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La réplica del telescopio de la misión espacial Arrakihs se instalará en febrero en Javalambre La réplica del telescopio de la misión espacial Arrakihs se instalará en febrero en Javalambre
El edificio auxiliar del Observatorio de Javalambre, en el centro, donde se instalará a partir de febrero la réplica de la cámara espacial de la misión Arrakihs

La réplica del telescopio de la misión espacial Arrakihs se instalará en febrero en Javalambre

El demostrador de tierra permitirá validar la tecnología gracias a la calidad nocturna del cielo
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La réplica del telescopio de la misión espacial Arrakihs llegará al Observatorio Astrofísico de Javalambre (OAJ) el próximo mes de febrero para su instalación en el edificio auxiliar, desde donde se validará esta tecnología que a partir del año 2030 cuando se lance el satélite permitirá explorar la materia oscura, uno de los grandes retos de la física, junto con la energía oscura, en este siglo. Será además la primera misión espacial de la ESA liderada por España.

La próxima instalación de este telescopio la confirmó ayer martes a este diario el Instituto de Física de Cantabria (IFCA), que es la institución científica que lidera este proyecto de investigación, después de que en la Plataforma de contratación del sector público apareciera la adjudicación de este equipamiento por más de medio millón de euros a la empresa Satlantis Microsats S.A., que es la que ha participado también en el diseño y desarrollo del instrumento de observación que viajará al espacio dentro de cinco años.

Este es un hito importante de la misión porque la réplica del telescopio que se instalará en Javalambre va a permitir preparar el terreno durante el próximo lustro para poder hacer el lanzamiento del satélite al espacio, que está previsto en 2030.

El Centro de Estudios de Física del Cosmos de Aragón (Cefca) es uno de los institutos científicos que participan en este proyecto por la parte española, ya que además de ubicar en sus instalaciones del Observatorio de Javalambre lo que se denomina el demostrador de tierra, va a trabajar en la parte relativa al procesamiento y tratamiento de los datos que tome el telescopio cuando esté en órbita.

Este es uno de los proyectos de mayor relevancia de esta década en la astronomía española puesto que va a ser la primera misión liderada desde España del Programa Científico de la Agencia Espacial Europea (ESA por sus siglas en inglés).

El Instituto de Física de Cantabria, que es un centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Universidad de Cantabria, ha adjudicado por 568.700 euros (IVA incluido) a Satlantis Microsats S.A. la construcción de este demostrador de tierra de Arrakihs.

Aunque la adjudicación apareció publicada este martes en la Plataforma de contratación del sector público, Satlantis lleva tiempo trabajando en este proyecto ya que ha participado en el diseño y desarrollo del telescopio que se lanzará al espacio, de ahí la rapidez con que se va a suministrar la réplica para instalarla en el Observatorio de Javalambre. De hecho, fue la única empresa que se presentó a la licitación, que salió en concurrencia competitiva a principios de octubre pasado.

Lo que se va a instalar en Javalambre y que suministrará Satlantis Microsats es una réplica de la cámara espacial, prácticamente idéntica a la que se utilizará en el espacio para estudiar la materia oscura.

 

Modelo de la cámara espacial de la misión Arrakihs cuya réplica se instalará en el Observatorio de Javalambre. Satlantis

Materia oscura

Fuentes del Instituto de Física de Cantabria explicaron que el objetivo de Arrakihs es profundizar en el conocimiento de la materia oscura, que es lo que conforma la mayor parte de la materia que hay en el universo, mediante la observación de estructuras de bajo brillo superficial, desde galaxias enanas a restos de interacción de las galaxias.

Se trata de componentes fundamentales para comprender la evolución del cosmos, dos tercios del cual está compuesto por energía oscura (provoca la expansión acelerada del universo) y un tercio por materia, en su mayor parte materia oscura, invisible al no emitir luz pero cuya existencia se ha formulado en los modelos teóricos porque sí ejerce una atracción gravitatoria. La materia ordinaria, de la que están hechas las estrellas, los planetas y todo lo que hay en ellos, apenas constituyen el 5% del universo.

De ahí la importancia que tiene este proyecto de investigación en el siglo XXI para avanzar en el conocimiento de la materia oscura, y la trascendencia que tiene para Teruel que el Cefca esté participando y sea un actor clave para su desarrollado a través del Observatorio Astrofísico de Javalambre.

Para estudiar la materia oscura hay que hacer observaciones desde el espacio con un telescopio espacial, que es el que tiene previsto lanzar en 2030 la Agencia Espacial Europea. Pero antes hay que validar en tierra esas tecnologías porque una vez que esté en el espacio será imposible intervenir en el equipamiento. Además, permitirá planificar la observación antes de lanzarlo, así como diseñar todo el proceso de captura de datos y su procesamiento.

Helena Domínguez Sánchez, investigadora del IFCA y de visita en el Cefca, explicó este martes que el equipamiento adjudicado y que se instalará en febrero en el Observatorio de Javalambre es el “demostrador de tierra, que es la versión más parecida al telescopio que se va a lanzar al espacio”.

Se trata en realidad de la cámara espacial, puesto que el resto de elementos solo irán en la misión que se lanzará al espacio. Al ser de dimensiones pequeñas comentó que se ha podido hacer una réplica “prácticamente idéntica” al no ser muy costosa, para poder hacer “ciertas comprobaciones en tierra antes de lanzarla al espacio”.

Explicó que esas comprobaciones consistirán en la caracterización del equipamiento, es decir, en cómo el instrumento “distorsiona la luz y cómo se pueden corregir ciertos efectos que son muy importantes cuando estamos estudiando este tipo de objetos superdébiles”.

El demostrador de tierra servirá igualmente para estudiar la estrategia de observación. “Al tener una réplica que va a observar el cielo con el mismo tamaño de imagen y con la misma profundidad, vamos a poder entender mejor cuántas imágenes tenemos que tomar y el tiempo en hacerlo, así como el espacio de almacenaje”, indicó la astrofísica.

Otra parte importante de este demostrador de tierra será la transferencia de información y “cómo se van a gestionar estos datos desde el espacio hasta los centros donde se analicen después”.

Permitirá también ultimar el telescopio que viaje al espacio, si bien Domínguez comentó que la parte óptica de la cámara “está bastante bien definida”, y en lo que se trabaja ahora es en la denominada “carga útil”, todo lo que lleva el telescopio asociado y cómo se va a lanzar.

Diseño de los filtros

En lo que sí se está trabajando todavía es en el diseño de los filtros. Tendrá cuatro, pero está pendiente de definirse en qué colores se van a realizar las observaciones, cuestiones que son ajenas al demostrador de tierra que se instalará el mes que viene en Javalambre.

“El demostrador es para tener caracterizado lo mejor posible el instrumento antes de que esté en el espacio porque podemos hacer pruebas”, dijo la científica, que recalcó que el hecho de instalarlo en el OAJ es por la limpieza de los cielos turolenses y la poca contaminación lumínica.

“El cielo de Javalambre es magnífico debido a la calidad del aire, ya que es un sitio donde generalmente no hay muchas nubes, con lo cual la atmósfera está bastante tranquila”, comentó Domínguez, que aseguró que eso permite tener “muchísima definición de imagen” asociado a la poca contaminación lumínica existente. Son cuestiones “muy importantes a la hora de caracterizar con tanto detalle unas observaciones del cielo”.

Desarrollo científico

La participación del Cefca en un proyecto internacional de la Agencia Espacial Europea liderado por España coloca a la provincia de Teruel y a sus instalaciones científicas de Javalambre en un lugar destacado para la investigación en astrofísica.

A principios de año, el director del Cefca, Javier Cenarro, ya destacó al hacer balance de 2024 y de las previsiones del actual ejercicio, que la misión espacial Arrakihs era muy importante para el trabajo del centro porque estaban participando no solo en la definición científica sino en el desarrollo de muchas partes del proyecto.

En este sentido, apuntó que aparte de albergar Javalambre la réplica del telescopio que viajará al espacio para validar desde tierra su funcionamiento, participan en el núcleo del proyecto al ser parte activa del grupo de ingeniería de sistemas, puesto que son los responsables del procesado de datos de la misión, así como de la puesta en marcha de la definición y la realización de las observaciones de la cámara espacial.

Comentó que es un proceso muy interesante porque en el momento que se instale en el OAJ, en el edificio auxiliar, lo que se va a hacer es probar el funcionamiento del instrumento de observación y diseñar lo que será la estrategia de toma de datos y de calibración de toda esa información. En definitiva, fijar esa estrategia para cuando el telescopio Arrakihs esté en el espacio y optimizarlo antes de su lanzamiento.

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