaicas tiene que pasar por el Inaga. Además, cualquier parque fotovoltaico mayor de 50 megavatios corresponde al Gobierno de España”, argumentó.
El debate sobre la instalación de plantas fotovoltaicas en embalses permitió que las diversos grupos parlamentarios también mostrasen su postura acerca de la transición energética que se está produciendo. Desde Izquierda Unida, Álvaro Sanz pidió “coherencia” para alcanzar metas mucho mayores: “No vale con cambiar las tecnologías, hay que cambiar el modelo. Si no, estamos reproduciendo lo que tenemos”.
Por su parte, Santiago Morón, de Vox, rechazó la “carrera atropellada por rellenar el territorio aragonés de molinos y placas lo más rápidamente posible” y remarcó su apuesta por las renovables “pero no en los ritmos ni en las formas que se están haciendo”.
El Partido Socialista respondió a la primera intervención de Gracia Suso con una doble enmienda para reclamar “la escucha activa al territorio” y la reformulación de la propuesta debido a que “la forma en la que aparece redactado no nos parece la más adecuada”. Sin embargo, Gracia Suso no quiso aceptar ninguna de las dos generando así un gran enfado de la portavoz socialista, que acusó al representante del PP de ni siquiera leer la enmienda presentada por el PSOE: “Me parece una vergüenza, porque cuando se trata del territorio tenemos que dejar el traje político a un lado y escuchar siempre al territorio”.
Desde Izquierda Unida, Álvaro Sanz presentó una enmienda in voce, que terminó siendo aceptada por el representante popular, para que el segundo punto de la proposición limitara la exigencia de que no se pudieran implantar plantas fotovoltaicas exclusivamente al territorio aragonés.
Finalmente, y tras un receso, la medida salió adelante con unanimidad y generando una gran alegría. “Tengo un sentimiento de sorpresa, pero también de satisfacción”, confesó Gracia Suso.
El portavoz de Industria del PP, Juan Carlos Gracia Suso, presentó la iniciativa ante las Cortes de Aragón después de que el Gobierno Central aprobase un Real Decreto mediante el cual autoriza la instalación de plantas en los embalses y, en el caso de Aragón, afecta inicialmente a 14 embalses. La decisión no sentó nada bien en muchas localidades, como Oliete y Alcaine, que se movilizaron para detener lo que entendían como un movimiento muy perjudicial para los intereses de esas propias localidades debido al impacto medioambiental que podían tener dichos proyectos en los entornos naturales de la zona.
De espaldas al territorio
En su primera intervención, el representante popular definió la decisión del Gobierno nacional como “una ocurrencia muy desafortunada, poco elaborada y nada consensuada”. Algo en lo que estuvieron de acuerdo todas las formaciones políticas, que mostraron su rechazo a las propuestas nacidas en Madrid al considerar que se han tomado “de espaldas al territorio”, según comentó Joaquín Palacín, portavoz del grupo parlamentario Chunta Aragonesista en las Cortes.
La primera petición del Partido Popular se situó en torno a esa cuestión. Gracia Suso demandó al Gobierno de Aragón que rechazase la instalación de placas en embalses hasta que no se demostrase que no podían ser colocados en otros puntos del territorio.
Para el portavoz popular “es una gran irresponsabilidad empezar a implantar energías renovables sobre láminas de agua en los embalses, entendemos que hay muchas zonas en las que se pueden instalar este tipo de energías sin tener que afectar a embalses de riego”.
Además recordó que esta posibilidad cuenta con un amplio rechazo entre municipios afectados e instituciones de distinto color político, así como entre los regantes.
En ese aspecto, Gracia Suso recibió una contundente respuesta por parte de Marta De Santos, del grupo parlamentario Podemos: “Ustedes ven que viene una ola de gente quejándose y ahí que se suben. Nos parece una iniciativa bastante populista”. La representante de la formación morada mostró su rechazo ante el Real Decreto que permite la instalación de plantas fotovoltaicas en embalses, pero aprovechó su turno de palabra para recriminar al portavoz del grupo popular la actitud de su partido en otras cuestiones similares. “Es curioso que les preocupe el paisaje de un pantano y no el del Maestrazgo o el del Moncayo”, aseguró De Santos en uno de los momentos más tensos de un debate bastante calmado.
Las autorizaciones
Gracia Suso también aprovechó su turno de palabra para exigir al vicepresidente aragonés, Arturo Aliaga, que se posicionase en contra del Real Decreto al igual que lo había hecho en los medios de comunicación. Las acusaciones del portavoz popular no sentaron nada bien en el seno del Partido Aragonés. Jesús Guerrero defendió la postura de Aliaga y reconoció que desde su formación se está a favor de los proyectos de energías renovables “pero siempre que no cuenten con una contestación del territorio”. Con la intención de hacer comprender al representante popular la postura de su grupo, Guerrero explicó que las autorizaciones para la implantación de proyectos fotovoltaicos no dependen directamente de la decisión del Gobierno de Aragón. “Antes de intentar poner un proyecto de placas fotovoltaicas tiene que pasar por el Inaga. Además, cualquier parque fotovoltaico mayor de 50 megavatios corresponde al Gobierno de España”, argumentó.
Modelos y ritmos
El debate sobre la instalación de plantas fotovoltaicas en embalses permitió que las diversos grupos parlamentarios también mostrasen su postura acerca de la transición energética que se está produciendo. Desde Izquierda Unida, Álvaro Sanz pidió “coherencia” para alcanzar metas mucho mayores: “No vale con cambiar las tecnologías, hay que cambiar el modelo. Si no, estamos reproduciendo lo que tenemos”.
Por su parte, Santiago Morón, de Vox, rechazó la “carrera atropellada por rellenar el territorio aragonés de molinos y placas lo más rápidamente posible” y remarcó su apuesta por las renovables “pero no en los ritmos ni en las formas que se están haciendo”.
Dos enmiendas
El Partido Socialista respondió a la primera intervención de Gracia Suso con una doble enmienda para reclamar “la escucha activa al territorio” y la reformulación de la propuesta debido a que “la forma en la que aparece redactado no nos parece la más adecuada”. Sin embargo, Gracia Suso no quiso aceptar ninguna de las dos generando así un gran enfado de la portavoz socialista, que acusó al representante del PP de ni siquiera leer la enmienda presentada por el PSOE: “Me parece una vergüenza, porque cuando se trata del territorio tenemos que dejar el traje político a un lado y escuchar siempre al territorio”.
Desde Izquierda Unida, Álvaro Sanz presentó una enmienda in voce, que terminó siendo aceptada por el representante popular, para que el segundo punto de la proposición limitara la exigencia de que no se pudieran implantar plantas fotovoltaicas exclusivamente al territorio aragonés.
Finalmente, y tras un receso, la medida salió adelante con unanimidad y generando una gran alegría. “Tengo un sentimiento de sorpresa, pero también de satisfacción”, confesó Gracia Suso.
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