Ana Ubé -a la derecha- explica las características de la fuente del Calvario, recientemente restaurada. Javier Escriche
La Ruta del Agua, un recorrido cada vez más conocido, sin restaurar ni señalizar
Los reciente trabajos de rehabilitación se han quedado dentro del casco urbano
La Ruta del Agua de Teruel es cada vez más frecuentada por los turolenses. Los últimos en hacerla fueron los participantes en una actividad organizada por la Uned y la Biblioteca del Campus de la Universidad de Zaragoza en Teruel. Fueron unas 80 personas que este sábado partieron del acueducto de Los Arcos y llegaron hasta las proximidades de la peña El Macho, que divisaron desde un alto.
La caminata por la antigua Traída de Aguas fue el colofón a la exposición Poco plato y mucho zapato, que ha llevado a cabo la Biblioteca del Campus turolense para promover hábitos saludables entre la comunidad universitaria, una propuesta financiada por la Fundación Universitaria Antonio Gargallo.
La iniciativa se ha llevado a cabo en colaboración con el Servicio de Actividades Deportivas (SAD) del Campus y con la Biblioteca del centro asociado de la Uned en Teruel. Su bibliotecaria, Ana Ubé, es autora, junto con Fernando Burillo, del libro Tras la memoria del Agua. Abastecimiento y usos de la ciudad de Teruel (1879-1951).
Ambos autores participaron en la andada y durante el recorrido realizaron paradas para explicar cómo a lo largo del tiempo se ha realizado el abastecimiento a la ciudad de Teruel, que ha pasado por diferentes periodos, algunos de éxito, como supuso la traída de aguas renacentista de Pierres Vedel, y otros más oscuros, como cuando se construyó el depósito situado debajo del Cementerio y estuvo diez años vacío.
Estos y otros hitos históricos en el desarrollo de las infraestructuras hidráulicas de la ciudad a lo largo de los siglos fueron desvelados por los investigadores. En un primer tramo, el que transcurre por el casco urbano de Teruel, los monumentos históricos han sido restaurados, como Los Arcos, el Arquillo o la fuente del Calvario, estos dos últimos muy recientemente, pero los participantes en la actividad pudieron comprobar que una vez que se sale de la ciudad las diferentes estructuras como puentes, minas y fuentes se encuentran en mal estado y pueden suponer incluso un peligro porque cada vez es más la gente que frecuenta esta ruta.
“Estoy satisfecha de cómo ha ido la andada, para algunos de los participantes ha sido un descubrimiento, porque no conocían la traída y es muy importante, pero estamos preocupados por cómo se encuentra”, comentó Ana Ubé. Las explicaciones además no solo se centraron en la traída de agua renacentista sino también en las posteriores, como la que posibilitó José Torán.
La caminata por la antigua Traída de Aguas fue el colofón a la exposición Poco plato y mucho zapato, que ha llevado a cabo la Biblioteca del Campus turolense para promover hábitos saludables entre la comunidad universitaria, una propuesta financiada por la Fundación Universitaria Antonio Gargallo.
La iniciativa se ha llevado a cabo en colaboración con el Servicio de Actividades Deportivas (SAD) del Campus y con la Biblioteca del centro asociado de la Uned en Teruel. Su bibliotecaria, Ana Ubé, es autora, junto con Fernando Burillo, del libro Tras la memoria del Agua. Abastecimiento y usos de la ciudad de Teruel (1879-1951).
Ambos autores participaron en la andada y durante el recorrido realizaron paradas para explicar cómo a lo largo del tiempo se ha realizado el abastecimiento a la ciudad de Teruel, que ha pasado por diferentes periodos, algunos de éxito, como supuso la traída de aguas renacentista de Pierres Vedel, y otros más oscuros, como cuando se construyó el depósito situado debajo del Cementerio y estuvo diez años vacío.
Estos y otros hitos históricos en el desarrollo de las infraestructuras hidráulicas de la ciudad a lo largo de los siglos fueron desvelados por los investigadores. En un primer tramo, el que transcurre por el casco urbano de Teruel, los monumentos históricos han sido restaurados, como Los Arcos, el Arquillo o la fuente del Calvario, estos dos últimos muy recientemente, pero los participantes en la actividad pudieron comprobar que una vez que se sale de la ciudad las diferentes estructuras como puentes, minas y fuentes se encuentran en mal estado y pueden suponer incluso un peligro porque cada vez es más la gente que frecuenta esta ruta.
“Estoy satisfecha de cómo ha ido la andada, para algunos de los participantes ha sido un descubrimiento, porque no conocían la traída y es muy importante, pero estamos preocupados por cómo se encuentra”, comentó Ana Ubé. Las explicaciones además no solo se centraron en la traída de agua renacentista sino también en las posteriores, como la que posibilitó José Torán.