La Vía Verde de Caminreal espera la llegada masiva de cicloturistas con el avance de la primavera

La Comarca del Jiloca es desde este 2023 el nudo que ha servido para cerrar el eje deportivo y turístico que constituye el Camino Natural Santander - Mediterráneo. La finalización por parte del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader) de los trabajos en el tramo de 72 kilómetros que discurre por la comarca del Jiloca entre los municipios de San Martín del Río y Peracense ha servido para conectar este corredor verde con la Vía Verde de Ojos Negros, la más larga del país, y llevar el recorrido prácticamente hasta la orilla del mar en Sagunto.

Desde su puesta en servicio se ha convertido en un destino para una legión de cicloturistas, que se espera que sea aún más nutrida con la llegada del buen tiempo de la primavera.

Este nuevo tramo cuenta con una longitud cercana a los 72 kilómetros y discurre por los municipios turolenses de San Martín del Río, Báguena, Burbáguena, Calamocha, Fuentes Claras, Caminreal, Torrijo del Campo, Monreal del Campo, Ojos Negros, Villar del Salz y Peracense.

Este tramo forma parte del camino natural Santander-Mediterráneo, un gran corredor de gran interés tanto por su gran longitud, vertebradora de diversos territorios, como por conectar con otros recorridos de la Red de Caminos Naturales de España. Este tramo se suma a los más de 15 kilómetros de este mismo camino natural, puestos en servicio en la Comarca del Campo de Daroca, en la provincia de Zaragoza, con lo que da continuidad al recorrido entre Villanueva de Jiloca (Zaragoza) y San Martín del Río (Teruel).

Las obras han contado con un presupuesto de 1.717.397 euros, cofinanciados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader), y han tenido un plazo final de ejecución de veintisiete meses. Se enmarcan en las actuaciones del Programa de Caminos Naturales del ministerio y han sido promovidas por la Comarca del Jiloca.

Las actuaciones han consistido en la adecuación de la plataforma y el firme, el acondicionamiento y ejecución de las obras de drenaje necesarias, la ejecución de losas de hormigón en cruces de carreteras, caminos y cauces, y la restauración de los antiguos puentes ferroviarios. Asimismo, se ha dotado al itinerario de la señalización direccional, preventiva e informativa adecuada, de acuerdo con el Manual de Señalización de Caminos Naturales, y se han ejecutado varias áreas de descanso dotadas de mesas de picnic, bancos y aparcamientos para bicicletas.

Trabajo por hacer

La presidenta de la Comarca del Jiloca, Yolanda Domingo, recordó en este territorio se unen “dos vías verdes: la de Caminreal y la de Ojos Negros, que forman parte del Camino Natural más grande de España”. Domingo destacó que la práctica del deporte de la bicicleta ya estaba de moda pero tras la pandemia se ha puesto un poco más” y confió en que “sea un revulsivo” para difundir los recursos turístico de la zona.  “Hay que utilizar la Vía Verde como una manera de que la gente vea el resto de cosas desconocidas que tenemos”.

Sobre el impacto de la puesta en marcha de estos corredores verdes, la presidenta comarcal destacó que “no hay ningún sistema que contabilice los usuarios de la Vía Verde pero sí que es cierto que incluso antes de que estuviese finalizada los propios trabajadores de la obra  confirmaban que veían gente circulando por ella. Es una Vía Verde que la van a utilizar los turistas pero que también va a servir de ocio alternativos para los vecinos de la Comarca”.

Ese flujo de visitantes es innegablemente positivo para los municipios por los que pasa. “El turismo de bicicleta, aunque vaya con alforjas, siempre tiene que parar a comprar”, dijo Domingo aunque afinó que “la infraestructura que ha puesto en marcha el Ministerio tiene muchas mejoras. En su momento planteamos hacer algún albergue o algún parking de autocaravanas para que la gente pueda dejar su vehículo para hacer el camino y regresar después a por él”. Así, la presidenta comarcal apostó por que “esto tiene que ser el origen de un motor turístico y ver las necesidades  que pueda haber para seguir creciendo”.

Dentro del catálogo de servicios con que ha arrancado el Camino Natural están las áreas de descanso y las estaciones de reparación de bicicletas que se han instalado en algunos de los municipios por  los que pasa, como en Burbáguena u Ojos Negros, por ejemplo.

En primera persona

En Fuentes Claras no tienen ninguna duda: la puesta en servicio de esta Vía Verde ha traído una legión de visitantes. Y se espera que con la llegada de la primavera, cuando los días alargan las horas de luz y las temperaturas se suavizan, todavía sean más los ciclo viajeros que recorran esta parte de la provincia.

Montado sobre su bici, José Manuel Plumed aseguró este martes que  durante este puente ha “aprovechado para correr y había un ambientazo con bastante gente  paseando corriendo o con la bici, principalmente turistas”.

Junto a él, Emilio Mateo confesó ayer, vestido con la equipación ciclista de Fuentes Claras instantes  antes de empezar su ruta, que en la zona hay “mucha ilusión por la Vía Verde”, sobre todo por la inclusión de la provincia de Teruel en las rutas Euro-Veló, que va a hacer que “empiece a pasar mucha gente”. Mateo apostó por promocionar la ruta para que sus usuarios se multipliquen porque, aseguró con contundencia “es maravillosa”.

José Miguel Bueno veranea en Fuentes Claras, también es ciclista y el martes, desde su coche, y reconoció  que “sí que ha habido más gente que salimos a hacer esa ruta en bicicleta porque está muy arreglada y muy bien”.

La propietaria del hostal restaurante La Concordia, en Fuentes Claras, Montse Alba, confirmó el impacto de la puesta en marcha del corredor verde porque los ciclistas “venían antes y ahora parece ser que vienen algunos más. Se quedan a dormir y madrugan mucho para irse”, dijo.

La encargada reconoció que además de los cicloturistas locales hay una presencia cada vez mayor de turistas internacionales. “Unos vinieron de Francia o otros de Aragón. Viene bastante gente de fuera. Vienen con unos sacos grandes que llevan en la bici. Tardan mucho rato en montarse en la bicicleta”, recordó.